Hace ya 4 meses de mi último viaje a Brasil. Como podéis imaginar es un país al que me encanta viajar y trato de ir, al menos, un par de veces al año. Actualmente, tenemos operaciones a través de un partner en Sao Paulo. El nivelazo de la ciudad es impresionante y las ganas de consumir y de pasárselo bien recuerdan a las épocas doradas del pelotazo en España. Si puedo, el fin de semana me escapo a Rio donde, sólo pasear por sus playas, merece la escapadita. El objetivo nuestro es poder montar algo más estable, un almacén permanente con socios locales. El problema es que eso exige inversiones y apostar porque el crecimiento actual se vaya a mantener en el futuro.
Hay cosas de Brasil que me dan miedo, mucho miedo. Cuando llegas a una ciudad como Sao Paulo y ves que todo es mucho más caro que en Nueva York, empiezas a actuar conalgo más de cautela. Como decía aquel torero insigne, El gallo, “lo que no pué ser no pué ser y, además, es imposible”. Desgraciadamente en esta España nuestra ,y aunque seguro que dentro de 10 años se nos habrá olvidado, sabemos perfectamente lo que es una burbuja….y lo que pasa en Brasil huele a eso: que los hoteles “aceptables” no bajen de 200€, que te vas a tomar una pizza y te clavan 70€, que los locales nocturnos estén a rebosar y la copa no baje de 20€, que un mando intermedio cobre 10.000$ mensuales, que el metro cuadrado logístico esté por encima de los 10€….no huele bien, ¿verdad?
Eso sí, el crecimiento es espectacular, los niveles de pobreza disminuyen a pasos agigantados (aunque todavía están por encima de, por ejemplo, México), encuentran pozos de petróleo un día sí y otro también y, por si fuera poco, seguirá entrando mucho dinero al país por las infraestructuras de los JJOO de Rio en 2016 y el mundial de futbol de 2014….
Yo no lo tengo claro: parece que es donde hay que estar, pero me da miedo llegar justo antes de que la burbuja (si es que la hay) explote y nos quedemos todos “en pelota picada” cuando baje la marea, como dice Warren Buffet.
Saludos y buen fin de semana,
Contestar a esta te clarificará las ideas: ¿estás dispuesto a perder lo que tienes previsto invertir?. Si la respuesta es SI yo te diría que no lo dudes más.