Lo malo de llegar a Delhi es que está demasiado cerca…Esto que parece una chorrada no lo es porque, haciendo escala en Dubai (como no, no hay vuelos directos desde España a India), el trayecto nocturno que sale de Dubai tarda sólo 2 horitas y media. Con lo que estaba en el primer sueño, profundo, cuando la azafata me conminó amablemente a poner el asiento en posición vertical porque íbamos a aterrizar en Delhi. Todavía en estado catatónico, medio dormido y dando vueltas a donde estaba, realicé todos los trámites aduaneros y tomé el vehículo que me llevaría al hotel.
Era mi primera vez en la India y, la verdad, después de todo lo que me habían contado lo esperaba peor; esperaba gente viviendo (malviviendo) en las cunetas de la autopista (esto me lo contó Rafa cuando estuvo hace 4 o 5 años y me impresionó mucho). No digo que no sea para tanto, porque lo es, pero…hombre, cuando vas por las calle de Delhi y te cruzas, entre el caos de coches, tuc tucs y camiones todos tocando la bocina sin parar, con una manada de jabalíes abriéndose camino entre un rebaño placentero de vacas te llama la atención. Aunque he de reconocer que a mí, lo que más me chocaba eran los monos; monos que parecían gorilas por su tamaño y que jugueteaban en las aceras al lado de donde habían acampado (vaya, vivían en tiendas de campaña rudimentarias, familias de intocables con sus enseres, sus hijos y, en resumen, su cotidianeidad; vamos, haciendo vida social). Y es lo que tiene el sistema de castas unido a la religión hindú, como creen que son lo que son porque Dios lo quiso así y que si se comportan se reencarnarán en una clase superior y que los animales lo son pero en otra vida vete tú a saber lo que serán, pues la gente es feliz a su manera…y se comporta. Porque ante todo, India es un país seguro, donde a pesar de la miseria no se siente peligro (más allá del tráfico que sí que es fuente segura de situaciones riesgosas).
¡Qué aprenda la religión católica con sus fuegos eternos! Estos fueron mucho más listos y hay que ver cómo viven los Brahmanes (casta superior, sacerdotes y guerreros) comparado con los parias o intocables o, los menos de los menos, los invisibles que sólo salen por las noches con el cometido de limpiar letrinas,única ocupación que se les permite…en fin.
Una vez aseados, junto con Alvaro que estaría conmigo en el Foro de Inversión España-India organizado por el Icex en Delhi, decidimos dar un paseo por el Delhi viejo. Impresiona el caos, el gentío, la sensación de ahogo, la beldad de lo horrible…Tiene un par de bazares curiosos, la mezquita y el fuerte rojo aunque no ganará concursos de la ciudad más bella o romántica. Eso sí, nos sumergimos rápidamente en la cultura india y comimos en el Karim’s; muy recomendable al lado de la mezquita; especialidades mogolas a precio razonable (no alcohol).
Y me sorprendió el potencial del país; casi 1.000 millones de habitantes, 50 millones de multimillonarios, 12 millones de licenciados cada año, 50% de la población por debajo de los 25 tacos. Este país tiene que explotar y parece que, con la llegada de Modi al poder cortando 60 años de gobiernos corruptos y burocratizados del Partido del Congreso (el que fundaron los Gandhi…como me recuerda al PRI mexicano) este momento parece haber llegado. Este tío parece tener las ideas claras y una mayoría espectacular para hacer cosas. Tan sencillas (o no) algunas como hacer desaparecer los aranceles entre cada uno de los 29 estados que componen la India o apoyarse en el capital exterior para desarrollar la manufactura India, muy parada por la indolencia de la gente y las pocas ganas de invertir hasta ahora.
Y es que ves cosas y dices: esto no ha cambiado desde que se fueron los ingleses en el 47, dejando el país partido (Pakistán, Bangladesh, India…) y muchos, muchos muertos por las guerras entre Hindis y musulmanes (que formaron su estado en Pakistán y es el gran enemigo; a pesar de eso sigue habiendo 150 millones de musulmanes). Y lo dices porque Delhi es, por definirlo de alguna manera gráfica, todavía un agujero…pero también ves cosas, sobre todo potenciales porque hay mucho por hacer, pero también han ido desarrollando zonas que están muy bien (sobre todo al sur de Delhi en Gurgaon) y yo tengo el convencimiento de que esto tiene que despegar…y las oportunidades están ahora. Porque China ya es el pasado para hacer cosas e india es el futuro.
Todo esto lo fuimos viendo en las múltiples reuniones con potenciales socios. Vimos gente preparada, con ganas de hacer cosas, con mentalidad empresarial y que valoraban nuestro know how, nuestra tecnología…ya os iré contando.Tuvimos la oportunidad también de que el embajador (político muy conocido del PP en exilio dorado…¡vaya nivel de vida!) nos invitara por partida doble a la “Residencia del embajador” que suena bien pero está todavía mejor. Vaya con la choza que “tenemos en Delhi”!…con la que está cayendo…ay la casta, la casta! ¿Qué hay que hacer para ser político?!! bueno, ya les queda poco, o eso espero al menos…
Bueno, pues a la segunda invitación era para un espectáculo de cante flamenco de las minas de la Unión! Sí señor, con un par el alcalde del municipio murciano de La Unión se fue de gira con 2 bailaores y 3 cantaores a la India con 2 únicas actuaciones en Delhi (esta de la que hablo en los jardines de la Residencia) y en Bombay. No organiza mal el embajador que se le ve “bon vivant” y hombre de trato afable. No faltó detalle, especialmente en el lado culinario y el del alcohol, que sobre todo disfrutaron los invitados locales pues el alcohol es carísimo en la India y, como no, los becari@s de la oficina Comercial (siempre tan atentos ellos), que llevaban casi un año sin pegarse un homenaje de esta naturaleza. Y realmente el espectáculo fue muy emocionante. Como decía uno de los cantaores ante un plato de curry: “quillo, estos indios que pollas comen! Pero hay que ver que bien organizan tó!”