Llegamos a Boston; el viernes por la tarde (Paula desde España y yo desde Miami); lo primero que hicimos, después de darnos cuenta del frío que hacía en Boston comparado con Miami…(5 grados y lloviendo…) fue ir a cenar al restaurante de moda en Boston, el coqueto japonés O ya; muy recomendable, comida japonesa con toques de diseño sofisticado, un poco rollo el Koi Shunka en BCN si lo conocéis…eso si, 100€ por barba no os lo quita nadie.
Y es me gusta mucho el ambiente previo a las maratones en EEUU. La ciudad se vuelca con la organización previa; acudir a la feria donde se recogen los dorsales y se pueden comprar todo tipo de productos de mercadotecnia relacionados con el evento es un espectáculo; es superior a sus fuerzas pararte en cada esquina para preguntarte si corres, si necesitas ayuda, si pueden hacer algo por ti…y que diferente a las maratones en España (yo recuerdo un viernes llegando a Valencia que le pregunté al taxista por la que se iba a celebrar el domingo, me torció el morro y me respondió algo así como “que tocada de huevos…la de cortes de tráfico que va a haber el fin de semana…”);
¡que no!,
que he hecho las 3 importantes americanas y no tienen nada que ver…
De las Big Five llevo ya las 3 en suelo americanos (NYC, Chicago y Boston) y me faltan Londres y París…que este año vuelvo a NYC después de la anulación del año pasado por Sandy…
Resulta que Boston es una ciudad muy simpática para visitar porque todo queda muy cerca y se puede hacer todo andando; es la ciudad más “histórica” de USA; como decían mis compañeras de taxi al llegar (2 bellas maratonianas texanas que miraban extasiadas todos los edificios del barrio industrial cercano al aeropuerto…) “guau, this is what I always expected from Boston…so many historic sites…”; claro está, el taxista, un serbio socarrón, las miraba con media sonrisa y les comentaba que eso era el almacén de Coca Cola en Massachusets.
Y es cierto que es la ciudad con más historia de EEUU, limitada en comparación con la vieja Europa pero estamos en el Nuevo Mundo; aquí cerca desembarcó el Mayflower y aquí, en pleno centro de Boston, se desarrollaron los hechos que dieron comienzo a la Independencia de EEUU de la corona británica; hechos como el famoso (y actualmente siniestro nombre) “Tea Party” en el que colonos disfrazados de indios atacaron un barco británico y tiraron toda la carga de té al río para protestar contra el impuesto que cargaba el maná del siglo XVIII, o la masacre de Boston que dio pie al asedio por parte de las tropas británicas de la ciudad (que en esa época era prácticamente una isla), pues bien, son estos hechos los que se celebran en el festivo “Patriots Day” que es el tercer lunes de abril y que es el día en que se celebra la decana de las maratones mundiales, que este año celebraba su 117 edición….
Además, al haber mucha inmigración italiana (está claro que los italianos cuando llegaban no se alejaban de la costa) está lleno de coquetas trattorias (zona de Hannover St en pleno Freedom trail) cosa muy buena para los maratonianos ávidos de carbohidratos.
Y no os perdáis los restaurantes de Lobster (muy gracioso el “Barking lobster” do
nde comimos el sábado con un ambiente muy de picnic. Eso si, la langosta (o mejor dicho el boga
vante) sabe a lo que sabe…poquito…
y Quincy Market con sus puestos de comida preparada y sus bocadillos de langosta.
Resulta que no hay que contar mucho más, que todos sabemos lo que ocurrió, que, otra vez, el fanatismo religioso actuó de manera cobarde, canalla, miserable…
Lo cierto es que no me enteré, afortunadamente de nada; si bien fue mi peor maratón con diferencia (maratón durísima con un circuito en línea recta con constante toboganes y culminado por la temida “heartbreak hill” en el km 35).
Llegué a meta a las 13:40 y las mochilas explotaron 1 hora después; como llegué muy perjudicado y hacia un viento frío complicado, una vez encontré a Paula (que fue la que más riesgo corrió al encontrarse entre el público), tomamos un taxi sobre las 14.30 y llegamos al hotel poco antes de que explotaran las bombas…
Ya en el hotel tenía muchos mensajes de amigos preguntándome que tal la maratón…esto, que mola cuando te sale bien, es un infierno cuando te has hundido en la media maratón, como me pasó a mi, y te has arrastrado durante veintipico kms…pero los contesté puntualmente…ya en la bañera después de ponerme hielo en mis maltrechos tobillos (las bombas explotaron a las 14:50 que dio para entrar en todos los TD en España) empezamos a recibir mensajes desde España al respecto…al principio pensábamos que era una broma porque acabábamos de dejar la zona pero viendo la tele vimos que no…que desafortunadamente no lo era…y es triste porque yo acababa de pasar por allí y os puedo asegurar que esa zona, ya muy cerca de la meta, estaba plagada de familias con niños esperando a sus familiares…y era una fiesta (cerca de 500.000 personas se vuelcan en el recorrido animando, ofreciéndote bebidas, plátanos, naranjas, palitos con azúcar, cerveza). Era una fiesta hasta que la intransigencia, el fanatismo, la locura, el mal (evil como dicen los americanos) decidió que la fiesta se debía de acabar…
A mi me cuesta entender como puede tener estructurada la cabeza un personaje así aunque al final siempre es lo mismo…desde pequeño les llenan la cabeza con grandes ideas y se las creen…y al final todos los fanatismos llevan a lo mismo y se suelen nutrir de los mismo; nacionalismo, xenofobia y religión…por favor, aprendamos de esto!