No tiene el encanto de su competencia en escalas (Dubái) pero es una ciudad curiosa de ver, al menos para dedicarle 3 o 4 horas si se tiene una escala de 10 como nos ocurrió en la partida de nuestro viaje familiar a Indonesia. Y cuando te tienes que planificar con niños todo es más difícil.
Qatar, como los Emiratos Árabes Unidos, han entendido que no van a vivir siempre del petróleo y que tienen que aprovechar las inmensas cantidades de divisas que actualmente reciben por ese concepto para desarrollar industrias futuras y no dedicarse a malgastarlo y olvidarse de las generaciones futuras. Para ello se han basado en 2 sectores fundamentalmente debido a su posición geográfica: el turismo (y colateralmente las aerolíneas por su buena posición geográfica para escalas entre Europa y Asia y los bajos costes de combustible) y la logística al ser puertos de paso de toda la mercancía Asia-Europa.
Con 3 millones y pico de habitantes (de los cuales aproximadamente medio millón son locales con unas condiciones de vida subvencionadas espectaculares gracias a nacer donde nacieron: educación gratuita en cualquier universidad mundial, 50% del coste de la vivienda, 5.000$ mensuales por que sí…) y casi 3 millones de inmigrantes (pakistaníes, bangladesíes, filipinos…) actualmente están sometidos a un bloqueo por parte de sus vecinos que ha exacerbado su espíritu nacionalista (todo la ciudad está llenas de fotos en tamaño gigante del Rey/Emir).
El bloqueo es teóricamente por financiación de yihadismo (ergo terrorismo islámico) aunque me parece curioso que quien lo haya promovido no es sino Arabia Saudita; la mayor financiadora de terroristas, pero “amiga” de EEUU por la cantidad ingente de armas que les compra (bueno, no sólo a EEUU que España también tiene algo que decir…). De todas maneras, no parece que esté afectando de manera radical en el día a día del país ….
…todo esto dicho desde mi absoluto desconocimiento tras una escala de 3 horas en el país.
Qatar Airways (gran aerolínea) te ofrece tours gratuitos si haces escala (incluso con visita al desierto) pero no nos fue fácil entender como hacer la reserva por la hora en que llegábamos y las opciones que nos daba la agencia eran ridículamente caras (500$ por un tour). Así que llegamos con una mano delante y otra detrás, pero nada más pasar los trámites aduaneros (qué fácil es siempre todo en estos países) nos ofrecieron un tour de 3 horas por 75$ que aceptamos gustosos…como siempre tirándonos de cabeza al vacío.
Pasamos por el zoco (me pareció mucho más auténtico que el de Dubái) con animales vivos y disecados (que hicieron las delicias de Gueorgui) y tiendas de relojes (que hicieron las delicias de Alex y donde, como no, cayó el primer relojito del viaje…), por el paseo marítimo (La Corniche) donde tomamos un barco tradicional que nos cruzó en media horita al downtown, fuimos a la isla artificial (también parecida a la Palm de Dubái), vimos los espectaculares campos de fútbol que han construido para el mundial de 2022 y acabamos en un Centro Comercial de esos que solo te encuentras en estos países. ¡Fuera estás a 38º y dentro te mueres de frío…hasta el punto de que había una cancha de hockey hielo!!!
Como no, al ser un Mall con acento italiano, tenías tu canal con góndolas venecianas (es muy normal que cuando vas a comprar te apetezca dar un paseo en góndola…a mi me suele ocurrir) y un parque de atracciones del que nos fue difícil escapar ante la insistencia de Alex. 😅
Y de vuelta al aeropuerto que nos quedaban 10 horitas más de vuelo hasta nuestro destino final: Indonesia (para ser más concretos Denpassar, la capital de Bali que sería nuestra puerta de entrada al país de las 600 islas)