El nordeste de Italia…rumbo a Eslovenia y Croacia.

Hace poco os comenté que continuaría mi viaje por el nordeste de Italia y os hablé de Treviso. En esta pequeña ciudad, sede de la que hasta hace poco era el ejemplo de cadena de moda a nivel mundial (Benetton), y también cuna de otra marca con mayúsculas (Geox) con la que trabajamos mucho en China controlando la calidad de sus productos textiles (que es menos cantidad que el calzado pero que ha tenido un crecimiento exponencial en los últimos años). Es curioso visitar la sede de la compañía pues, en la sala de espera, tienen todas las cartas de agradecimiento del Papa Benedicto  XVI. Parece que le cambió la vida poder utilizar sus cómodos zapatos en sus viajes alrededor del mundo. No debe ser fácil ser Papa y que te molesten los zapatos….

La ciudad, con canales a lo Venecia en pequeñito, tiene una verdadera joya en su Piazza dei Signori y en su Trattoria alla Antica Torre da Reis (no os lo perdáis aunque conviene llegar pronto pues se llena). En los alrededores hay otras ciudades que visitar: un poco más al norte, camino a los Dolomitas, la bonita ciudad de Belluno, hacia el este, Udine con su universidad y, su espectacular restaurante Nicchia y, pegada a Eslovenia y más germana que italiana, la barroca Trieste con sus cafés estilo veneciano.

Si os decidís a seguir por la costa, hacia la península de Istria, no os perdáis 2 joyas: Piran en la costa eslovena (donde, cuando todavía era Yugoslavia, pasamos las vacaciones de 1982….en Novigrad) y Rovinj en la costa croata. Son 2 pequeños y encantadores puertecitos, con mucha influencia italiana, construidos a resguerdo de los ataques de los piratas. En verano imagino que estarán imposibles de gente; nosotros estuvimos una noche en cada uno en mayo. Recuerdo el hotel de Piran, llamado Giuseppe Tartini, que no era ninguna maravilla pero estaba espectacularmente situado y un restaurante en Rovinj que se llamaba “algo de los piratas”, sencillo pero con un pescado espectacular.

Más hacia el Sur, se llega a la ciudad de Pula con su magnífico teatro romano y, finalmente, en el vértice de la península, el balneario vacacional croata por excelencia; Opatija.

Eslovenia que es un país pequeño pero maravilloso y, afortunadamente, de momento, poco conocido…ya os contaré porque estuve hace ya más tiempo y tengo que hacer memoria…