Estaba acabado hijo, estaba acabado; seguía repitiéndome 48 horas después del partido…y he necesitado casi una semana para poder escribir sobre ello. Como decía mi amigo Samba (que como es escritor siempre habla con propiedad), cuando le preguntaban cómo había dormido después de la final; pues como un niño; me dormía, me despertaba llorando, me dormía, me volvía a despertar llorando…y así toda la noche…y varias noches.
Y es que fue todo demasiado cruel, como un buen guión de película gore, demasiado cruel. Por empezar por el final para no liarme mucho, después de 30 minutos de sufrimiento intenso (sí, que nadie lo dude, para ganar había que sufrir…y mucho), cuando el reloj del estadio da Luz de Lisboa llegó al minuto 90, parecía que estaba hecho.
El Atleti es el Atleti pero está vez iba a ser diferente, íbamos a ganar la champions jugando contra el Madrid; el débil iba a ganar al fuerte, la humildad y el trabajo a la soberbia y la cartera…era todo demasiado bonito.
Estaba acabado hijo, estaba acabado….ya habían pasado 3 o 4 o vete tu a saber cuantos minutos desde que el ínclito árbitro holandés había decretado que serían 5 minutos de descuento…y el Madrid se le veía resignado en tablas, con gran parte de su hinchada abandonando ya el estadio…y pasó lo que nadie quería que pasara pero muchos sabíamos que pasaría: que la historia se iba a repetir de la manera más cruel; que 40 años después al Atleti le iban a empatar una final de la Champions en el descuento… y que luego, con los jugadores ya desfondados, vendría la humillación de ver como te metían no uno, ni dos sino 3 goles más. Y no decían que la historia siempre se repetía en forma de comedia? Pues no, volvió a tocar tragedia!
Estaba acabado, hijo, estaba acabado…y nos veíamos campeones. Pero, sabes lo que te digo, que no pasa nada, que perderás muchas veces en la vida. Y debes de aprender a perder que es lo difícil; que lo fácil es saber ganar aunque algunos al hacerlo necesiten o busquen siempre la humillación del rival. Y son aquellos que cuando pierden son los primeros en abandonar y dar la espalda a los suyos pero cuando ganan celebran quitándose la camiseta para enseñar al mundo lo guapos que son o se mezclan en el palco con el establishment o la gentuza que tanto mal hizo a este país…
Estaba acabado hijo, estaba acabado pero a mi me queda el aplauso del público del Atleti cuando los jugadores exhaustos ya habían claudicado y sacaban de centro una vez tras otra. O ese himno cantado a capella que emocionaba a cualquiera mientras los jugadores, derrotados, esperaban para recibir la medalla de subcampeón de Europa.
Si hijo, hemos quedado los segundos pero eso no importa. Importa el trabajo, importa el esfuerzo, importa la humildad. Y esos valores no se compran, se trabajan. Y en eso no nos gana nadie. Te cuento esto mientras volvemos de Lisboa; tu orgulloso con tu camiseta del Atleti durmiendo en el asiento de atrás. Sabiendo que algo ha fallado pero sin llegar a entender bien a tus 10 años la repercusión del momento.
Imagino que piensas que tu padre es un pesado, que lo que quieres es seguir buscando ranas en la piscina del hotel de Obídos o seguir brincando detrás de las palomas por las preciosas murallas de la ciudad donde nos quedamos el fin de semana ante la imposibilidad de dormir en Lisboa. Y al día siguiente te volverás a poner la camiseta para recorrer la playa de Nazaré en busca de cangrejos o para subir al castillo de Leiria en nuestro viaje de vuelta a Oporto para tomar el avión de vuelta el domingo de madrugada.
Y si, estaba acabado hijo, estaba acabado pero lo más importante es aprender de las derrotas. Porque perdiendo es como realmente se aprende, se conoce a la gente y se valoran más los triunfos. Y nos tocará perder mucho más….y seguro que tu abuelo no vuelve a ver una temporada así….y probablemente tu padre tampoco, pero espero que tu si y que esta derrota te sirva para poder disfrutar más de la victoria y respetar al derrotado con humildad. Y que el año que viene, aunque no ganemos nada, podamos seguir gritando aquello que nos gusta tanto de “Jamás, jamás te dejará esta hinchada…”
Sin palabras!!. Grandiosa reflexión y de lectura obligada para todos los que en alguna ocasión hemos estado en el lado del no éxito.
De largo sois la mejor afición deportiva que hay, envidia de muchos. Felicidades !!!
la derrota es origen de la mejor literatura: ¡alguna ventaja tenía que tener ser del atleti!
(conozco a alguien que está sacando una línea de camisetas de equipos de fútbol para batracios y reptiles igual te interesa)