En Tlacotalpan, cuna de Agustín Lara

IMG-20150407-WA0018Después de las magníficas atenciones en casa de los Gil con sus 2 magníficos anfitriones (Carlos y Mari Carmen) enfilamos hacia casa de unos buenos amigos de estos últimos que tuvieron a bien invitarnos a su casa (o mejor dicho museo) en la pequeña localidad de Tlacotalpan, cuna, dicho sea de paso, de Agustín Lara.

Sita a lomos del caudaloso río Papaloapan que cada 2 por 3 anega la localidad mediante insospechadas crecidas. Esto es un problema cuando tienes una casa como la de los Gómez Sañudo, pues no sólo la casa es parada obligada de los trenecitos turísticos que recorren la localidad, sino que hasta el más mínimo detalle está  cuidado por la hospitalaria Adriana. Todo es tan bonito que da pena tocarlo. Hasta un sombrerero colonial para dejar nuestros panamás (que si, ese día nos los habíamos puesto pues tocaba vestir de gala) y un carrito de bebidas al que no le faltaba detalle (ni aperitivo imaginable).

IMG-20150407-WA0023Como todavía era pronto, empezamos a hincar el diente a unas empanadas deliciosas recién hechas junto con un tequilita. Antes de comer, aún hubo tiempo de dar un paseo por el río en una embarcación clásica de la zona convenientemente rehabilitada. Y se nos fue uniendo más gente siempre agasajada por nuestros anfitriones.

Y es que en Tlacotalpan se toman los toritos; especie de licor de leche con sabores (coco, cacahuate o guanábana) que se sirve helado y que entra muy, muy fácil amparado por el calor tropical, la sed y el sabor dulzón. Sin embargo tiene casi 40 grados…y eso se nota cuando te levantas de la silla. Como no, probamos todos los sabores…

IMG-20150407-WA0016¿Se les podría considerar anfitriones profesionales? Cuando sirvieron la comida, por supuesto una camarera ataviada como era menester (que junto con la cocinera jefe, 2 pinches, el chófer y algún otro personal que no supe que hacían formaban parte de la guarnición de la casa), deduje que sí; que no sólo eran profesionales, sino que disfrutaban haciéndolo y eso se nota. Especialmente en la comida; deliciosa toda ella pero bañada con un riquísimo Marqués de Riscal Reserva y acabada con una ¿sólo una? copa de tequila añejo (imagino que carísimo).

Aquí José Luis sacó su repertorio de sentencias mexicanas para adular al buen bebedor. Me gusta el uso del lenguaje que hacen en México cuando te consideran “muy competente” en el tema del alcohol: “a fulano le gusta el vidrio” indica que fulano es buen bebedor (o competente como decíamos antes). Y pocas veces tan pocas palabras expresan tan bien lo que quieres decir.

IMG-20150407-WA0021No os he hablado de 2 atracciones imperdonables en Veracruz: el acuario (uno de los más bonitos de México) y el fuerte de San Juan de Ulúa que fundó Juan de Grijalva al mando de Hernán Cortés durante la conquista. Se hizo en lo que antes era una isla frente a Veracruz, cuando fundaron la ciudad para protegerse de los piratas y que fue desde casa del gobernador hasta prisión donde estuvo, entre otros el famoso bandolero “Chucho el roto” que escapó varias veces de la prisión donde lo tenía encarcelado Porfirio Díaz. Anteriormente había estado en manos de los franceses durante la guerra de los pasteles que acabó con Maximiliano en el trono de México y, posteriormente, del ejército americano que invadió México en 1847. También cuenta la leyenda que estuvo la mulata de Córdoba que, encarcelada por la inquisición, escapó en un barco que previamente había pintado en la pared de su celda….

Tierra jarocha, tierra hospitalaria

IMG-20150309-WA0005Tras una semana de reposo total, tostándonos al sol, nadando con delfines y castigando el cuerpo con todo tipo de alcoholes (especialmente tequila en todas sus versiones pero también le dimos a la piña colada) llego la hora de dejar Xcaret, allí donde mi hijo dijo muy serio: “Papi, yo he nacido para esto” porque había animales por doquier (iguanas, serpientes, venados, guacamayos, tortugas gigantes)…¡un paraíso para él!

IMG-20150323-WA0019Arrastrábamos una situación no muy placentera a la llegada fruto de un “malentendido” según el hotel, una estafa flagrante según nuestro parecer que todavía, tras muchas visitas a la recepción del hotel Occidental Xcaret y muchas veces preguntando por su Director (un gallego muy amable de nombre Jose Manuel) todavía no habíamos podido resolver (ni resolveríamos porque ya había llegado esa fase de las discusiones comerciales en que la otra parte se declara incapaz y escala a alguien a quien nunca vas a ver en tu vida). Pero hasta el último momento seguimos dando la matraca y, al menos, algo nos abonaron; creo recordar que nos dejaron hacer un “late check out” que nos vino bien pues nos recogían a las 3 de la tarde para ir al aeropuerto y así pudimos estar en la piscina mientras esperábamos, ya que nuestro vuelo al puerto de Veracruz despegaría a las 19 horas teóricamente.

Vivaerobus era la compañía y, efectivamente, la hora de salida era teórica pues cuando llegamos al aeropuerto, con mucho tiempo de anticipación pues fuimos previsores, el avión que nos había de llevar no había siquiera salido de Veracruz, pero es que antes debía de ir al DF, volver a Veracruz y, finalmente venir a Cancún a recogernos. Hora prevista de salida: 1  de la mañana (si todo iba bien que no lo fue). Nos tocaba pues esperar 7 horas, que luego fueron 9 en la pequeña terminal del aeropuerto de Cancún… ¡qué malos recuerdos me trae este aeropuerto! Y lo peor es que parece que es algo normal en esta aerolínea… ¡que desastre!

IMG-20150323-WA0016Para más INRI, como si no te tocaran los huevos suficientemente, es de esas aerolíneas que llevan al límite el tema de los kilos a facturar y te cobran millonadas por el exceso. Como había tiempo y con un amable muchacho que se encargaba de retractilar las maletas para evitar robos, hicimos el cálculo de lo que debíamos de pagar: casi 300€ por el exceso. Pero había una solución, repartir los kilos de más en otra maleta a la que teníamos derecho por ser 5 viajeros y sólo llevar 4 bultos. Él nos vendería un petate por el módico precio de 30€ (negocio redondo para nosotros que ahorrábamos 270€). Así lo hicimos y generó una angustiosa situación de ropa sucia transferida de un lado a otro, alguna chorrada comprada que quedó en tierra y 2 botellas de tequila regalo una de Yuri y otra no identificada que mi padre puso con toda su ropa. Claro está, una se rompió y marcó el resto del viaje de mi padre que ya no sólo bebía  tequila sino que toda su ropa olía a tequila.

Para no hacer el cuento largo, el avión salió a las 2:30 y hasta las 5 no llegamos al hotel en Veracruz. Hubo incluso un intento de motín de los viajeros ya en el aeropuerto de Veracruz porque no salía el equipaje y alguien lo achacó a que lo habían mandado en otro vuelo con no se sabe cuál destino indefinido (tampoco quedaba clara la razón pero a mí se me hizo algo natural pensar así después de tantas horas de tute). Lo peor es que a las 9 teníamos hora con los delfines en el maravilloso acuario de Veracruz (organizado por el gran Carlos Gil) pero se nos hizo una montaña imposible de escalar.

IMG-20150323-WA0017Fueron 4 días en el Camino Real de Veracruz donde las atenciones fueron inmejorables. Desde las comidas y cenas cocinadas por el gran chef Carlitos (con menú impreso y él vestido como corresponde) en su precioso apartamento de Boca del Río (qué rico todo, el salpicón de jaiba especialmente delicioso…y los vinos y los tequilas…tonterías las justas), hasta los desayunos y cenas en la cafetería más famosa de Veracruz: El Gran Café de la Parroquia que data de 1808 cuando la inauguraron emigrantes españoles y que tiene varias sucursales: la original, la del bicentenario y algunas copias distribuidas por la ciudad. Impresionante como sirven el café y, sobre todo la leche, en una suerte de escanciado que la hace especialmente sabrosa pues genera una espumita deliciosa. Si acudís, id con la idea de hacer cola pues siempre está a tope pero merece la pena no sólo por el glamour del sitio, sino también por observar a la gente y sus hábitos; ¡meros trabajadores todos!

Y de excursión nos fuimos al preciosos pueblo de Tlacotalpan, cuna de Agustín Lara, pero esa maravilla os la cuento en la próxima entrega…

Campeche; enclave de piratas

Llegué con retraso al coqueto aeropuerto de Campeche, capital del estado del mismo nombre y una de las pocas capitales de Estado mexicanas situada en la costa. Esto está relacionado con un tema de protección de las mismas con objeto de evitar ataques marítimos que pudieran hacer sucumbir a los gobiernos locales. Sin embargo, rápidamente se ve por qué Campeche no parece temer esta posibilidad. Es que Campeche ha estado toda su historia, desde que Francisco de Montejo “el mozo” la fundó, amenazada por corsarios al servicio de España en un primer momento y piratas más adelante.

Es por esto que la ciudad vieja se haya rodeada de una tremenda muralla de forma hexagonal con baluartes de defensa en cada uno de sus vértices. De hecho es la única ciudad amurallada de todo México. No parecía fácil que cayera en manos enemigas, pero lo hizo y en varias ocasiones.

IMG-20150223-WA0016Como os decía, llegué tarde y entre recogida de bártulos en el aeropuerto, taxi y llegada al hotel me dieron las 10 de la noche. No es que sea tan tarde para el mundo en general, pero si lo es para D. Carlos Gil que normalmente a esa hora está empijamado y anda por el cuarto sueño. Pero no, ahí estaban mi padre y él esperándome en un restaurante cercano al Hotel Don Gustavo donde nos alojábamos. Y si bien habían cenado, aguardaron educadamente a que devorara una típica sopa de lima y un pan de cazón sabrosísimo (eso si, Carlos con palillos en los párpados para no dormirse). Incluso después de cenar nos dimos un paseo para bajar la comida por zócalo con sus soportales y la catedral (demasiado barroca para mi gusto). Luego le dejé retirarse…

Me levanté con ganas y a las 8 estaba corriendo por el malecón donde han habilitado un circuito de casi 5 kms para bicis y runners. También me encontré con mi padre “andando rápido” imagino que poseído por el espíritu de Carlos Gil que nos citó a las 9 ya desayunados y aseados en el lobby del hotel…bueno, al final fue algo más tarde pero allí estuvimos para visitar los baluartes que rodean la ciudad y acabar comiendo en unos chiringuitos al final del malecón (claro está mariscos; jaiba, ostiones y pan de cazón con, como no, cerveza Montejo y tequilas). En eso estábamos cuando veo pasar a 2 chavales (ya maduritos) con la camiseta oficial del Atleti (con la publicidad de Azerbayan y todo). Ne me dio tiempo a fotografiarme pero les seguí el rastro hasta donde un equipo con la equipación rojiblanca se batía el cobre contra una escuadra local. Incluso nos dió tiempo a cantar un gol de un delantero robusto que recordaba a Jesús Gil en sus años mozos (bueno, no tan mozos..). Me acordé de mi amigo David que colonizó las islas griegas con el equipo de su «Sifnos» vistiendo tan gloriosos colores (hay pruebas gráficas en “madrileños por el mundo”)

IMG-20150223-WA0012Ya por la tarde, tras la siesta de rigor, nos dimos un paseíto por la calle mayor (no serán más de 500 metros) de puerta mar a puerta tierra. Y allí nos guiño el ojo un bar que parecía salido de otro tiempo: El Rincón Colonial donde entramos sin dudarlo y pedimos las respectivas chelitas. Dio tiempo a que una joven embriagada (por el alcohol) cayera de bruces sobre D. Carlos que casi ni se inmutó antes de que el dueño del bar se acercara para departir con nosotros. Fue animándose la conversación y adentrándose en temas que empezaron a interesar de sobremanera a mi padre que empezó a hacerse su propia película (es muy versado en temas del narco). Así, dio por hecho que este hombre era el que cortaba el bacalao en la ciudad que era uno de los capos  de la droga hacia ¿EEUU?. A todo esto nos contó que llegó a tener 2 barcos mariscadores pero que los tuvo que vender cuando faenando por la costa de Tampico los capos locales le pidieron “derecho de piso” para seguir pescando. Y las sospechas se multiplicaron cuando nos dijo que en Campeche no había problemas porque todos se conocían…y cuando llegaba un forastero era vox populi

IMG-20150223-WA0018 “Toma, este es el Jefe de jefes…y aquí está charlando tranquilamente con nosotros; la de jugo que le voy a sacar” nos confesó mi padre posteriormente que pensó

También nos explicó como Antonio Banderas había rodado allí ”nosecual” película (creo que con Angelina Jolie). A esto, que él le daba mucha importancia, la verdad es que nosotros le dimos menos.

Pero el culmen vino cuando nos empezó a hablar de Roberto Hernández, personaje de los “quien es quien” en México pues vendió Banamex (que se lo había quedado con oscuras tretas cercanas al poder) al Citybank por una fortuna. Parece que ahora se dedica a comprar haciendas y casas con encanto en el Yucatán y convertirlas en hoteles de lujo…y casualmente el hotel Puertatierra (enfrentito mismo) era suyo.

¡Qué magnífico lavadero de dinero son los hoteles!!! Puedes invertir lo que quieras y por mucho dinero que pierdas puedes declarar beneficios, pagar con gusto los correspondientes impuestos y blanquear la pasta…cuanto más vacío mejor! Y de hecho éste lo estaba; era una maravilla con una piscina que zigzagueaba entre las antiguas ruinas de la hacienda como no he visto ninguna…pero a 500€ la noche en Campeche…no debe de ser fácil hacerlo rentable…¿o si?

Hasta yo me estaba interesando en la historia (eso si, sin la exaltación que observaba en mi padre) cuando a Carlos le dió un ataque de prisas y tuvimos que dejar el Rincón, a su dueño y sus historias que ya nunca oiremos acabar. Tampoco estuvo mal la alternativa porque la Pigua es, sin duda, el mejor restaurante de Campeche. Ni tampoco fue malo su tip para ir a comprar los sombreros de Panamá en el pueblo de Becal, camino a Mérida, donde un primo suyo nos indicaría donde adquirirlos…pero eso ya formará parte de otro post.

 

Lo que vimos en el mercado de Sonora en el DF

Seguimos en el DF…..

La guía nos mandó luego a la calle donde se encuentran las tiendas de libros usados. Lleva mi  padre tiempo buscando una biografía de un tal Santos (un cacique local) que no acaba de localizar y que va a seguir buscando porque tampoco la encontramos. Siempre me gustan mucho las tiendas de libros y estaría horas revolviendo en ellas. Curiosa una revista de los años 50 llamada Maravillas de España dedicada a Barcelona y donde, sobre todo, se destacaba su españolidad…corridas de toros y el zoo eran las máximas atracciones junto al Tibidabo; ¡qué lejos estaba de ser lo que es!

mercadosonoradfFinalmente, el highlight, era visitar la zona de mercados situadas al Sur del Zócalo. Cada mercado tiene una especialidad y entre un gentío impresionante (os recuerdo mi incapacidad ese día para las aglomeraciones) alcanzamos nuestro objetivo: el Mercado de Sonora, famoso por el esoterismo y la venta de animales (los animales los venden, como nos confirmó el taxista que nos llevó posteriormente al hotel, para los conjuros o hechizos).

Los chamanes buscan de esta manera, con técnicas similares al vudú, causar mal en  aquellas personas a las que se quiere perjudicar. Nos contaba el taxista que había trabajado de ayudante con uno y que él no creía pero que prefería no hablar por si acaso; que del acojone se salió rápido y que lo que vio se queda para él. Para los caldos, aparte de vísceras de animales, utilizan también muertitos que roban de cementerios (algún escándalo importante hubo con este tema).

mercadosonoraNo sólo están para cosas feas; también hacen “limpiezas” de las impurezas que acarreamos. Buscamos el puesto de Doña Margarita, muy recomendado por la guía pero parece que esta hacía tiempo había fallecido por lo que no pudimos sanearnos como me había convencido mi padre para hacer. También buscamos el puesto de venta de jabón de Cacahuanante que, parece ser, utilizaba la actriz María Félix para lavarse el cabello (famoso era su pelo). También había fallecido (difuntita) la que aparecía en la guía (un poquito descatalogada) pero encontramos otro que lo vendía.

Mi padre compró para Emma y Paula lo que impregnó la maleta a partir de ahí de un olor muy característico. No os puedo explicar exactamente que es  el cacahuanante ni si tiene efectos positivos para el pelo. Allí está en mi cuarto de baño porque no consigo que Paula lo use, creo que lo acabaré probando yo.

En fin, a la salida me despedí de los chivos que esperaban ser cocinados en calderos gigantes de chamanes. Me preocupó ver cachorritos monísimos de perros junto con los gallos. Su futuro no era nada alentador. El nuestro sin embargo si pues teníamos comida prevista en la Hacienda de los Morales con Jorge & familia; era sin duda lo mejor para mi estómago. IMG-20150128-WA0001Tras una magnífica comida en la Hacienda (sigo impresionado por la capacidad de beber tequilas de mi padre que coronó con un pedazo puro en la terraza) volvimos caminando por Polanco hacia el hotel. Mira que el tema en México se está complicando…y mucho (sin ir más lejos a Yuri le robaron la camioneta de Logis a punta de pistola la semana pasada) pero…lo cierto es que nunca me ha pasado nada y tampoco he tenido sensación de peligro (cruzo los dedos….)

Recordé que me habían pedido un favor los clientes daneses que nos habían visitado la semana pasada. Resulta que habían olvidado un par de cosas en la lavandería y como les vería la semana siguiente en Chile me pidieron el favor de recogerlas y llevarlas a Chile ¿Tienes espacio en la maleta?” “Sí, hombre, no te preocupes” respondí iluso pensando que hablábamos de 2, 3 cositas. “Pero, ¿cómo puede haberse olvidado este hombre todo esto?” se sorprendió mi padre cuando en la recepción me sacaron lo de la 517: 6 camisas de vestir, 2 pantalones, 2 camisetas, 1 chaleco y una bolsa de ropa interior….además un iPad  “…¡se habrá vuelto con la maleta vacía!, ¿cómo no se ha dado cuenta….?

 

Con mi padre en el DF profundo…

Os dejé en el último post despertándome en el hotel del DF a una hora sin duda demasiado temprana y con una tremenda resaca después de la Guadalupana. Está claro que a cierta edad los excesos se pagan.

IMG-20150128-WA0000No serían ni las 8 cuando mi padre me llamó a la habitación. Sin duda fruto del jet lag pues no he visto a mi padre levantarse tan temprano desde que yo iba al colegio…y ya llovió…

“Arriba que vamos al Centro siguiendo las indicaciones del libro que me he comprado sobre los comercios tradicionales del Centro del D.F.”

Dicho y hecho, la verdad es que no había dormido mal pero me encontraba espeso, con un permanente movimiento en la cabeza y, por ende, en el estómago. Me costaba centrar las ideas así que asentía estúpidamente sin lograr concentrarme. Más aún en la tarea imposible de hacer a mi padre entender el por qué utilizar internet vía la WiFi del hotel era gratis y que no le iban a cobrar a él ni a quien le mandara whastapp…aunque se los mandaran desde España.

Por llevar la contraria a la mafia del taxi español pedí un coche de Uber. La verdad es que funciona bien pero no deja de ser bastante más caro que los taxis normales en todas las ciudades donde los he usado. En México juegan con el tema de la seguridad (cada vez más jodida…las cosas como son) y que los taxis que encuentras en la calles están “vueltos mierda” (expresión muy de Villa). En fin, caos total esa mañana de sábado en el D.F porque estaba cortado el Paseo de la Reforma ¿?. No mintáis, todos sabéis lo molesto que es ir en coche con un resacón como el que tenía…y todo se acrecienta con los atascos, sudores fríos por el calor…en fin, muy desagradable y no viendo el momento de llegar a destino que nos llevó cerca de una hora.

IMG-20150128-WA0002Ya en la calle Tacuba, intentamos entrar en el famoso Café Tacuba para meterle algo al cuerpo y asentarlo pero, como suele ocurrir en México, el restaurante estaba lleno a pesar de la hora (no debían de ser ni las 10 y siempre hay gente comiendo en México, el concepto de horas de cocina no funciona como en España, lo cual está muy bien). En fin que nos dejamos caer hasta el zócalo, subimos al reformado hotel México para contemplar las vistas (también el restaurante del último piso estaba lleno pero nos dejaron entrar para contemplar la imagen del zócalo desde arriba). Fuimos perseguidos por un guardia de seguridad que se subió 3 pisos corriendo para cortarnos el paso casi sin aliento; “Oiga usted que sólo nos hemos detenido en este piso para echar un ojo a las habitaciones”. Curiosidad malsana que tenía que ver con el nivel de rehabilitación llevado a cabo en el que fue hotel de lujo de la ciudad de México pero que sufrió un proceso de deterioro importante durante el siglo XX y ahora quiere volver a ser lo que fue.

Entramos en la centenaria tienda de sombreros Tardán con su lema también centenarios “De Sonora a Yucatán, todos llevan sombreros Tardán”. Resulta que mi padre con la edad se ha convertido en un fanático de los sombreros que considera un símbolo de elegancia suprema. A mi me gustan los de Panamá para el verano pero me cuestan los de invierno aunque calentitos si que son.

Es más, leía el otro día que ahora se han puesto muy de moda; ya me veo manejando sombreros en Logisfashion!

 

 

La Guadalupana con el equipo de Logisfashion México

Os dejé en Bogotá en mi último post saliendo para México. Llegaba una mañana, me recogían del aeropuerto y tenía que ir rápidamente al almacén de Logis pues llegaban unos buenos clientes daneses con los que estamos trabajando para ofrecerles todo el servicio de su puesta en marcha en Latam…proyectazo!

Iris con su bólido me había de recoger a las 13:30 y ahí empecé a recordar lo que era la Guadalupana en el DF. Como era 11 de diciembre y el día 12 se celebra la Virgen y la aparición de la misma ante el indiecito Juan Diego, las calles estaban colapsadas por la llegada de miles de procesiones de devotos que, en todos los medios posibles (incluso de rodillas) procesionan desde todo el país hasta la basílica de la virgen. Y es que en la víspera más de 1 millón de personas se reúnen para pedir milagros, dar las gracias o simplemente dar aliento a la misma. Os podéis imaginar el colapso en el que se torna el ya de por si caótico DF.

Vuelvo a la recogida, que fue tardía, que el salir del aeropuerto es una caos de difícil explicación (hicieron una autopista que circunvala la ciudad y llega al aeropuerto pero la conexión entre ésta (de nombre mexiquense) y el aeropuerto es complicadísima pues no hay carteles indicativos y has de entrar en una maraña de calles por barrios además poco recomendables…Pues bien, Iris llegó tarde, olvidó donde aparcó el coche, perdió el ticket y, como es lógico, se perdió en las calles colapsadas a la salida del aeropuerto. A eso de las 15:30, cuando volvíamos a pasar por delante del aeropuerto, le dije a Iris de comenzar de nuevo: “Iris, déjame de nuevo en el aeropuerto, me bajo, hacemos que me vuelves a recoger y nos olvidamos de estas 2 horas…”. Pero Iris, como buena comercial, es terca y siguió preguntando a diestro y siniestro como salir de ahí…barrios cada vez más bravos ¿Iztapalapa? Y al final se subió un señor gordito al que le preguntamos y que ciertamente parecía inofensivo pero esto es México señores…

En fin, el señor consiguió que le lleváramos a su casa y ahorrarse el transporte público y nos dejó igual de perdidos que antes. A todo esto Yuri nervioso con los daneses en el almacén…hasta que, finalmente a las 17:30 y 4 horas después de aterrizar allí llegamos.

IMG-20150118-WA0004Eso sí, la reunión fue exitosa y la celebramos con una maravillosa cena en el “Dulce Patria”, uno de mis restaurantes favoritos de Polanco y donde, probablemente, sirven las mejores sangritas caseras. Creo que fue un magnífico cierre para un gran día y un cliente que puede ser uno de los más importantes de Logisfashion en Latinoamérica si consiguen (y lo harán porque conozco bien a quien lo va a gestionar y es un fenómeno) cumplir su plan de desarrollo en América (Chile, México, Panamá, Brasil…)

IMG-20150118-WA0006Y el día 12 se celebra siempre en Logis la Virgen que coincide con la comida de navidad. Hacía tiempo que no estaba en México para la virgen y muchas cosas han cambiado desde mi última guadalupana 3 años atrás (recordada por los bailes de Rafa…y los míos). Porque resulta que se come y se bebe mucho (entre que nos regalaron buen tequila nuestros abogados que debían velar más por nuestra salud mental, que la cerveza por ahí estaba y que yo llevé varias botellas de Clos Abella). Así llegaron los parlamentos y Yuri tuvo a bien que dijera unas palabras donde ya noté que la lengua me resbalaba un poco (espero que ahí solo lo notara yo). La cosa fue a peor en los bailes donde no recuerdo tantas cosas como quisiera. Eso sí, recuerdo que bailé y mucho…lo cual en mi es preocupante. Y sobre todo recuerdo como me dolía la cabeza a la mañana siguiente, cuando mi padre me llamó para ir a visitar el Centro profundo del DF…pero eso os lo cuento en el próximo post.

Los días previos a la Maratón

Tras una estresante semana en México donde, probablemente, aparte de descansar poco, cometí un gran error que me iba a penalizar en la carrera prevista para el domingo siguiente: no probar ni una gota de tequila!!, llegaría a la gran manzana el jueves. El objetivo era descansar previo a la gran cita del domingo.

Claro que traté de cuidarme, pero el ritmo de desayunos, reuniones, viajes, comidas, más reuniones, más comidas y cenas, no fueron idóneos para mi plan. Me dejé ir por una de mis debilidades culinarias en cuanto a desayunos se refiere en mis viajes. Nunca puedo decir que «no» a un desayuno completo con huevos Benedictine (pochados con salsa holandesa sobre una tostada), un buen jugo de mandarina, panecitos dulces y un par de  expresos dobles con leche (la única manera de tomar café decente en México). 3 días estuve en el DF y 3 días pedí lo mismo en otros tantos desayunos de trabajo. Calorías para el cuerpo que se convertirían en energía para la carrera…o no?. A todo esto le añadí prisas, Consejo, varias comidas corridas y un par de buenas cenas (mal regadas con vino) en el Novecento y el Tori Tori…ni un día comí pasta como mandan los cánones.

IMG-20141107-WA0015Bueno, el jueves doy el salto a Nueva York y tengo 2 días de reposo total y carga de baterías. Era un vuelo con muchos maratonistas ya que a las maratones americanas (y especialmente  a la de Nueva York) van muchos mexicanos. Entre 50.000 participantes imaginad cuantos mexicanos pueden correrla. Eso crea ya cierto ambientillo que destrozó el encontrarme a un pavo (con pinta de ejecutivo venido a menos) embutido en una camiseta roída naranja del Valencia FC con el número 8 a la espalda de Farinós (que cosas…)

Llegados a NYC y tras el trago del paso de la aduana (rodeado además de rabinos procedentes de un jumbo de El Al recién aterrizado) llegó el lío de siempre de encontrarme con Paula que llegaba de Madrid en el vuelo de Iberia y entre terminales (hay 8 en el aeropuerto Kennedy) y que no hay manera de que se esté quieta…bueno, al final todos juntos para el hotel que no podía estar mejor situado. En la 44 y la octava, a 2 pasos de Times Square y al lado del restaurante que primero visitamos. Ya me habían hablado del Hakassan; chino moderno para dejarse ver, con decoración ecléctica y cuentas alargadas. Buenísimo el dim sum. Un sitio para ir (en la 43 con la octava). Como seguíamos sin tomar pasta y los días pasaban, el viernes fue especial carbohidratos con comida en Little Italy después de un paseo (y muchas compras) por el Soho y cena también cerca, en Nolita, en otro italiano, el Peasant, este más de diseño y cuentas abultadas. Eso si, riquísima la pasta con salsa de jabalí y las navajitas.

IMG-20141107-WA0016Y tras un sábado con un tiempo de perros…lluvia y frío que hicieron a Paula desistir en sus planes de conquistar la ciudad (menos mal) y con comidita energética en el Carmines (al ladito del hotel), y después de más y más compras, cenamos como ya es tradición en el día previo a la maratón en el Cipriani Dolci de Central Station. Y digo tradición porque también hace 4 años, cuando la corrí por primera y, hasta la fecha, única vez, también cenamos allí con mi buen amigo Stefano Pistilli que es nuestro partner en Italia y afamado maratoniano.

4 años después, 4 años más viejos y él las sigue corriendo todas (lleva 13 o 14 maratones seguidas). Ya sobrepasa los 50 pero sigue con la misma vitalidad (eso si con una novia más joven cada vez). Y a esta cena acudieron también un asesor de la empresa con su padre. Yo le había entendido que también correrían la maratón pero entre que oigo poco y era en italiano estaba seguro de haberme equivocado porque ese anciano que se quedaba dormido a los postres y su hijo con una barriga que seguro barata no la había salido, no les veía yo…Luego me confirmaron que si, y que incluso el padre, que se había hecho el Camino de Santiago de arriba abajo varias veces, esprintó al final sacándole 13 minutitos a su hijo (que no tenía mucho espíritu competitivo, todo ha de decirse..).

La verdad es que no es un restaurante que aconseje porque no comimos nada y se nos fue la cuenta a casi 90$ por barba (un poco de bresaola y una pasta bolognesa…). IMG-20141107-WA0010Así son las cosas con mi amigo, pues también nos llevó al famoso Peter Luger en Brooklyn (la meca del steakhouse, la mejor carne de NYC desde 1836…) y psss…que quieres que te diga? clavadón para una carne que, sin estar mal, las he probado mejores. Y la salsa de kétchup que te venden como la gran receta americana desde la Coca Cola…Eso si, 220$ por pareja (y al contado porque no aceptan tarjetas…). Bueno ahora a descansar que mañana es el gran día!

Pulque: el muchachero.

Me pillaron por México los fastos previos al día de la Independencia donde se conmemora el famoso grito del cura Hidalgo el 15 de septiembre de 1810 y que acabó con la independencia de México de la “Madre Patria”. Eran otros tiempos y otra España, aunque 200 años después las cosas en España parecen no haber cambiado mucho…y no me meto en ningún jardín pero que ridículos son algunos proclamando los 300 años de opresión de los pueblos ante la indiferencia del mundo civilizado y que gran fábrica de independentistas es el PP…vaya me he metido de lleno en el jarEl grito de Méxicodín y he destrozado todas las flores y algún que otro cactus!

En fin, que la celebración en México, aparte de las fiestas de rigor, tiene su máximo apogeo con el grito que, empezando por el Presidente, y seguido en cada plaza por los gobernadores y presidentes municipales (alcaldes) realizan en la noche del 15 imitando al cura Hidalgo “Viva México y mueran los gachupines!” (entiéndase español por gachupín…). Posteriormente ondean la bandera (siempre descomunal) en un gesto muy patriótico y todo el mundo celebra alborozado…Todo acaba con una monumental fiesta donde corre el tequila a mansalva y siempre se cierra la noche con muchos muertitos fruto del ardor guerrero mezclado con el tequila barato…” Hay gente pa tó!”, que diría aquél.

Pues efectivamente, de nuevo en México con mucha lluvia (por cada extremo el país un huracán…Norbert, Odile…que no dejaban de traer tormentas que convierten a la Ciudad de México en más caótica todavía). A pesar de las inclemencias y de un viaje maratoniano que me hizo pisar varios continentes antes de llegar, fue un viaje muy provechoso.

Con una visita relámpago a Guadalajara donde vamos cada vez mejor y creciendo con nuestro cliente local y varios días en el DF donde también seguimos creciendo. Acabamos de abrir un nuevo almacén de 6.000m2 en el mismo parque donde ya teníamos casi 10.000 y la previsión es llenarlo rápido. A fecha de agosto el crecimiento con respecto a 2013 está por encima del 75% y esperamos nuevas cuentas que estamos a punto de cerrar en breve.

Todo son buenas noticias en México y quiero aprovechar para felicitar al equipo, tanto Logis México el radicado en Guadalajara que se ha tenido que pegar una buena currada con un cliente difícilDavid (el que siempre se mueve y recién papá) y Susi), como el de Cuautitlán (encabezado por Yuri, Erick, Hector, iris, Karla…) y a los desplazados desde España que han tenido un agosto complicado (Gonzalo y Pere).

Chapeau chavales!:))

¿Qué más os cuento? Que no pare la fiesta en el DF! Se nota la alegría en lo difícil que es conseguir mesa en los restaurantes cuando se ponen de moda. Parece que La Unica toma la delantera como el local fresa en Polanco y conseguir mesa en el Central de Santa Fé no es tarea sencilla. Mira que también a alguno se le acaba la estrella y esa sensación me dio el Bar Tomate (sucursal del Grupo Tragaluz) que tiene otros 2 establecimientos en el DF pero que ya no brilla como antes (conseguir mesa sin reserva un jueves por la noche dice mucho de la buena mano de Yuri o poco del local…).

Tenía a la vuelta un viaje complicado, cosas de los billetes económicos que, normalmente me arrepiento de haber adquirido, cuando veo más cerca el momento de viajar. Y es que, si, era barato, pero mi vuelta con Air Canada saliendo el viernes a las 23:55 de México, haciendo escala en Toronto (de 12 horas) y, enlazando con un Toronto-Frankfurt para llegar a Barcelona el domingo a las 9 de la mañana se me empezó a atragantar a partir de que me di cuenta que estaría 2 noches seguidas en el avión. Cuando lo compré debí pensar (o estaría un poco borracho) que así conocería Toronto pero se me fueron quitando las ganas poco a poco. Moví Roma con Santiago para intentar cambiar el vuelo por otro más razonable pero los precios que me daban eran ridículos (cosas de las aerolíneas).

El viajeroAsí las cosas, pedí un taxi para que me condujera desde Logis al aeropuerto para llegar con tiempo y ver si tenía algún chance de cambiarlo in situ. Insistí en que me mandaran una unidad que supiera llegar por la autopista de peaje pues cruzar México un viernes por la tarde puede ser eterno. Parece baladí pero una vez que se abandona la autopista es complicadísimo llegar al aeropuerto que está imbuido entre callejuelas amenazantes en un barrio complicadito.

Cuando veo el taxi, utilitario típico del extrarradio con el cristal roto como una tela de araña y el taxista acorde al modelo de “conductor que no te va a llevar al aeropuerto por la autopista de peaje” y que, posiblemente mejor no hacerlo por el riesgo que corres, doy por perdida cualquier opción de llegar a tiempo para intentar cambiar el vuelo al anterior de Lufthansa que me permitiría llegar el sábado a Barcelona ganando un día en casa.
“¿Pero Vd sabe ir al aeropuerto por la autopista mexiquense?”
Tanto la cara del colega, como la risita de Yuri que me deseó lo mejor y que, por supuesto me dijo que le llamara si tenía algún problema, me quitó las ganas de luchar y acomodarme a la idea de pasar las siguientes 36 horas entre aviones y aeropuertos.
Me dijo que en una hora estaríamos en el aeropuerto, y no sólo lo cumplió, sino que fue una de las horas más amenas pasadas en un “carro”. Si bien al principio respondí con indiferencia (y cierta incredulidad) a sus intentos de entablar una conversación, y a pesar de declararse madridista y seguidor de Chicharito, poco a poco me fue ganando la curiosidad en ese personaje y fui picando el anzuelo. Primero con que si Raul Jiménez era mejor que Chicharito (más que nada por lo malo, malísimo que es este último), que si el Atleti y el Madrid…

Lo de siempre cuando me voy creciendo y trato de hacer apología del colchonerismo hasta que caí en un bucle imposible, me cambió de tercio de manera memorable y sin entender bien porqué, me empezó a contar la historia de su amigo Ramón (vasco él, creo por el acento que ponía) que vino a México hacía ya unos años y trabajaron juntos. Con gracia y desparpajo, me vino a decir que su gran preocupación era dejar preñada a su mujer, con la que no había podido tener hijos. Como era ya madurito (en sus 40…un chaval) quedarse sin descendencia era un trauma que no podría superar (se entiende que ambos). A todo esto, en Cuautitlán, seguía habiendo pulquerías o vendedores ambulantes en burro (hago un inciso para explicar que el pulque es un fermentado de cactus muy apreciado en México y que no se encuentra con facilidad, cuestión de modas). Si señor, el pulque o el «muchachero» como se le conoce por sus habilidades afrodisíacas.
«Esto tengo que probarlo»…me dijo que le comentó su amigo cuando se enteró y así, hasta que volvió a España a reencontrarse con su mujer, día si y día también se bajaba un litro de pulque. Vaya, que cuando hubo de volver, su gran preocupación era como conseguir el pulque en España pues ya se notaba él henchido de facultades varoniles (así me lo definió). Y efectivamente, la historia acaba de manera feliz.

Ramón volvió y dejó preñada inmediatamente a la mujer de gemelos, el taxista fue el padrino de uno de ellos y yo pude cambiar mi vuelo.

Logis on Tour …

Lunes 8 am, tras una noche reparadora, esperamos todos con nuestros bártulos al hombre tranquilo y su autobús que nos ha de dirigir a nuestro siguiente destino: la ciudad colonial de Querétaro donde celebraremos el  Consejo de Administración de Logisfashion México de manera excepcional. El no sólo llega cuando quiere, sino que además nunca se para a revisar la ruta sino que va tirando (preguntar no pasa por sus esquemas). Eso sí, nunca pierde la calma, ni cuando después de rodear Querétaro varias veces se da cuenta de que eso no es el centro sino que es el mismo cruce al que, de nuevo, hemos venido a dar.

Coño Toni (siempre de copiloto) que alguien ponga un GPS que no llegaremos nunca” grita alguien desde atrás del autobús.

“Me duelen mucho las piernas” repite reiteradamente Juan Martínez que cometió el error de levantarse eufórico a darlo todo en el gimnasio del hotel. Lo repite, sin embargo, con un gesto melancólico y cansino que hace que nadie le preste mucha atención.

IMG-20140721-WA0000_resizedFinalmente, previo paso por la fábrica de ITR donde nos dan un interesante tour y nos enseñan cómo se realiza el mantenimiento de los motores de avión. No muy relacionado con Logisfashion pero interesante conocer esta empresa que pertenece a la vasca ITP y que empezó como una Joint Venture con Aeroméxico y Mexicana hasta que estas decidieron salirse del negocio. Tras el Consejo, como los resultados de México son para enmarcar con crecimientos por encima del 50%, no da lugar a mucha polémica, nos damos un homenaje en uno de mis restaurantes preferidos de Querétaro: Los Laureles, sito en una preciosa Hacienda en las afueras  y propiedad de un gran aficionado a los toros que no deja de visitar ningún año la Feria de San Isidro. Probamos todas las delicias de la gastronomía mexicana, escamoles o huevos de hormiga (es la época), Huitlacoche (el hongo del elote), ricas tortillas rellenas de cabrito y, como toca celebrar y para no perder la costumbre, nuestros tequilitas.

IMG_1186Para bajar la comida, paseíto por el coqueto centro de Querétaro, cuna de la mexicanidad donde la famosa Corregidora (Josefa Ortiz) chivó a los levantiscos encabezados por el cura Hidalgo que los españoles pensaban encerrarlos a todos de una tacada. Toca luego viajecito en autobús hasta Guanajuato donde velaremos armas hasta el día siguiente que aprovecharemos para conocer la ciudad famosa por sus minas de oro y plata. Es curioso porque la ciudad está horadada por túneles que construyeron para desviar el cauce del río inicialmente pero que ahora utilizan como autovías de circunvalación para desviar el tráfico del centro de la ciudad y permitir un uso más amable para los peatones.

Es durante el recorrido, y a los pies de la estatua del gigante Pípila que fue clave para la toma de la alhóndiga de las Granadinas en la Independencia (allí se habían refugiado los españoles) que nos damos cuenta que nuestra llegada a Guadalajara va a estar calentita porque empiezan a llegar mensajes de una situación tensa con nuestro cliente más importante allí…glubs

IMG_1193Con cierto nerviosismo y después de una maravillosa comida a los pies del precioso teatro Benito Juárez en la que hubo tantos cambios de parecer sobre si nos decidíamos por el menú, la carta o el de degustación (al final, como siempre ocurre siendo tantos, no quedó claro nada y trajeron a cada uno lo que, probablemente había pedido pero nunca había querido…) retomamos el camino hacia Guadalajara con Yuri algo cabizbajo por la que se avecinaba al día siguiente. Y eso está bien porque aunque hay que desconectar, los clientes en esta empresa son siempre lo primero (nunca sabe quién leerá esto…)

Y al día siguiente, aparte de la visita de cortesía al cliente (esa sí, la del día siguiente ya no sería tan cortés) visitaríamos, como última fase del tour, el pueblo de Tequila (Jalisco) y concretamente, la Hacienda José Cuervo. O eso pensábamos porque finalmente alguien decidió cambiar los planes de manera repentina y nos quedamos con 2 palmos de narices en el magnífico centro comercial Andares. También contribuyó la tormenta apocalíptica que nos impidió salir durante más de una hora.

IMG_1188Eso sí, no nos privó de la maravillosa cena de clausura en el “Santo Coyote”, maravilloso restaurante tapatío donde además disfrutamos de los mariachis de la mesa de al lado…y sin pagar!

No quita para que al día siguiente, los que acudíamos a la reunión calentita (hubo algunos que se quitaron de en medio y ni reunión, ni autobús…) a las 7 de la mañana (que manía en estos países con los madrugones) como clavos para agarrar el taxi y directos al tajo. Fue duro pero provechoso…por llamarlo de alguna manera…y tras varias horas de reunión, y dejando a medio equipo allí al pie del cañón, Yuri y yo tomamos para el aeropuerto…pero eso en la próxima entrega…

¡Qué malo es el tequila!

IMG-20140721-WA0001Empezamos el fin de semana con una cena de celebración en el Villa María; no es que sea el mejor restaurante pero está bien ambientado para turistas y no dejaba de ser la primera noche de la mayoría de los integrantes del Grupo. La comida aceptable y el trago abundante hicieron que unos se animaran y otros empezaran a notar las muchas horas de vigilia. Entre los primeros, como no, mi socio, entre los segundos, como no, Toni y, por raro que parezca, Pepito Fiestas…debió de ser la altura…Porque más tarde acudimos a la Roma, para ser más exactos, al Bengala, donde el ínclito Walter, hombre maduro él, de largas melenas blancas, DJ a tiempo completo y, a veces, agente de futbolistas, parte y reparte. Es más, porque uno tiene amistades que le abren muchas puertas, que a punto estuvimos de quedarnos fuera por lo descompensado de chicos/as. Utilicé mis artimañas de perro viejo y entramos sin más. A las 3, cuando obligan a echar el cierre de los bares normales, Walter cierra las puertas delanteras y sólo permite el acceso o salida atravesando la cocina por la parte trasera. Como Yuri, generoso él, abrió cuenta y dejó su tarjeta…lo que no acabo de entender es como acabó de comprobar la cuenta…

IMG-20140721-WA0003Y es que  quedaba mucho, mucho más, pero aquí empezaron las dificultades. Tempranito por la mañanita, con alguna cara de circunstancias, autobús para Xochimilco. Es una zona de lagunas (realmente toda la antigua Tenochtitlan lo era) situada cerca de Coyoacan, al sur de la Ciudad de México a la que normalmente no se tarda más de media hora en llegar pero nuestro chófer (el hombre impasible) la convirtió en hora y media.  Es típica entre turistas pero también entre familias o grupos de amigos que rentan unas embarcaciones coloridas llamadas trajineras con capacidad para, mínimo, 20 personas. Propulsadas por unos palos enormes tipo góndola, se va dando un paseo donde lo de menos es el paisaje. Lo gracioso es lo que se lleva (neverita con chelas, tequila y comida para llevar) y lo que te ofrecen las barquitas que se acercan. Por supuesto todo tipo de comidas (tacos, elotes), bebidas (tequilas, cervezas y hasta pulque) y mariachis que te ofrecen sus canciones a 100 pesos la unidad. Tuvimos mucho de todo; desde luego de comer, más de tomar y muchas veces el Rey haciendo el agosto los mariachis con nosotros. ¡Qué fácil es pedir cuando no paga uno!

Subía la temperatura, especialmente la alcohólica, y en una de esas fotos exaltación de la amistad, Juanito Martínez me pasó la mano por la cabeza y…uuuuups, gafas de sol al agua. En un rápido movimiento intenté alcanzarlas pero…se hundieron irremisiblemente en esa agua a la que no me acercaría demasiado…y a la que posteriormente cayó la gorra de Karla en otro rebrote alcohólico. Finalmente alcanzamos puertos sanos y salvos, salvo `por los episodios anteriores que me afectaban muy de lleno (de hecho acabé con la gorra pasada por agua en la cabeza…y sigo con todo el pelo…)

Sin mucho más que contar, nos dejamos caer por la plaza Garibaldi, allí donde se exponen los mariachis para que quien los quiera contratar negocie precio y dirección donde deben de acudir. Este hecho da mucho colorido a la plaza que dicen se pone peligrosa a cierta hora. Hay aquí un local, el Tenampa, famoso donde los haya, pero decidimos acudir a otro no menos famoso pero más de baile como les gusta a los mexicanos…y que a mi no me gusta demasiado. Comimos rico y seguimos con el trago, incluso Martínez y Gonzalo se lanzaron a la pista. En todo esto llegó Yuri y les aplacó los ánimos con una ligereza en el baile que a todos dejó estupefactos.  IMG-20140721-WA0005Salimos y yo creo que no nos sentó bien las descargas eléctricas que te dan a la salida a 10 pesos…luego pensándolo fue eso y no el tequila lo que nos sentó mal…y lo que nos dio mala suerte. Porque después de alcanzar algunos el Rhodesia social club (todos embutidos en el coche de Yuri…mamma mia!) y de tomar alguna copita más, decidimos que una retirada a tiempo era una victoria. Como no era tan tarde, estaríamos a tope para la visita a las pirámides del día siguiente. Pero fue llegar al hotel e ir a tomar unos tacos con Gonzalo (el compañero ideal pues nunca falla por la noche) y darme cuenta que no tenía el iphone.

Mierda!!!!!! Se me acababa de caer en el taxi y éste ya no contestaba, imagino que acabaría rápidamente en Tepito. Vaya día; el mismo día gafas e iphone y todavía me quedaba ver a la mañana siguiente el móvil que tengo en México con todo el cristal inexplicablemente rajado!!!

Si ya lo decía antes que las descargas eléctricas….