Si os acordáis, y sé que no son buenas fechas por lo que os refresco, os dejé acompañado de Yuri camino del aeropuerto de Guadalajara, con destino Miami donde queremos empezar a funcionar en breve asociándonos con una empresa local a la que íbamos a conocer. Entre el cargo de conciencia por el gasto del comité intercentros en México (siempre me pasa durante el mes siguiente al mismo cuando asumo lo gastado) y que había una feria de lencería en Florida (umm), los billetes desde México estaban ridículamente caros por lo que diseñamos un curioso viaje haciendo escala y noche en Dallas para agarrar otro vuelo a primera hora de la mañana y plantarnos en Miami sobre las 9:30 con tiempo suficiente para las visitas a realizar.
Como llegábamos a Dallas sobre las 4 de la tarde, tenía pensado que nos diéramos una vuelta por la ciudad tejana (por curriculum ya que creo que no vale nada), cenar algo prontito y a dormir cerca del aeropuerto porque teníamos el vuelo a las 7 de la mañana…
Sin embargo todo se complicó; la llegada fue puntual pero la puñetera cola de siempre de la aduana gringa hizo que nos llevara más de hora y media pisar “motherland”. Hasta había cola de sillas de ruedas!!! Afortunadamente el equipaje ya nos esperaba (faltaría más!, que diría aquél) y, todavía ilusionados, salimos esperando encontrar fácilmente el shuttle para llegar a nuestro hotel (creía haber reservado uno cercano de difícil pronunciación: Candlewood, que por mucho que me esforzaba, acababa teniendo que escribirlo; primero a la de información (vestida ella como cowboy con atractivo gorro vaquero) y, una vez que me dijo que no tenía ni fucking idea de cómo llegar, a un buen samaritano que me proporcionó el teléfono del hotel e hizo mutis por el foro ante el cariz complicado que tomaban los acontecimientos. Tras varias llamadas que me hicieron pensar que, probablemente y si hubiera sido capaz de que me entendiera, me habría salido más barato un taxi, conseguí hablar con recepción y que me explicara donde se tomaban los shuttles…y allí nos encaminamos. Lo que no me dijo, o no fui capaz de entender en el cerrado acento tejano (sin duda a eso lo achaco), es que el shuttle de Candlewood hotel no decía, como era de esperar Candlewood hotel sino Holiday Inn Express…Así, a los primeros shuttles que llegaron, cualquiera que fuera su rótulo, me acerqué esperanzado a preguntar. Como todos me contestaban altivos que iban al hotel que indicaba el rotulo y no al Candlewood hotel, desistí y me acomodé junto con Yuri a esperar. Media horita más tarde, empezábamos a mostrar signos derrotistas, cuando volví a marcar (creo que ya iba por la décima vez) el teléfono del “enbuenahorareservé” Candlewood hotel. Otra vez se extrañó la chica que empezó a pensar que había cámara oculta y me reiteró que la furgoneta había pasado varias veces preguntando…y que era una furgoneta de Holiday Inn!!!! “Fuck” espeté, “podías haber empezado por ahí”. Como no conducía a ninguna parte discutir y probablemente era más culpa mía que suya, me centré en abordar todas las furgonetas de hoteles Holiday Inn que se presentaban en la parada y, bingo, a la tercera y después de una hora de espera, allí estábamos felizmente instalados en el “shuttle” del Candlewood hotel. De hecho era el Dallas Fort Worth Candlewood hotel pero estaba a, bien, bien, 20 minutitos en coche del aeropuerto. No problem, allí llegamos a las 7 de la tarde exigiendo MI habitación (para ahorrar decidí compartir con Yuri que, en ese momento me comunicó que no íbamos en el mismo avión pues el suyo salía a las 5 de la mañana!!!!).
Pero esto no fue lo peor. Ufano, le dije a mi amiga la recepcionista que tenía una habitación doble pero que había cambiado de opinión y había decidido que fueran 2 habitaciones individuales porque no quería dormir con alguien que se tenía que levantar a las 3 de la mañana y que me había advertido, roncaba sonoramente.
“we are fully booked tonight”. Vaya, bueno, deme la habitación que necesito relajarme (todo esto 3 horitas y media después de aterrizar…).
“tiene el número de su reserva que no la encuentro?”Mierda!!!!! Este Candlewood hotel cerca del aeropuerto de Dallas está gafado!!! Algo hice mal en la reserva (empezando por elegir el hotel) y no la finalicé.
Búsqueme una habitación, imploré cercano al lloro, a la amable recepcionista. “Sorry, fully booked”. Por Dios, búsqueme algo cercano, en el Holiday Inn de enfrente (donde iba el shuttle). Y llamó pero…fully booked! Pero qué coño pasa hoy aquí?. No sé, very extrange!
Finalmente me consiguió 2 habitaciones (ya no quería saber nada de ahorrar, sólo de llegar al hotel) en otro Holiday Inn a 20 minutos en coche y a 20$ en taxi que fue la única forma de llegar…casi 5 horas después de aterrizar!!!
Ni Dallas, ni ná; cervecitas y una hamburguesa en el hotel para relajarnos ya la cama que al día siguiente había que madrugar destino a Miami…pero eso en el próximo post (por cierto, fue el día que tiraron el avión malayo en Ucrania; mal presagio sin duda).
Juanito, lei con gran interes tu interesante descripcion de las peripercias para entrar a USA y, además llegar al hotel.
Te felicito porque ya vas a entrar a jugar en super ligas que es como se juega en Gringolandia, paÃs en que la competencia es terrible, pero eso hace que haya calidad.
Te vas a tener que sacar el global entry, este documento o pase lo tengo yo y pasas en un pis pas, la migración.
Miami, es un lugar muy muy conflictivo, por las largas colas que se forman, además los de migración gozan de buena fama de ser mas pesados que una vaca en brazos. Yo llegue ayer a san antonio y regreso a Veracruz, el dia 4. El dia 21 vuelo a madrid.
Me imagino, por tu mail que ya estas currando y acabaste con las vacaciones.
Un abrazo muy grande. El jarocho gil