¡Qué policía más atento en Cancún!

Llegamos mi padre y yo a Cancún  sobre las 7 de la tarde después de un día turístico, con tiempo pues Paula no llegaba con los niños hasta las 10pm (y más todavía cuando vimos que el vuelo traía un par de horas de retraso). ¡Qué pereza!…y pensé en la lata que debían estar dando mis 2 monstruitos que cruzaban el Atlántico por primera vez…pues no son precisamente, tranquilos.

IMG-20150309-WA0003En fin, que nosotros también estábamos cansados después de la escena de los sombreros en Becal, de llevar a Carlitos al aeropuerto de Mérida y de visitar Puerto Progreso. Curioso puerto de mar, balneario de los habitantes de Mérida ya que se encuentra a menos de una horita de ésta. Y por lo visto uno de los puertos desde donde más droga sale de México en dirección a los EEUU (eso lo leyó, como no, mi padre en alguno de los cientos de libros que lee sobre el narco). Pudimos tomarnos un par de daiquiris de banana en la playa (flanqueada por un horrible puente de hormigón con destino al puerto que se encuentra varios kilómetros mar adentro). Seis kilómetros nos dijo un muchacho aunque a mí me parecían muchos menos, y seguro que eran menos, salvo que los pesados camiones lo cruzaran a 220 kms por hora.

Comimos rico bajo una palapa presenciando la victoria del Atleti en Bilbao. Era claramente un sí o sí, o nos lo ponían o nos íbamos a otro sitio y, finalmente cedieron aunque hubiesen preferido poner un partido de futbol americano que, sin duda, tenía más seguidores. Y, eso sí eufóricos por la victoria y alguna cerveza de más, emprendimos el camino hacia Cancún con varias horas de espera hasta poder recoger a la familia y tirar para nuestro hotel en el parque de Xcaret.

Mi padre propuso ir hacia la zona hotelera de Cancún a tomar algo. Él pensaba en beber algo, yo en comer y beber. El nunca entiende que yo tenga hambre porque dice que nunca cena. Luego cena como el que más, devora diría yo.

IMG-20150309-WA0005La zona hotelera de Cancún es una lengua rodeada de mar. Como la Manga del Mar Menor pero a lo bestia, a lo muy bestia. Con mega hoteles de las grandes cadenas al lado este y restaurantes y discoteques al lado oeste sobre lo que creo que es una especie de laguna. No era fácil encontrar el sitio donde ir porque los hoteles parecían vedados a alguien que sólo buscara tomar algo (nos daba la impresión de ser todos demasiado imponentes y con el tema de la pulserita) y los restaurantes demasiado elegantes para lo que buscábamos (picotear algo, no pegarnos el homenaje del siglo). Así, dimos un par de vueltas lengua arriba y lengua abajo. A todo esto, la gasolina llevaba un tiempo en reserva y mi padre estaba empezando a  ponerse nervioso.

“Venga, pues doy la vuelta y vamos al primer sitio que veamos”

Pero es que en México los cambios de sentido no funcionan como en Europa. En general se puede hacer cambio de sentido en cualquier sitio marcado como tal. Me sorprende siempre cuando en la autopista tienes los cambios de sentido y las consiguientes incorporaciones de los de la vía contraria. Imagino que será causa permanente de accidentes.

Pero también tienes los que parecen un cambio de sentido pero no están marcados como tal. O están marcados pero un poco más adelante. Y son iguales. En fin, que tomé el primero, el que no estaba marcado y que, por supuesto, está vigilado por un policía. Me imagino que se lo turnan. Es un poco como el vendedor de kleenex del semáforo; no os habéis preguntado nunca por qué, por muchos coches que pueda haber en un semáforo, sólo hay uno por puesto.

Pues eso, que doy la vuelta, me incorporo tranquilamente e, inmediatamente, veo una moto haciéndome señales a mi vera. Al principio me cuesta interpretar lo que quiere (no soy un hacha en estas situaciones), pero rápidamente asumo que es un policía por su cara de satisfacción. “Mierda…” y paro el coche

Con parsimonia, probablemente regodeándose de su buena suerte, se acerca por mi espalda. Yo no me muevo recordando lo que se cabrean los policías gringos en estas situaciones si pretendes abandonar el vehículo. Aunque este no parece peligroso. Es más, sorprendentemente, una vez que abro la ventanilla, me ofrece su mano enfundada en un guante blanco primoroso (yo diría que incluso de seda natural)

buenas noches caballero…me permite su licencia”

Lógicamente yo saco el carnet de conducir pero mi padre empieza a rebuscar en la guantera pensando que nos pedía la licencia del coche.

¿es que es un coche alquilado, sabe Vd.?” se le oye farfullar sin darse cuenta de que yo le había tendido mi carnet…

Mmmmm…no se preocupe caballero…Andany, no?” me pregunta (conviene aclarar que Andany es mi apellido materno pero el hombre entre que no le era familiar el carnet o el estar pensando en su suerte, lo confundió con mi nombre de pila). Como esto lo pensé después simplemente asentí estúpidamente

No se preocupe caballero, no es necesario, con este nombre….Andany seguro que es hombre de bien” continuó, lo cual, he de decir, me satisfizo bastante.

¿Ya vió que se saltó la señal de prohibido girar?”

“pues no lo ví pero estoy seguro de que Vd. la vio mejor…” qué le iba a contestar

“Claro, claro…” musitó “y fíjese que no traje el boletín” (un policía que para a alguien para ponerle una multa y no trae su boletín, que extraño!)…”me tengo que quedar con su licencia y llevarla a la comisaría… (Que está lejísimos le faltó añadir) y puede pagar su multa ahí y recogerla el próximo día laborable (era sábado por la noche)…no se preocupe”

“pero…como puedo recogerla si no podré conducir…? ¿Cómo no me voy a preocupar?”

“Claro…no podrá…y además seguro que tiene que salir de viaje…”

“Exacto…tengo que salir de viaje” me lancé viendo una salida clara… “¿y de cuanto es la multa?”

Aquí me soltó de carrerilla el código de circulación sin permitirse divagar un ápice. No sequé de nosecuantos salarios mínimos por la infracción estipulada en el artículo tal del tomo cual…”y eso cuanto es en $$$$?”

“Pues mire caballero, si un salario mínimo son xxx$ y son x salarios mínimos…” vamos que salían unos 2.000$ o unos 120€

Y aquí lanzado, le eché una mirada cómplice y le pregunté con firmeza “y no se puede arreglar de alguna manera? Que le parece 500$ (aprox 30€)?

Y me enterneció su reacción. Puso cara de lástima y encogió los hombros dando por hecho que el trato estaba cerrado aún sin decir esta boca es mía.

Y efectivamente, como hombre cumplidor que era de esa manera tan beneficiosa para mis intereses cerramos el trato y le di las gracias.

Como también era un profesional, se despidió de mí ofreciéndome nuevamente su lustroso guante de seda, me advirtió que pronto me quedaría sin gasolina y finalmente dejo esta frase lapidaria.

Don Andany, vaya con cuidado por favor, una multa se paga con dinero pero las imprudencias se pagan con la vida

 

Los sombreros de Panamá

Salimos de Campeche bien tempranito, eso sí tras volver a correrme otros 10 kilómetros por el malecón y casi volver loca (D. Carlos) a la recepcionista con los cargos del desayuno. Nuestro primer objetivo era el pueblo de Becal, famoso por sus artesanías, en particular por sus sombreros de Panamá.

A la entrada del pueblo nos hizo el alto un chaval en bicicleta. Nos indicó si queríamos ir a la fábrica de sombreros que, según él era la mejor. Como suele pasar en estos casos, no le dimos mucho crédito y, cómo íbamos bien instruidos por el dueño del Rincón Colonial, le dijimos que queríamos ir donde Navarro. Que allí hacían los mejores sombreros y eran amigos de un amigo nuestro.

“Conozco Navarro pero…, déjeme que piense…” musitó el chaval que parecía confundido.

“Mira, llévanos donde Navarro y déjate de historias…” (Este nos quiere colocar donde le pagan comisión, pensamos).

“Bueno, les llevo pero yo creo que allí no es el sitio”.

IMG-20150302-WA0027Y dicho y hecho, en plena plaza del pueblo y en un soportal  recalentado por el sol ya en pleno esplendor, estaba la casa de Navarro. Y digo Navarro, y digo bien pues salió a recibirnos un hombre maduro y fornido con un bigote a la antigua usanza.

“¿Es Ud. Navarro el sombrerero? Venimos de parte de su primo el del Rincón Colonial (me he quedado en blanco con su nombre).

Tardó en reaccionar pues no debía de estar muy acostumbrado a las visitas, y menos de forasteros. Se oían gritos de niños correteando por la casa. Al menos esto hizo el silencio menos embarazoso. Y cuando parecía que iba a contestar, cuando su cerebro por fin encajó todas las piezas, no salieron palabras de su boca, sino lágrimas de sus ojos.

“El difuntito, mi papá el difuntito es a quien quieren ver…” sollozó

Claro, el difuntito” cayó ahora el chaval.

Vaya, lo sentimos mucho, no sabíamos…y parece que su primo de Campeche tampoco. Le acompañamos en el sentimiento” acertamos a balbucear

Pero, pasen, pasen, si vienen de parte de mi primo (¿Rodrigo?, podría ser). ¿Y cómo le va?” preguntó sonándose estruendosamente los mocos.

Mire, es que nosotros queríamos comprar unos buenos sombreros de Panamá”

“¿Tu eres torero?” esto ya se convertía en un diálogo de besugos “tienes planta de torero. Yo fui matador” e hizo un pase de pecho dando muestras de calidad y buen oficio en el arte de la tauromaquia.

pues no pero es posible que si tenga planta ¿Y el tema de los sombreros?

pues ni idea” y seguía dando pases lo que hacía la escena un poco surrealista (y más porque empezaron a salir mujeres con niños de la casa a admirar los pases) “pero vayan a la tienda de Josefina…”

Y allí nos dirigimos con nuestro guía. No estaba lejos la tienda de Josefina (al otro lado de la plaza), lo que estaba es llena de polvo pues sólo había un par de sombreros expuestos, una señora muy mayor un poco ida y un dependiente que debía de ser su hijo con pocas ganas de vender. Resultó que Josefina tenía Alzheimer (o eso deduje) y el dependiente, que era su hijo, lo que tenía ganas era de cerrar la tienda definitivamente pero no podía mientras su madre siguiera al pie del cañón (dicho de otra manera, mientras siguiera viva).

Ni tenían sombreros de 3 hilos, ni, por supuesto de 4 hilos. Y esto merece una explicación. Los sombreros de Panamá se hacen con las hojas de la palma que se dejan secar y se deshilachan. Lo máximo que se llega a sacar son 4 hilos, lo que hace el sombrero de una calidad mucho mayor pues los hilos son mucho más finos. Adicionalmente requiere mucha más horas de trabajo (hasta 1 mes de un artesano para los de 4 hilos extrafinos…algunos hablan de 5 hilos pero nos aseguraron que no es cierto). Como nos lo habían explicado en Campeche, íbamos como locos buscando el de 5 hilos (como quien busca el Santo Grial) pero las cosas no son tan simples como tratamos de hacerlas. Y luego te das cuenta que, en las tiendas comerciales, tienden a añadir un hilo al real para hacer su producto más competitivo.

IMG-20150302-WA0026Finalmente hicimos caso al chaval y fuimos a la fábrica donde debimos de ir desde el principio y allí nos explicaron el proceso de “pe a pa”. Cómo los trabajan en cuevas subterráneas para que la palma no pierda la humedad y se pueda trabajar más fácilmente. Cuantas horas necesita un artesano de este oficio que se transfiere de padres a hijos. Y, como no, por qué se justifica que un sombrero de 4 hilos extrafino te valga  ¡150U$!!!

Por supuesto, compramos el más caro; faltaría más. Aunque yo todavía no me lo he puesto para no dañarlo, lo guardo como oro en paño!

Campeche; enclave de piratas

Llegué con retraso al coqueto aeropuerto de Campeche, capital del estado del mismo nombre y una de las pocas capitales de Estado mexicanas situada en la costa. Esto está relacionado con un tema de protección de las mismas con objeto de evitar ataques marítimos que pudieran hacer sucumbir a los gobiernos locales. Sin embargo, rápidamente se ve por qué Campeche no parece temer esta posibilidad. Es que Campeche ha estado toda su historia, desde que Francisco de Montejo “el mozo” la fundó, amenazada por corsarios al servicio de España en un primer momento y piratas más adelante.

Es por esto que la ciudad vieja se haya rodeada de una tremenda muralla de forma hexagonal con baluartes de defensa en cada uno de sus vértices. De hecho es la única ciudad amurallada de todo México. No parecía fácil que cayera en manos enemigas, pero lo hizo y en varias ocasiones.

IMG-20150223-WA0016Como os decía, llegué tarde y entre recogida de bártulos en el aeropuerto, taxi y llegada al hotel me dieron las 10 de la noche. No es que sea tan tarde para el mundo en general, pero si lo es para D. Carlos Gil que normalmente a esa hora está empijamado y anda por el cuarto sueño. Pero no, ahí estaban mi padre y él esperándome en un restaurante cercano al Hotel Don Gustavo donde nos alojábamos. Y si bien habían cenado, aguardaron educadamente a que devorara una típica sopa de lima y un pan de cazón sabrosísimo (eso si, Carlos con palillos en los párpados para no dormirse). Incluso después de cenar nos dimos un paseo para bajar la comida por zócalo con sus soportales y la catedral (demasiado barroca para mi gusto). Luego le dejé retirarse…

Me levanté con ganas y a las 8 estaba corriendo por el malecón donde han habilitado un circuito de casi 5 kms para bicis y runners. También me encontré con mi padre “andando rápido” imagino que poseído por el espíritu de Carlos Gil que nos citó a las 9 ya desayunados y aseados en el lobby del hotel…bueno, al final fue algo más tarde pero allí estuvimos para visitar los baluartes que rodean la ciudad y acabar comiendo en unos chiringuitos al final del malecón (claro está mariscos; jaiba, ostiones y pan de cazón con, como no, cerveza Montejo y tequilas). En eso estábamos cuando veo pasar a 2 chavales (ya maduritos) con la camiseta oficial del Atleti (con la publicidad de Azerbayan y todo). Ne me dio tiempo a fotografiarme pero les seguí el rastro hasta donde un equipo con la equipación rojiblanca se batía el cobre contra una escuadra local. Incluso nos dió tiempo a cantar un gol de un delantero robusto que recordaba a Jesús Gil en sus años mozos (bueno, no tan mozos..). Me acordé de mi amigo David que colonizó las islas griegas con el equipo de su «Sifnos» vistiendo tan gloriosos colores (hay pruebas gráficas en “madrileños por el mundo”)

IMG-20150223-WA0012Ya por la tarde, tras la siesta de rigor, nos dimos un paseíto por la calle mayor (no serán más de 500 metros) de puerta mar a puerta tierra. Y allí nos guiño el ojo un bar que parecía salido de otro tiempo: El Rincón Colonial donde entramos sin dudarlo y pedimos las respectivas chelitas. Dio tiempo a que una joven embriagada (por el alcohol) cayera de bruces sobre D. Carlos que casi ni se inmutó antes de que el dueño del bar se acercara para departir con nosotros. Fue animándose la conversación y adentrándose en temas que empezaron a interesar de sobremanera a mi padre que empezó a hacerse su propia película (es muy versado en temas del narco). Así, dio por hecho que este hombre era el que cortaba el bacalao en la ciudad que era uno de los capos  de la droga hacia ¿EEUU?. A todo esto nos contó que llegó a tener 2 barcos mariscadores pero que los tuvo que vender cuando faenando por la costa de Tampico los capos locales le pidieron “derecho de piso” para seguir pescando. Y las sospechas se multiplicaron cuando nos dijo que en Campeche no había problemas porque todos se conocían…y cuando llegaba un forastero era vox populi

IMG-20150223-WA0018 “Toma, este es el Jefe de jefes…y aquí está charlando tranquilamente con nosotros; la de jugo que le voy a sacar” nos confesó mi padre posteriormente que pensó

También nos explicó como Antonio Banderas había rodado allí ”nosecual” película (creo que con Angelina Jolie). A esto, que él le daba mucha importancia, la verdad es que nosotros le dimos menos.

Pero el culmen vino cuando nos empezó a hablar de Roberto Hernández, personaje de los “quien es quien” en México pues vendió Banamex (que se lo había quedado con oscuras tretas cercanas al poder) al Citybank por una fortuna. Parece que ahora se dedica a comprar haciendas y casas con encanto en el Yucatán y convertirlas en hoteles de lujo…y casualmente el hotel Puertatierra (enfrentito mismo) era suyo.

¡Qué magnífico lavadero de dinero son los hoteles!!! Puedes invertir lo que quieras y por mucho dinero que pierdas puedes declarar beneficios, pagar con gusto los correspondientes impuestos y blanquear la pasta…cuanto más vacío mejor! Y de hecho éste lo estaba; era una maravilla con una piscina que zigzagueaba entre las antiguas ruinas de la hacienda como no he visto ninguna…pero a 500€ la noche en Campeche…no debe de ser fácil hacerlo rentable…¿o si?

Hasta yo me estaba interesando en la historia (eso si, sin la exaltación que observaba en mi padre) cuando a Carlos le dió un ataque de prisas y tuvimos que dejar el Rincón, a su dueño y sus historias que ya nunca oiremos acabar. Tampoco estuvo mal la alternativa porque la Pigua es, sin duda, el mejor restaurante de Campeche. Ni tampoco fue malo su tip para ir a comprar los sombreros de Panamá en el pueblo de Becal, camino a Mérida, donde un primo suyo nos indicaría donde adquirirlos…pero eso ya formará parte de otro post.

 

¡Qué bonito es Santiago en veranito!

Que emoción llegar a Santiago tras casi 4 años de ausencia…y que buen momento llegar en diciembre, cuando más bonitos son los días anticipando el veranito…y cuando hace tanto frío por Europa.

Y eso que había tenido un viaje movidito en el vetusto avión de Aeroméxico que hace el trayecto del DF a Santiago por la noche. Me tocó además al lado un señor muy simpático que había (casi) perdido una pierna en un accidente de moto 9 meses atrás. Esto me lo contó con pelos y señales, sin ahorrar detalles en las 4 infecciones posteriores que había sufrido y las 14 intervenciones que llevaba en la pierna. También como, todavía en el asfalto y con la pierna agarrada sólo por piel, llamó a su mujer para decirle que no iba a llegar a comer. Incluso con un gracejo más andaluz que chileno, me contó cómo le contaron que le iban a tener que cortar la pierna. Al final la salvó de milagro porque un médico (de origen alemán, hijo de emigrantes tras la WWII…¡vaya el hijo de Mengele imaginé!) le dijo de manera seca, incluso agresiva, que si había alguna vena de la que pudiera tirar, alguna aprovechable, él le salvaba la pierna. También le dijo que para cómo iba a quedarle la pierna, casi mejor cortarla. Y así fue, se la salvó pero…y mira que el hombre tenía buen humor y ganas de enseñarme la pierna. Mientras se quitaba la malla para explicarme los injertos que le habían hecho de masa muscular del glúteo (si, del culo) de la otra pierna, yo iba poniendo cara de circunstancias. Al principio, esa condición humana entre curiosa y morbosa, me había hecho interesarme. Sin embargo ya había pasado la frontera en que la curiosidad se había tornado en algo desagradable. No me gustaba el torrente de naturalidad impúdica pero tampoco sabía cómo pararla. Este hombre se había convertido en un torbellino dispuesto a contarme todos los detalles de su operación y, lo que es peor, sus múltiples infecciones que le tuvieron al borde del colapso en más de una ocasión. Os imagináis lo que es que os cuente que la pierna se le puso como un morcón ibérico que explotó como un grano saliendo toda la infección (la pus) disparada. Que tuvo suerte porque si en lugar de salir la infección hacia fuera se hubiera esparcido por su cuerpo vía el torrente sanguíneo no hubiese durado más de 2 horas…

Y claro, trajeron la comida…y yo había pedido raviolis con salsa boloñesa que, entre que estaban viscosos y lo que tenía al lado…me dieron la noche. Me hice el dormido rápidamente para evitar más interacción (mira que siempre trato de correr un tupido velo con mi vecino de asiento…y más si hay noche de por medio…)

IMG-20150210-WA0015Relajado ya, tras una reparadora ducha en el Intercontinental de Santiago, empezaron 3 jornadas maratonianas de trabajo con visitas a bodegas (almacenes, no os creáis lo que no es), interminables reuniones con nuestros socios locales y visitas junto con nuestros amigos de Bestseller a los que traje las pertenencias olvidadas en el hotel de Santiago. Y resulta que la mayoría de las prendas que traje no eran suyas…se habían equivocado en el hotel dándome prendas de otro huésped…que desastre!!! Y para eso tuve que dejar media maleta en el DF!!!

Tanto la primera noche la cena en el “Aquí está Coco”, restaurante tradicional de mariscos que no conocía (me lo había recomendado mi compañero de asiento en el avión), como la segunda con nuestros amigos daneses en el Astrid y Gastón (Gastón Acurio tiene la gracia de que siempre acomoda su cocina en cada país a los productos nativos) disfrutamos de los mariscos y pescados chilenos; incluso de la carne en un plato de Gastón llamado algo así como “vaca entera”. Se come bien en Santiago (aunque no barato).

IMG-20150210-WA0016 (1)Y me parece muy agradable volver al hotel desde Las Condes a Vitacura paseando a la orilla del Mapocho que baja con una fuerza impresionante. Especialmente en un canal pegado al hotel Radisson que asusta de pensar que pasaría si alguien se cae. Y es que el agua baja de la cordillera con una fuerza brutal. Es probablemente la presencia permanente de la cordillera lo que le da carácter a la ciudad.

Bueno, eso y los terremotos…aunque esta vez no me tocó…

Y me iba de vuelta para México cuando me llaman desde España para decirme que Aeroméxico ha retrasado mi vuelo…en lugar de salir a las 11 de la noche saldría a las 5 de la mañana…Ahí es nada!!!

Lo que vimos en el mercado de Sonora en el DF

Seguimos en el DF…..

La guía nos mandó luego a la calle donde se encuentran las tiendas de libros usados. Lleva mi  padre tiempo buscando una biografía de un tal Santos (un cacique local) que no acaba de localizar y que va a seguir buscando porque tampoco la encontramos. Siempre me gustan mucho las tiendas de libros y estaría horas revolviendo en ellas. Curiosa una revista de los años 50 llamada Maravillas de España dedicada a Barcelona y donde, sobre todo, se destacaba su españolidad…corridas de toros y el zoo eran las máximas atracciones junto al Tibidabo; ¡qué lejos estaba de ser lo que es!

mercadosonoradfFinalmente, el highlight, era visitar la zona de mercados situadas al Sur del Zócalo. Cada mercado tiene una especialidad y entre un gentío impresionante (os recuerdo mi incapacidad ese día para las aglomeraciones) alcanzamos nuestro objetivo: el Mercado de Sonora, famoso por el esoterismo y la venta de animales (los animales los venden, como nos confirmó el taxista que nos llevó posteriormente al hotel, para los conjuros o hechizos).

Los chamanes buscan de esta manera, con técnicas similares al vudú, causar mal en  aquellas personas a las que se quiere perjudicar. Nos contaba el taxista que había trabajado de ayudante con uno y que él no creía pero que prefería no hablar por si acaso; que del acojone se salió rápido y que lo que vio se queda para él. Para los caldos, aparte de vísceras de animales, utilizan también muertitos que roban de cementerios (algún escándalo importante hubo con este tema).

mercadosonoraNo sólo están para cosas feas; también hacen “limpiezas” de las impurezas que acarreamos. Buscamos el puesto de Doña Margarita, muy recomendado por la guía pero parece que esta hacía tiempo había fallecido por lo que no pudimos sanearnos como me había convencido mi padre para hacer. También buscamos el puesto de venta de jabón de Cacahuanante que, parece ser, utilizaba la actriz María Félix para lavarse el cabello (famoso era su pelo). También había fallecido (difuntita) la que aparecía en la guía (un poquito descatalogada) pero encontramos otro que lo vendía.

Mi padre compró para Emma y Paula lo que impregnó la maleta a partir de ahí de un olor muy característico. No os puedo explicar exactamente que es  el cacahuanante ni si tiene efectos positivos para el pelo. Allí está en mi cuarto de baño porque no consigo que Paula lo use, creo que lo acabaré probando yo.

En fin, a la salida me despedí de los chivos que esperaban ser cocinados en calderos gigantes de chamanes. Me preocupó ver cachorritos monísimos de perros junto con los gallos. Su futuro no era nada alentador. El nuestro sin embargo si pues teníamos comida prevista en la Hacienda de los Morales con Jorge & familia; era sin duda lo mejor para mi estómago. IMG-20150128-WA0001Tras una magnífica comida en la Hacienda (sigo impresionado por la capacidad de beber tequilas de mi padre que coronó con un pedazo puro en la terraza) volvimos caminando por Polanco hacia el hotel. Mira que el tema en México se está complicando…y mucho (sin ir más lejos a Yuri le robaron la camioneta de Logis a punta de pistola la semana pasada) pero…lo cierto es que nunca me ha pasado nada y tampoco he tenido sensación de peligro (cruzo los dedos….)

Recordé que me habían pedido un favor los clientes daneses que nos habían visitado la semana pasada. Resulta que habían olvidado un par de cosas en la lavandería y como les vería la semana siguiente en Chile me pidieron el favor de recogerlas y llevarlas a Chile ¿Tienes espacio en la maleta?” “Sí, hombre, no te preocupes” respondí iluso pensando que hablábamos de 2, 3 cositas. “Pero, ¿cómo puede haberse olvidado este hombre todo esto?” se sorprendió mi padre cuando en la recepción me sacaron lo de la 517: 6 camisas de vestir, 2 pantalones, 2 camisetas, 1 chaleco y una bolsa de ropa interior….además un iPad  “…¡se habrá vuelto con la maleta vacía!, ¿cómo no se ha dado cuenta….?

 

Con mi padre en el DF profundo…

Os dejé en el último post despertándome en el hotel del DF a una hora sin duda demasiado temprana y con una tremenda resaca después de la Guadalupana. Está claro que a cierta edad los excesos se pagan.

IMG-20150128-WA0000No serían ni las 8 cuando mi padre me llamó a la habitación. Sin duda fruto del jet lag pues no he visto a mi padre levantarse tan temprano desde que yo iba al colegio…y ya llovió…

“Arriba que vamos al Centro siguiendo las indicaciones del libro que me he comprado sobre los comercios tradicionales del Centro del D.F.”

Dicho y hecho, la verdad es que no había dormido mal pero me encontraba espeso, con un permanente movimiento en la cabeza y, por ende, en el estómago. Me costaba centrar las ideas así que asentía estúpidamente sin lograr concentrarme. Más aún en la tarea imposible de hacer a mi padre entender el por qué utilizar internet vía la WiFi del hotel era gratis y que no le iban a cobrar a él ni a quien le mandara whastapp…aunque se los mandaran desde España.

Por llevar la contraria a la mafia del taxi español pedí un coche de Uber. La verdad es que funciona bien pero no deja de ser bastante más caro que los taxis normales en todas las ciudades donde los he usado. En México juegan con el tema de la seguridad (cada vez más jodida…las cosas como son) y que los taxis que encuentras en la calles están “vueltos mierda” (expresión muy de Villa). En fin, caos total esa mañana de sábado en el D.F porque estaba cortado el Paseo de la Reforma ¿?. No mintáis, todos sabéis lo molesto que es ir en coche con un resacón como el que tenía…y todo se acrecienta con los atascos, sudores fríos por el calor…en fin, muy desagradable y no viendo el momento de llegar a destino que nos llevó cerca de una hora.

IMG-20150128-WA0002Ya en la calle Tacuba, intentamos entrar en el famoso Café Tacuba para meterle algo al cuerpo y asentarlo pero, como suele ocurrir en México, el restaurante estaba lleno a pesar de la hora (no debían de ser ni las 10 y siempre hay gente comiendo en México, el concepto de horas de cocina no funciona como en España, lo cual está muy bien). En fin que nos dejamos caer hasta el zócalo, subimos al reformado hotel México para contemplar las vistas (también el restaurante del último piso estaba lleno pero nos dejaron entrar para contemplar la imagen del zócalo desde arriba). Fuimos perseguidos por un guardia de seguridad que se subió 3 pisos corriendo para cortarnos el paso casi sin aliento; “Oiga usted que sólo nos hemos detenido en este piso para echar un ojo a las habitaciones”. Curiosidad malsana que tenía que ver con el nivel de rehabilitación llevado a cabo en el que fue hotel de lujo de la ciudad de México pero que sufrió un proceso de deterioro importante durante el siglo XX y ahora quiere volver a ser lo que fue.

Entramos en la centenaria tienda de sombreros Tardán con su lema también centenarios “De Sonora a Yucatán, todos llevan sombreros Tardán”. Resulta que mi padre con la edad se ha convertido en un fanático de los sombreros que considera un símbolo de elegancia suprema. A mi me gustan los de Panamá para el verano pero me cuestan los de invierno aunque calentitos si que son.

Es más, leía el otro día que ahora se han puesto muy de moda; ya me veo manejando sombreros en Logisfashion!

 

 

La Guadalupana con el equipo de Logisfashion México

Os dejé en Bogotá en mi último post saliendo para México. Llegaba una mañana, me recogían del aeropuerto y tenía que ir rápidamente al almacén de Logis pues llegaban unos buenos clientes daneses con los que estamos trabajando para ofrecerles todo el servicio de su puesta en marcha en Latam…proyectazo!

Iris con su bólido me había de recoger a las 13:30 y ahí empecé a recordar lo que era la Guadalupana en el DF. Como era 11 de diciembre y el día 12 se celebra la Virgen y la aparición de la misma ante el indiecito Juan Diego, las calles estaban colapsadas por la llegada de miles de procesiones de devotos que, en todos los medios posibles (incluso de rodillas) procesionan desde todo el país hasta la basílica de la virgen. Y es que en la víspera más de 1 millón de personas se reúnen para pedir milagros, dar las gracias o simplemente dar aliento a la misma. Os podéis imaginar el colapso en el que se torna el ya de por si caótico DF.

Vuelvo a la recogida, que fue tardía, que el salir del aeropuerto es una caos de difícil explicación (hicieron una autopista que circunvala la ciudad y llega al aeropuerto pero la conexión entre ésta (de nombre mexiquense) y el aeropuerto es complicadísima pues no hay carteles indicativos y has de entrar en una maraña de calles por barrios además poco recomendables…Pues bien, Iris llegó tarde, olvidó donde aparcó el coche, perdió el ticket y, como es lógico, se perdió en las calles colapsadas a la salida del aeropuerto. A eso de las 15:30, cuando volvíamos a pasar por delante del aeropuerto, le dije a Iris de comenzar de nuevo: “Iris, déjame de nuevo en el aeropuerto, me bajo, hacemos que me vuelves a recoger y nos olvidamos de estas 2 horas…”. Pero Iris, como buena comercial, es terca y siguió preguntando a diestro y siniestro como salir de ahí…barrios cada vez más bravos ¿Iztapalapa? Y al final se subió un señor gordito al que le preguntamos y que ciertamente parecía inofensivo pero esto es México señores…

En fin, el señor consiguió que le lleváramos a su casa y ahorrarse el transporte público y nos dejó igual de perdidos que antes. A todo esto Yuri nervioso con los daneses en el almacén…hasta que, finalmente a las 17:30 y 4 horas después de aterrizar allí llegamos.

IMG-20150118-WA0004Eso sí, la reunión fue exitosa y la celebramos con una maravillosa cena en el “Dulce Patria”, uno de mis restaurantes favoritos de Polanco y donde, probablemente, sirven las mejores sangritas caseras. Creo que fue un magnífico cierre para un gran día y un cliente que puede ser uno de los más importantes de Logisfashion en Latinoamérica si consiguen (y lo harán porque conozco bien a quien lo va a gestionar y es un fenómeno) cumplir su plan de desarrollo en América (Chile, México, Panamá, Brasil…)

IMG-20150118-WA0006Y el día 12 se celebra siempre en Logis la Virgen que coincide con la comida de navidad. Hacía tiempo que no estaba en México para la virgen y muchas cosas han cambiado desde mi última guadalupana 3 años atrás (recordada por los bailes de Rafa…y los míos). Porque resulta que se come y se bebe mucho (entre que nos regalaron buen tequila nuestros abogados que debían velar más por nuestra salud mental, que la cerveza por ahí estaba y que yo llevé varias botellas de Clos Abella). Así llegaron los parlamentos y Yuri tuvo a bien que dijera unas palabras donde ya noté que la lengua me resbalaba un poco (espero que ahí solo lo notara yo). La cosa fue a peor en los bailes donde no recuerdo tantas cosas como quisiera. Eso sí, recuerdo que bailé y mucho…lo cual en mi es preocupante. Y sobre todo recuerdo como me dolía la cabeza a la mañana siguiente, cuando mi padre me llamó para ir a visitar el Centro profundo del DF…pero eso os lo cuento en el próximo post.

Bogotá…ciudad difícil pero me gusta

La verdad es que Bogotá es una ciudad bastante inhóspita. No le quito mérito al desarrollo que ha tenido en los últimos años con la apertura, es verdad, de un gran número de restaurantes adaptados al gusto moderno; restaurantes mediterráneos, franceses, más tradicionales, cervecerías artesanas…vaya, lo que se entiende por desarrollo, lugares pulcros con una comida aseada que te encuentras en todas las grandes capitales.

Como decía, esto es indudable pero voy a mi frase inicial; Bogotá es una ciudad inhóspita porque cuesta cogerle el tranquillo. El clima no acompaña…normalmente nublado y frío (la altitud no es como en México que suaviza las temperaturas, tal vez porque hablamos de 2600 y no 2200 metros de altitud) y se te cala hasta los huesos haciendo que uno se constipe con bastante facilidad. Tampoco ayuda que esperes otra cosa y no vengas preparado o que las casas no estén tan preparadas como en otros lugares más fríos… ¿Y el tráfico? Ay, el tráfico…no salgas en hora punta del Chicó porque estás muerto. No es sólo que haya mucho tráfico sino, y sobre todo, que faltan vías de comunicación (para ir del norte del país al sur has de cruzar por el centro de Bogotá) y no hay metro… ¿una ciudad de 8 millones de habitantes sin metro? Pues sí, imaginad lo que puede ser eso.

¿Y el business? Pues tiene buena pinta. Logisfashion Colombia va tomando forma. Ya tenemos la sociedad constituida junto con un socio local y esperamos empezar a funcionar a partir del mes de abril. En breve empezaremos a desembarcar y a poner en marcha cosas. En este último viaje aprovechamos para ver las diferentes zonas francas de la ciudad (un concepto interesante éste que no se ve en todas partes) y la verdad es que están haciendo unos desarrollos muy interesantes que falta redondear con unas infraestructuras adecuadas. Estoy convencido del potencial del país y lo mucho que puede desarrollarse Logisfashion en el mismo.

IMG_1500Pero bueno, a mí me gusta y más estando Carlitos por allí que nos lleva a los sitios de moda. Magnífica cena nos pegamos durante mi último viaje en el gran Harry Sasson (que no tiene nada que ver con Vidal y, de hecho, está entre los 50 mejores de Latinoamérica según la guía Restaurant).

Eso sí, en precios no esperéis chollos. Bogotá es también una ciudad cara. Caro en vivienda (obvio en la zona buena que es donde quiere vivir la gente con pasta), caro en restaurantes y caro en hoteles. Gracias al encanto de Pere con las relaciones de los hoteles, conseguimos una muy buena tarifa en el Exe Bacatá de Eurostars (muy bien situado sobre el parque de la 93 y recientemente inaugurado). Y todo pinta bien en el hotel pero…algo falla, como que hay demasiadas cosas pequeñas que no acaban de funcionar y te sientes incomodo…tienen una maravillosa terraza donde “se puede fumar!!!” mientras te tomas una cerveza (no es baladí en Bogotá donde han llevado al extremo la cruzada contra los fumadores) pero resulta que cierra a las 22 horas, tienen un gimnasio apañadito pero las máquinas de correr se paran a los 5 minutos de empezar por falta de mantenimiento (ya me ha pasado en 2 viajes diferentes) y con una preciosa piscina en la azotea que creo que jamás nadie ha utilizado ni utilizará (por el frío). Eso sí, el desayuno es muy bueno (aunque el hotel está lleno de españoles…ummm punto negativo).

¿Y el servicio? Desbordado, atento pero desbordado…raro es que en América te encuentres un servicio con tan poco personal cuando la amabilidad y la cantidad de servicio es siempre una de las grandes virtudes. ¿Mentalidad española en la gestión? También he de decir que el gerente (español) un 10, supliendo las carencias del servicio y de la infraestructura.

IMG_1486Aunque para anécdotas la que me contó Carlos sobre el hotel Nogal que es el club de la alta sociedad bogotana (donde, como no, Carlos nos invita a ver los partidos de fútbol cada vez que vamos y donde estuve yo la primera vez que fui en noviembre del 2013 invitado a dar una conferencia sobre estrategia en las empresas textiles). Pues resulta que hay gran polémica porque un “hombre de negocios” mexicano de visita en la ciudad fue encontrado muerto. Y no por intoxicación etílica sino por un mal funcionamiento de la calefacción que envenenó el ambiente…glubs…y yo dormí allí con Paula (¡espero que no en el mismo cuarto!!!)

El Mortons de Shanghái con Cristóbal

imageCuando llevas una semana en la India y llegas a Shanghái lo primero que quieres hacer es buscar un restaurante donde tomarte un buen pedazo de carne. Y eso fue exactamente lo que hice, nada de experimentos ni de comida china, carne, cuanto más grasienta y sanguinolenta mejor que mejor.

Probablemente, había sido un buen presagio la reunión con nuestro partner en Shenzhen, que no solo nos enseñó la nueva FTZ de Qianhua donde seguramente empezaremos a operar y que es una buena alternativa a los precios prohibitivos de almacenes en Hong Kong, sino que al despedirnos su adlátere nos entregó una caja a Alvaro y otra a mí con lo que definió como una “masterpiece para sellar nuestra amistad”.

Esto es muy chino y sin abrirlo le mandé un mensaje agradeciendo la amabilidad y sobre todo la preciosa y delicada obra de arte que nos había regalado.

imageWhatsapp de Álvaro al llegar al hotel:

¿pero tú has visto lo que nos ha regalado el personaje este?”   Sin comentarios…

Justo coincidió que estaba por esos lares mi buen amigo (y peor cliente…micro cliente lo tildó alguna vez alguien que le aprecia mucho) Cristóbal. Hombre de buen vivir y mejor comer, me esperaba ávido haciendo hueco entre su ocupada agenda de Teppanyakis en Hangzhou y pizzerías en Shanghái (más alguna que otra reunión con El Corte Inglés).

No recibí menos de 5 mensajes para conocer mis coordenadas y saber cuándo llegaría para ir a cenar.

Macho, yo tengo que pasar por el gimnasio que tengo que quemar el chuletón que me voy a comer…” y es que sólo pasaba una noche en Shanghái y no me pierdo el gym más la saunita del SPA del Intercontinental…hay que amortizarlo “Vamos a ir a una pizzería que conozco cerca del hotel….blablablá” . Déjalo Cristóbal, hoy vamos a comer carne, elige sitio que invito yo” “Ahh, invitas tú…” se le iluminaron los ojos…”carne…mmmhhh….¿el Mortons?” Es probablemente el sitio más caro de carne pero la verdad es que la carne es deliciosa….y no estaba para muchas bromas, quería carne y punto. Ni siquiera tuvo que utilizar su viejo truco de: “hoy pagas tú que yo pagué la última vez…” “¿Cómo? Si pagué yo….” En ese caso, si no cuela, responde hábilmente: “bueno, pagamos a medias…y no discutimos…” y sigo esperando que alguna vez pague él… todo con mucho cariño, claro está, porque cuando estas cosas se hacen con gracia sólo queda aplaudir y sacar la cartera…. Joder!Vaya cena nos pegamos. Y como no era cuestión de ponerse pejiguero, lo bañamos con un Marqués de Riscal Reserva a 80 euracos la botella. Ya saciados, mi amigo que de esto sabe un huevo, me medio convenció para montarnos en la India.

“Juan, tú necesitas a alguién como yo para dar el salto…con mis contactos y mi savoir faire”

Todo me lo decía mientras encendía un Montecristo (¡que narices, por un sitio donde te puedes fumar un puro después de una comilona así!) y nos servían una copa de coñac francés. Para el puro me comió la oreja a mí, para el coñac al camarero preguntándole por el dueño del restaurante al que, seguramente no conocía, pero su seguridad nos hizo pensar a todos que eran íntimos. Ya saciados y chispados (y después de una cuenta (maidan) con un 3 delante y más de 00 después), nos dirigimos al Apartment (lugar de culto en Shanghái aunque sin poder sustituir 100% al desaparecido Velvet) donde no había mucha gente pero si un grupo de modelos celebrando con sus amigos lo que interpretamos era el cumpleaños de alguna.

image“Bueno, macho…hoy pagas tú que yo invité la última vez que salimos de copas….”

Lo dicho, UN PROFESIONAL….

India más profunda y el Taj Mahal

Qué bárbaro la visión del Taj Mahal cuando cruzas el arco de entrada construido precisamente para eso, para que no tengas visión parcial sino que te lo encuentres “de repente”… y en lo alto, para que destaque sobre todo y sólo el cielo detrás le sirva de marco.

IMG-20141206-WA0003Dicen que cambia de color según la luz del día pues el mármol es de tanta calidad que repele cualquier elemento salvo la luz, y por eso se conserva igual que cuando lo construyó el cuarto emperador mogol en honor a su segunda esposa (de nombre Mahal) para que sirviera de sepulcro poco después de su muerte. Incluso planteó construir al otro lado del río uno muy similar donde reposaría él pero no tuvo mucha suerte ya que su propio hijo lo destronó y le encerró en el fuerte de Agra impidiéndole cumplir su último deseo. Aunque en cierto modo fue condescendiente con su padre porque no es mal sitio para estar encerrado y, por cierto, la vista del Taj Mahal es espectacular desde sus diferentes palacios.

Eso sí, para llegar a Agra, ciudad donde está situado el Taj, desde Delhi hay 2 opciones (contrastes de la India); la nueva Safeway que es una moderna autopista de peaje recién construida por donde apenas pasan coches y por donde se lanzaba en su pequeño bólido nuestro chofer Sij Ranjeeb ( el tema baches no lo tienen muy logrado) y la vetusta autovía por donde volvimos al día siguiente (por cierto también de peaje) donde estuvimos a punto de matarnos en varias ocasiones por: atropello de motoristas que se cruzaban a pesar de nuestra endiablada velocidad (no íbamos a más de 100kms/h pero os aseguro que parecía que íbamos a 200…), baches y badenes puestos para joder, vacas suicidas y, por supuesto la locura de nuestro chofer y de todos aquellos que nos cruzábamos que pensaba que el otro carril es tuyo si tocas el claxon.

IMG-20141206-WA0004Agra no tiene mucho más que el Taj y el fuerte, eso sí, entre el viaje que se hizo eterno (especialmente la salida de Delhi pues decidimos pasarnos por un mall para ver tiendas…tema meramente profesional aseguro), el viaje ya de noche por esos lares donde en cada kilometro hay una sorpresa y la llegada al hotel reservado y pagado por Alvaro donde nuestra habitación no existía y nos pasaron a otro (increíblemente mejor) y blablábla con siempre mucha gente acompañándonos que, como no, esperaban unas rupias. Y al día siguiente lo mismo con el guía que nuestro chofer se empeñó en buscarnos que no llegaba y le dijimos que tirara para el Taj pero este ponía todo tipo de excusas hasta que llegó y luego nos dio la vuelta a hurtadillas porque debía de ser ilegal y tuvo que pagar mordidas y al final nos dijo que no tenía sentido que nos acompañara al Fuerte donde queríamos ir pues se veía mejor solo y cuando salíamos del fuerte nos lo encontramos con otro grupo de turistas…en fin.

IMG-20141206-WA0000Pero lo mejor fue la visita a la cercana ciudad de Fatepuhr Sikri; que en su momento fue capital del rey Mogol Akhbar y construyó tremendo palacios y mezquitas pero que, finalmente se abandonó porque no había agua…¡fallo de cálculos! Aquí batimos el record de guías acompañantes; el primero nos recogió en un parking a un par de kms de la ciudad donde te hacían dejar el coche, negoció la tarifa y nos acompañó a la ciudad donde le dijimos de comer en un sitio que aparecía en la Lonely (comimos bien por 5€ en total e incluso nos planteamos echar una siesta a 5€ la noche en el hotel…Dios mío, había que ver la habitación!). No apto para muchos remilgos.

Mientras comíamos nuestro guía nos dijo que venía su tío que era el experto en el área palaciega de la ciudad para darnos el tour. Así fue, se le veía senior y experto pero ni puta idea de inglés con lo que…estoy medio sordo y me cuesta mucho entender a los indios en inglés…de poco importaba su know how (eso sí espectacular como vivían…ahh y tremendo el cartel de guías autorizados a un precio que era 3 veces más barato que la cantidad hábil y previamente negociada por mi). Luego le dio el relevo a un muchacho que alardeaba de hablar español (como yo indio) que nos dio la vuelta por la mezquita y, como no, nos llevó a una esquina donde sus colegas vendían “artesanía” que hacía su familia y por eso era un chollo. Impresionante como te separaban del grupo al que veían más débil para que no te ampararas en la manada para no comprar…al final acabamos comprando una cosa para poner velas que, por cierto, estaba en todos los puestos del camino de vuelta a un precio mucho más económico.

IMG-20141206-WA0002Aunque el que nos dió una lección fue el chaval que se nos pegó al final. Nos pedía la entrada porque nos explicaba hacía postales con la foto. Alvaro que es agarrado como si fuera catalán (aun siendo de Bilbao) se negaba a dársela. Yo le quise dar 20 rupias para que nos dejara respirar y me dijo que no aceptaba limosnas, que era un business man.

Como no, al final me ganó y le compré unas postales que nunca hubiese adquirido por 100 rupias…y consiguió la entrada de Alvaro, como no podía ser de otra manera…chapeau!!!!