Y fue mi buen amigo Xavi el que me embarcó en esta locura; correr 100 kms por equipos por el Empordá para recaudar fondos para las salas de quimio de la provincia de Girona. Ahh, que es por equipos de 6…entonces no es para tanto ¿no?, que va! sólo tienes que correr 64 kms!!!
Ahí es nada…
Bueno, para eso estamos; y yo que nunca había corrido más de una maratón y en asfalto me meto en este follón y a 4 semanas de la maratón de Nueva York, momento en que una ligera sobrecarga podría ser fatal.
A las 7 de la mañana estábamos ya calentando por Palafrugell, lugar de salida y llegada de esta aventura que recorría una buena parte del Camí de Ronda de la Costa Brava y después se metía hacia el interior atravesando Pals y la sierra de Las Gavarres para acabar llegando a Palafrugell por la puerta de atrás. Y teníamos un buen equipo pero, y sobre todo, un gran equipo de asistencia y seguimiento encabezados por la admirable Mercé (que gran chavala y que mérito) y el muy profesional Marcel, en todo momento presto y dispuesto a lo que necesitáramos los corredores.
A las 9 salimos el primer grupo de 4. Cada 10 kms, mas o menos, estaban dispuestos avituallamientos donde era posible cambiar los corredores (equipos de 6 con siempre 4 corriendo). Como no estoy muy acostumbrado a estas distancias se me fue un poco la olla con el ritmo y pasamos el primer avituallamiento (ruta llana y sin mucho calor) en el grupo de cabeza (4 equipos llegamos a la vez) a un ritmo fuerte para lo que quedaba (por debajo de 5 minutos kilómetro).
Como es fácil de imaginar, esto lo íbamos a pagar. Tampoco nuestra estrategia fue la idónea, planteando relevos muy largos (yo de hecho debía de correr los primeros 64 kms junto con Santi, 2 hacían los primeros 30 y los últimos y 2, los mejores, hacían los últimos 70). Ya en el primer avituallamiento, cuando agarrábamos el Camí de Ronda desde Platja el Castell, y en la primera rampa fuerte, vimos que los de delante se irían hacia delante y nosotros empezaríamos a sufrir esos primeros 10 kms fuertes. Así, y aunque todavía estábamos fuertes, empezamos a aflojar de manera significativa y a andar en las cuestas…De todas maneras, el magnífico (y escarpado) paisaje; Cap roig, Calella…, el clima todavía suave y alguna bajadita nos permitió mantener un ritmo aceptable llegando al siguiente avituallamiento de Llafranc pletóricos en cuarta posición y a sólo 10 minutos de los primeros.
Como molan los avituallamientos en este tipo de carreras, allí estaban todos nuestros seguidores (Paula, Anna, Gueorgui y Alex con pancartas animándome) e hizo que nos olvidáramos de que estábamos en plena carrera. Después de una breve parada (eso si mucho más larga que los primeros que casi no paraban porque ya estaban haciendo cambios) seguimos para adelante. La siguiente etapa era dura con una primera subida al faro de Sant Sebastiá que, básicamente y menos mal, anduvimos (yo todavía estaba medio fuerte pero…menos mal que no corrimos en la subida). Aquí nos pasaron un par de equipos que ya no volveríamos a ver por mucho que pensaramos ya os pillaremos más adelante, loquitos…
Escarpadas bajadas y subidas en preciosas calas hasta llegar a Tamariú y empezar la subida más jodida de la carrera hasta Puig Son Rich al que llegamos ya muy justos (km 26) y con más de uno sufriendo por el ritmo y el calor. En ese avituallamiento, primer cambio (Xavi manso (qué bestia) por Carles con una buena pájara). Aquí ya nos vieron con otra cara, eso si, mucho mejor que la llegada a Sa Riera que, por mucho que fuera bajada nos machacó bastante. Aquí, y después de 36 kms y una buena parada (ya daba igual el tiempo porque sufríamos mucho), otro cambio (Xavi que iba sobrado sale y entra Quim). Muy descompensados (2 sobradísimos y Santi y yo sufriendo como perros tiramos para dentro en dirección a Pals). Camino escarpado en el que si yo voy justo, Santi más todavía por lo que, al menos, no tengo todavía la sensación de ir deteniendo demasiado al equipo pero lo cierto es que voy arrastrándome. Para más inri me equivoco en un cruce y obligo al equipo a recorrer 600 o 700 metros más que, especialmente para el pobre Santi es un putadón…
Y llegamos a Pals…yo a mi ritmo (trote cochinero) y el equipo unos metros por detrás con Santi que necesita el cambio. Que grande Jose María allí dándome ánimos y que casi le hacemos correr… (y grande todo el equipo de animadores…que importante en un momento como este). Ya vamos octavos y, joder…he de seguir porque nadie me puede dar el cambio. Intento comer (hay macarrones con aceite que se me cae por todo el brazo generando una sensación bastante desagradable). Bebo…me siento, me levanto…todos me esperan y finalmente digo…cuanto antes acabemos con esto mejor…son 8 kms hasta el siguiente avituallamiento…que recorre el equipo a mi ritmo (joder con Xavi que ha vuelto a entrar y le veo muy fuerte) y sobre las 16.15, sin que nos coja ningún equipo e incluso agarrando a los que nos precedían que andaban vomitando por las esquinas (no todos pero si uno) y tras 7 horas y cuarto caigo derrengado e imploro el cambio.
Creo que me lo he ganado!! Muy bien Juan pero llevas sólo 57 kms…te falta otro relevo al final…
Pues así será…veo en el móvil que en el minuto 15 de partido el Atleti pierde 3-0 en Valencia…vaya por Dios!! Pero allí estaba Paula con su misión (conseguirme hielos para el tobillo; mission accomplished!) y Gueorgui buscando bichos…como no!
Llevame porfa a darme un masaje y comer algo; por lo menos el estómago no me había fallado con tantos geles y barritas energéticas (incluso me había pimplado un ibuprofeno para los calambres). Y tras un descanso y un buen masaje (reparador) a las 8 estaba preparado para el último relevo (el penúltimo del equipo) que era una bajada vertiginosa y a oscuras. Yo jamás había bajado a oscuras y tenía un frontal (tipo minero) bastante cutre que casi no alumbraba y que me llevaba en penumbra siguiendo a Quim que bajaba como una cabra. Si a esto le sumas que las piernas no me iban sobradas…pues pasó lo que tenía que pasar después de un par de sustos…que me calcé una buena hostia que casi me deja fuera de combate. Rodilla maltrecha, un par de heridas en manos y piernas y la cara llena de barro pero como un jabato me levanté y seguí (gracias Xavi Manso por ponerse a mi vera como un perro pastor y alumbrarme el camino…se nota que es mosso de esquadra…que voluntad de servicio al prójimo) y no cejé hasta llegar al último avituallamiento en Vall Llobrega donde Xavi me dio el relevo y salieron como fieras hacia la meta donde llegaron eufóricos tras 13:40 minutos de carrera en décima posición de 55 equipos. Yo sin embargo me fui en la otra dirección; a Vilo a pegarme un bañito caliente que me lo había ganado.
Chapeau por el equipazo!! Todos dentro de sus posibilidades nos dejamos la piel y chapeau por el equipo de seguidores/animadores; todo habría sido imposible sin su aliento.
EL mas grande eres tu Juan.
Muchas gracias por tu colaboracion y por tu participación en este proyecto solidario.
Esperemos que la maratón de NY te vaya muy bien (con el volumen de la Oncotrail solo te faltara pillar bien el ritmo).
Un abrazo gigante y nos vemos el próximo año!!!
Y hoy y siempre….KEEP FIGHTING!!!!