Mmmm… ¿Cómo definir Buenos Aires?
…ya se que el tópico es hablar de una ciudad europea en América, pero es que es cierto; Buenos Aires tiene mucho de Madrid, de París…menos de Roma y eso que está plagado de descendientes de italianos.
¿Podría ser que la mayoría de emigrantes italianos vinieran a Buenos Aires y en Montevideo fueran más españoles durante las tumultuosas migraciones de fines del XIX?
Pues podría ser (hago este análisis con «cero» datos científicos) y por eso los argentinos tienen tanto de los italianos; desde el hablar cantarín hasta la simpatía embriagadora que tiene un toque pícaro y embaucador.
Estaba preciosa Buenos Aires, el fin de semana que pasé allí. Visitar Puerto Madero, la calle Alvear con sus edificios muy, muy europeos, la Recoleta con su cementerio donde hasta para comprar el mapa del mismo te embelesan (y donde no se debe dejar de visitar la tumba de Evita con su enorme parecido con la Presidenta)
Y bueno es que hablemos de Cristina (la Señora como la llaman algunos, la loca como escuchamos a otros muchos). Ya ex-presidenta porque justo durante el viaje se produjo la toma de posesión de Macri. Y no perdió Scioli (la marioneta de Cristina), perdió ella, hasta el punto de que se negó a entregar el bastón de mando al nuevo presidente alegando trifulcas colegiales (que si te lo doy aquí, que si me lo recibes allí, que si ya no soy presidenta a las 23:59:59…). Y a cualquiera que preguntes se posiciona. Para los argentinos la política es como el fútbol, no hay término medio, no se hacen prisioneros, o estas con o en contra…y ten cuidado si tomas un taxi y te equivocas con la primera frase.
Tip: si el taxi lleva delante de tus narices un cartel donde todo lo erróneo lleva una carita de Macri (subida de impuestos, devaluación, paro…) y lo celestial una carita de la Señora (riqueza para los argentinos, mejora de la calidad de vida..) no le digas a la taxista para iniciar la conversación (que Paula creyó intranscendente)…”porque a Cristina no se la quiere aquí, ¿verdad?”. No lo hagas porque lo normal es que te bajen del taxi. No ocurrió con nuestra taxista (por poco). Indignada, paró el coche, se volteó y sentenció con los ojos encendidos y voz grave: “mucho la van a extrañar a la Señora”
Y todo es carísimo. Ridículo es, que sacar dinero o cambiar en el banco se haga a 10 pesos por dólar y en el mercado negro, “los arbolitos” en la calle Florida, te lo cambien a 14,5 pesos por dólar (id provistos de $ porque si no todo está realmente caro). Es curioso pero es así. Como los argentinos no pueden comprar $, la única manera de hacerlo es en el mercado negro (pagando un 50% más que el cambio oficial por el dólar blue, que así lo llaman al tipo de cambio en el mercado negro). Esto permite que si tienes dólares las cosas te pueden costar un 50% menos que en el cambio oficial aunque tampoco creáis que es barato de esta manera, es más o menos el cambio que debería de ser para que las cosas cuesten lo que toca. No me meto en explicaciones muy sesudas pero está todo relacionado con la inflación y el déficit fiscal; no tenemos dinero, le damos a la maquinita de hacer billetes, generamos inflación pero la ocultamos y en lugar de permitir que se devalúe el peso lo mantenemos a un cambio ficticio con el $.
Pregunté por qué el billete más grande es de 100 pesos (6€ a cambio del mercado negro) y la respuesta fue obvia…para que no parezca que tenemos inflación. Uff… que difícil es vivir con inflaciones del 25-30%… ¡tierra de pícaros!
Pero que bien nos atendieron los argentinos. Marcelo y Ani, Anibal y Silvia…todos espectaculares. No hubo manera de ser más hospitalario. Cenamos de maravilla en la Panadería de Pablo, visitamos el mercado de San Telmo y el caminito de la Boca (no pudimos entrar en la Bombonera porque eran elecciones a Presidente) pero le pude comprar una camiseta a Gueorgui en la tienda de la 12 (la hinchada que es una especie de mafia que gestiona los servicios del club con ingentes beneficios: aparcamientos, tienda, restaurantes…) y acabamos almorzando en Puerto Madero.
Por cierto, aunque el precio sea desmesurado, al menos una noche en que podáis tirar de presupuesto y, por supuesto, después de cambiar al tipo del dólar blue, pasad una noche en el Hotel Faena; espectacular toque kitsch (barroco, tétrico, gay…) donde la piscina es la máxima expresión susodicha con una gran corona central dorada haciendo de “fontana”. Impagable…bueno, se paga aunque sólo toméis un Bloody Mary en el bar de la piscina…
Y como no, el highlight fue el asado en casa de Marcelo en el country. Yo no he estado en casa más bonita ni he probado carne más rica.
Como no en el quincho que es el centro neurálgico de cualquier casa argentina degustamos mollejas, chorizo, entraña y un delicioso bife del rey que se deshacía en la boca. Regado con buenos Malbecs y con un Montecristo acabamos la noche como Dios manda y a las 3 de la mañana
… ¿Qué más se puede pedir?