No quiero que este post sea muy tendencioso; he de reconocer que no soy un fanático de los países musulmanes. Esto está muy relacionado con mi aprensión a las religiones en general y a los fanatismos en particular. Me fastidia sobremanera que, en nombre de un SER superior se me impongan obligaciones tan ridículas como no poder tomarme una cerveza bien fría paseando por las calles a 40º o no poder comerte un buen bocadillo de ibérico.
Dicho esto, llegar a Dubai donde se cuenta van los petromillonarios a hacer aquello que no les dejan hacer en sus estrictos países me genera sentimientos encontrados; por un lado me parece fantástico que se busque sacar pasta convirtiéndose en “Las Vegas” la región; por otro lado me parece la hipocresía elevada a la máxima potencia…en fin, que cada cual busque su paraíso según le parezca o le convenga.
Aparte de todo esto, he de decir que Dubai es un sitio muy interesante para Logisfashion, no sólo por ser un centro de consumo importante donde están presentes muchos de nuestros clientes, sino porque, por su posición estratégica y su legislación tipo “Zona Franca”, tiene mucho sentido como punto de consolidación y cross dock de mercancías para su posterior distribución a otros países de la zona, Africa o incluso, Europa.
El puerto de Dubai está creciendo de manera importante y se están haciendo inversiones importantes en almacenes logísticos basados en la lógica anteriormente expuesta.
Llego a Dubai en diciembre, aprovechando un stopover de un viaje “tormentoso” a China. Ya en el aterrizaje del lujoso avión de Emirates (lástima no haber podido probar el A380 por un día…), se ve que esto es muy raro…aterrizas cruzando el Golfo y el avión se interna en tierra desde donde todo lo que se divisa es desierto, cuando el avión vira para dirigirse al aeropuerto se observa Nueva York en el desierto.
Algo parecido a las Vegas pero con edificios mucho más altos; entre ellos, como no, destaca el Burj Kalifa que con sus 800 metros de altura es, con mucho, el más alto del mundo. Su característica forma de aguja destaca sobre el resto de edificios que componen el Nuevo Dubai (hay uno muy curioso con la forma del Big Ben…o eso me pareció a mi).
He de decir que, contradiciendo lo dicho inicialmente, entiendo que esta gente sea muy religiosa; viendo las fotos de las tribus de beduinos nómadas con sus camellos y sus trabucos y en lo que se han convertido en menos de un siglo porque el desierto donde vivían resultó no ser el lugar agreste que todo el mundo pensó, sino la mayor fuente de petrodólares encontrada jamás, yo no sólo creería en Dios, sino también en el Genio de la lámpara, en hadas madrinas e incluso en duendes y gnomos….
¡Anda! que les iban a haber dejado las potencias colonizadoras en su momento (Ingleses y franceses) si hubieran sabido lo que escondían….