Fundamental es la visita a San Juan Chamula; los chamulas son una variedad de los Totziles (no sé si variedad es la forma de definirlo pero queda mejor que tribu…). Se caracterizan (en general todos, pero los chamulas quizás en mayor medida) por una curiosa forma de ejercer la religión; si bien son católicos, son animistas y evangelistas pues adoran a San Juan Bautista por encima de Jesús. Se podría decir que sus ritos han reinterpretado la religión de sus ancestros, junto con las imposiciones religiosas de los conquistadores.
El sincretismo se observa nada más entrar en la iglesia de San Juan; los santos se exponen en vitrinas a lo largo de toda la nave y son venerados por los fieles. Para ello, encienden cientos de diminutas velas, queman incienso generando nubes, les ofrecen comida y Coca Cola y algún que otro sacrificio de pollos. La nave está desnuda, no hay bancos, y todo el suelo de la iglesia está lleno de hojas de pino como ornamento. Los fieles se agrupan en torno al mayordomo (cargo similar, por lo que entendí, a un sacerdote) y se dedican a compartir una botella de un trago mortífero que llaman posh. Como lo hacen sentados en el suelo, ellos con una especie de túnica de lana de borrego negra y ellas con sus chales coloridos y los niños revoloteando, parece más un botellón que un acto religioso.
Entablé conversación con un hombre que estaba sentado en lo que parecía un confesionario y me confirmó que, cuando un santo se porta mal, le dan la vuelta y lo castigan mirando a la pared. Este hombre estaba eufórico (primero pensé que de hablar conmigo pero en breve me di cuenta el porqué). El mayordomo de su grupo se acercó con una botella de posh acompañado del que hacía las veces de monaguillo que traía una cesta colgada con vasos, y se puso a ofrecer posh a todo el grupo. Por supuesto, no pude negarme ante tanta hospitalidad y os aseguró que la graduación alcohólica es alta. Lo toman tipo chupito, de un trago. Mi amigo (que a pesar de casi no hablar español se llamaba Andrés Jiménez Gómez) seguía muy entretenido conmigo y escupiendo al suelo cada 2 palabras. Todo el grupo, incluyendo mujeres cuchicheaban y se reían por lo bajo de la situación hasta que el mayordomo se puso serio y todos se levantaron y empezaron a rezar en lengua totzil perfectamente alineados delante de la imagen de la Virgen de Guadalupe….he de decir que entre el posh, la penumbra de la iglesia, el monótono ritmo de la oración y la humareda producida por el incienso me pareció un momento muy, muy místico….¿era eso lo que vine a buscar a Chiapas?.