El viaje en cifras
Ha sido éste del que acabo de volver un viaje extraño, un viaje con muchos hechos, pero pocas historias. Me explico, un viaje donde han pasado muchas cosas, pero poco reseñables. Como resumen:
- He visitado 3 países (EEUU, México y Colombia)
- He tomado en 10 días un total de 13 aviones
- Me he levantado 4 días a las 5 de la mañana o antes, dos días a las 4:30, casualmente dos días en Colombia gracias al “maravilloso” trato que siempre me prodiga Fede (conocedor de lo poco que me gusta madrugar…)
- He dormido en 6 hoteles diferentes + una noche en el avión
- He visitado 8 ciudades diferentes (especialmente memorable el miércoles pasado que estuve el mismo día en Bogotá, Cali y Medellín…recorrido express por Colombia)
- Me leí 3 libros; el interesante thriller sobre el mundo del fútbol que me dedicó su autor el periodista ecuatoriano Jaime Cevallos, un ensayo sobre la figura del emperador Maximiliano que “reinó” en México durante 3 años en el siglo XIX apoyado por Napoleón y el estudio sobre el sexo de Talese basado en las investigaciones del voyeur profesional de Colorado que se compró un motel con tal propósito (El Motel del Voyeur). Adicional me dio tiempo para comenzar la última novela de Cercas sobre su tío falangista fallecido en la Guerra Civil.
- He visto 6 películas en los vuelos; ninguna para el recuerdo.
- Eso sí, he tenido alguna comida memorable que explicaré luego pero también muchas cenas en hoteles, destruido por el tute que llevaba.
Respecto al tema cenas, sin duda, uno de mis favoritos; destacaría la cena inicial recién bajado del vuelo que me llevó a Miami vía Londres con nuestro socio en USA, mi amigo asturiano Javier, que tuvo el detalle de llevarme al Gabbiano en una terraza con vistas a la bahía de Miami y donde nos bebimos un par de buenas botellas de Cabernet del Valle de Napa. Espectaculares los papardelle con bogavante que nos sirvieron para digerir el vino….
También disfruté como un enano la comida en Guadalajara con Gustavo nuestro abogado que siempre nos trata de lujo. Espectacular el corte de carne de casi un kilo que nos metimos al buche en el Corazón de Alcachofa. Por cierto, magnífica la recomendación de vinos mexicanos que nos dieron (lo apunto para recordarlo: Santo Tomás Único). Hacen magníficos vinos en México, aunque caros. Es un viaje que tengo pendiente, visitar el Valle de Guadalupe y las bodegas en la Baja California Norte. Por no hablar del tequila Reserva de la familia D. Julio con el que acabamos la comida.
Con Jorge y Pau cenamos en México…como siempre en el sitio de moda; ahora debe de ser el Centralito en la calle Anatole France.
Finalmente, por curiosa, entre reunión y reunión, no dejo de mencionar la única comida en la fría y lluviosa Bogotá en el Restaurante Pórtico hacía Chía.
Pedí un rico ajiaco que me asentó el estómago.
Y yo tenía a Yeymin por gran gourmet hasta que se pidió la paella valenciana…