Panamá es el país centroamericano que más crece y el segundo de Latinoamérica después de Perú. Había estado hace 4 años y ya me impresionaron los rascacielos art decó recién construidos que me recuerdan un poco a China. En estos 4 años el cambio ha sido brutal, cientos de edificios nuevos, la cinta costera ganada al mar y un gran dinamismo que se refleja en muchos turistas y precios caros. Es un país pequeñito (3,5 millones de habitantes) cuya moneda es el dólar, con una tasa de inmuebles en poder de extranjeros impresionante.
En mi hotel (por cierto español) se alojaba un personaje muy conocido en América a quien me encontré ayer. Se llama Nick Vujicic, es australiano y nació sin brazos, ni piernas. Pertenece a noseque iglesia evangélica y se dedica a ir por el mundo dando conferencias/mítines de autosuperación. En Panamá reunió a 30 mil personas en un estadio que pagaron “religiosamente” su entrada.
En lo que a lo nuestro respecta, moda y logística, contaros que la mayoría de las grandes marcas internacionales conceden a panameños la distribución de sus marcas para Latinoamérica al tener impuestos bajos (10%) y la zona libre de impuestos de Colón. El negocio está, como en otros muchos países de la zona, dominado por los judíos. Tenemos buenos clientes a los que les manejamos el negocio en México y China y por eso he hecho una parada de un par de días cuando voy de camino a mi querido México. Desde allí os escribo en un par de días el siguiente post, saludos.