Esta semana no viajo, pero si rescato mis notas y os cuento lo que vi hace unos meses en el Bread and Butter en Berlin. Vaya por delante que no soy un fanático de las tendencias; al final me mueve más el impulso comercial y, sobretodo, ver quién puede decidir en el futuro.
De todas maneras, realmente me impresiona el derroche de ingenio y tontería que uno se encuentra en esta feria. Al final del día te encuentras con pocas cosas originales y mucho de lo original es sólo eso, original pero poco más. Los de siempre prevalecen; aquí sí que contamos con buenas empresas españolas (Custo, Pepe, Desigual) que junto con las italianas son de lo mejorcito en la feria. Desgraciadamente, entre los new arrivals poquitos españoles. Cabe destacar que de 2.500 expositores solo hubo 23 empresas españolas; me costó encontrarlas, yo no conté más de 10. Me gusta la propuesta de Munich, Naturalista, Skunk Funk y By Basy.
Me llamaron mucho la atención los maniquíes de Bjorn Borg y una marca noruega que vendía trajes de una sola pieza para estar en casa. Como cosa rara: el stand de Tommy con su piscina transparente poblada de modelos (ellas) sin curvas y (ellos) fanáticos del gym y el de Lonsdale con 2 boxeadores (uno negro y uno blanco) en un cuadrilátero currándose de veras (incluso sangrando…).
Por otra parte, Berlín espectacular; lo único el stress generado cada vez que quería pillar un taxi….. pero es una ciudad a la que volver.
Un abrazo,