Tras celebrar el Consejo de Logisfashion en España en el que se acordó apostar por el crecimiento de Logis que nos tiene que llevar a una facturación de 50 millones de€ según objetivo del plan de negocio a 2020, tomé junto con el gran Villa el vuelo a Bogotá desde Madrid.
Este iba a ser el viaje de las grandes palizas. Y todo empezó con uno de los trayectos en avión que se me han hecho más largos, probablemente fruto de que venía con la cabeza embotada y que dormí en el avión mucho menos que en otros viajes. De hecho, de las 10 horas y media, no debí de dormir más de 1 horita…y estar 9,5 horas sentado se te puede hacer muy largo. Además, era llegar a Bogotá, ir al hotel que estaba cerca del aeropuerto y, a las 6 de la mañana en pie para tomar el vuelo a la Ciudad de México. Ya sé que es extraño pero es largo de explicar. Sólo deciros que era la única opción para poder llegar a tiempo al motivo por el que hube de cambiar todos mis planes de viaje: la visita a nuestro centro de Cuautitlán (México) de uno de los gerifaltes de Puma a nivel mundial. Y es que llevamos mucho tiempo tratando de trabajar con ellos en México por lo que de ninguna manera podía saltarme esta visita y tenía que apoyar al equipo de Logis México.
Llegué hecho polvo a México y además me tuvieron todo el día con reuniones e historias. Al final conseguí escabullirme sobre la 9 de la noche y que me dejara Yuri en el hotel saltándome la inauguración de la tienda en Antara de un nuevo cliente (los españoles de BDBA). Es que no podía con mi alma y todavía tenía que preparar cosas para la reunión del día siguiente.
Creo que ésta última fue un éxito y la imagen que se llevaron de Logisfashion hace justicia al gran trabajo que se está haciendo en México. Recordad que en México llevamos 3 años seguidos creciendo al 60% y este 2015, con la apertura del nuevo centro en Cuautitlán, seguiremos por encima del 50%. Eso sí, este año la competencia será dura porque España también plantea crecimientos importantes (por encima del 45%) y está la puesta en marcha de Colombia, Miami, Panamá…vamos que no nos aburrimos.
Celebramos el éxito de la reunión con Yuri en el restaurante que, hasta la fecha era el más trendy de Polanco (La Única) pero que, como suele suceder en la Ciudad de México a una velocidad de vértigo, lo vi un poco menos de moda que hace un par de meses. Incluso conseguimos mesa con un solo día de antelación. Eso sí, estaba lleno a rebosar…
Estaba dudando en que hacer el fin de semana que, además era largo pues coincidía con el puente del 1 de mayo, cuando se cruzó mi buen amigo Jorge en el camino y me invitó a casa de sus suegros en Acapulco. Me pareció una magnífica idea pues, lo sabréis bien los que habéis estado por tierras mexicanas, la hospitalidad de los mexicanos es una de sus grandes virtudes (y tienen muchas). Saldríamos el viernes 1 de mayo a las 7 de la mañana para evitar el tráfico. Yo ya estoy acostumbrado a estos horarios cuando vengo a Latinoamérica así que me pareció hasta bien. Me iría a la cama prontito, las 6 de pie y a las 11 podríamos estar ya en Acapulco evitando todo el tráfico de salida de la Ciudad de México. Ya de por si caótico, en esta ocasión se unía el puente y no sé qué otra historia con los colegios que hacía que el martes no hubiera escuela.
Ilusos de nosotros. Todo fue bien hasta el embudo que se formaba en la salida de la carretera a Cuernavaca. Es cierto que habíamos salido a las 8 en lugar de las 7 pero pensábamos que sería suficiente. Y no lo fue. Empezó entonces una carrera contrarreloj de Jorge (siguiendo indicaciones de google maps) y Pau (aconsejado por Waze) para encontrar un camino alternativo que, huelga decir, nunca lo encontramos. Callejeamos, subimos, bajamos, dimos la vuelta y siempre acabábamos de darnos de morros contra la realidad, salir de la Ciudad de México nos iba a llevar mucho, mucho tiempo. Mención especial para una calle (la del Congreso) a la que no sé muy bien cómo llegamos pero en la que estuvimos una hora parados. Aderezado por una llamada desagradable de un cliente de quien no doy más datos porque no lo merece…y la mención de google según la cual en esa calle en el último mes habían ultimado a 5 muertitos…¡así son las cosas en México!