Al día siguiente, hice la imprescindible excursión al cañón del Sumidero. Esta se hace en lancha desde la pequeña población de Chiapa de Corzo, recorriendo los 42 kms del río Girijalva hasta la presa de Chicuasen. La parte más alta de eleva 1.000 metros por encima del nivel del río (bastante más que el del Colorado) y desde allí se lanzaron los indios Chiapas suicidándose para evitar ser capturados por los españoles. El difícil acceso hace que el río, a pesar de la cercanía a la civilización que se aprecia por las muchas botellas de plástico flotantes, esté poblado por enormes cocodrilos, iguanas y preciosas garzas. También se pasa por la isla de los zopilotes (buitres).
Por cierto, se aproximan las elecciones presidenciales y el país se ahoga en publicidad electoral. En Chiapa de Corzo pude presenciar un acto de fuerza del PRI (que casi seguro volverá al poder después de 12 años terribles del PAN); alrededor de la oficina municipal del partido (el edificio más importante de la plaza principal) numerosos indígenas se arremolinaban a la espera de que les regalaran botellas de Coca-Cola…me recordó a cuando los grandes partidos en España meten en autobuses a jubilados que, a cambio de presenciar el mitin del líder de turno, reciben un bocata y una lata de bebida y, aparte, pasan el día de «fiesta».
Eso sí, a pesar de que Chiapas está actualmente gobernada por el PRD, seguro que el “güero” Velasco, candidato del PRI, sale elegido como próximo Gobernador del Estado. Como me decía el taxista: “mis respetos al PRI, robaban pero daban…no como estos…”
Buen fin de semana.