Acabo de terminar el último libro del escritor mexicano Mejía Madrid sobre el monopolio televisivo mexicano (Televisa) y su poder en México. El libro en cuestión se titula Nación TV y explica la evolución del monopolio televisivo de la mano de la dinastía Azcárraga.
Y es que Televisa en México es sinónimo de monopolio, manipulación y contubernio con el poder (que en la dictadura perfecta mexicana representa el PRI). La funda en los años 50 el primero de la dinastía Emilio Azcárraga Vidaurreta, la convierte en monopolio su hijo: Emilio Azcárraga Milmo, que fracasa en su intento de internacionalizar la marca entrando en el mercado americano y la lleva a su máxima expresión Emilio Azcárraga Jean, actualmente el segundo hombre más rico de México después de Slim. Aparte del nombre, los tres personajes son muy similares; todos se han creído por encima del bien y del mal y ninguno de ellos ha tenido una relación fluida con su progenitor (prácticamente, en el mejor de los casos, ni conocían a su padre) y todos han tenido que luchar por la herencia y recuperar el control del monopolio. También el gusto por el poder y las mujeres bonitas ha caracterizado a los 3. Sin duda el más conocido es el segundo (El Tigre), activo miembro del Opus Dei, tuvo una juventud (y madurez) caracterizada por el gusto a las juergas y mujeres (su padre le llamaba el “príncipe idiota” porque siempre aparecía en los actos “Colocado”, hasta el punto de que su padre prefirió a su cuñado como sucesor. Desafortunadamente, éste muere en un extraño accidente de avión donde debía de estar también el “príncipe” pero “milagrosamente” el Tigre no acude por una excusa un poco peregrina (tipo Juan Carlos y Corina pues se había caído de un caballo cabalgando con una de sus amantes, de hecho creo recordar que la Jean…). Tras varias extrañas operaciones (como la construcción del Estadio Azteca de México después de la compra del equipo de futbol América) que casi lleva a la ruina a la televisora y a la tumba al Tigre por las deudas contraídas con los Garza Sada de Monterrrey es medio defenestrado.
Pero, una vez fallecido el padre, y en el mismo funeral, tiene lugar una reunión con el Presidente en ese momento (Echevarría) y los propietarios de las otras televisoras (O’Farril y Salinas) en la cual se decide, en la sala adyacente a donde se velaba el cadáver de su padre y a instancias del Presidente electo, la creación de un monopolio a medida de todos (del PRI para tener una televisión amable que le permita perpetuarse en el poder, del resto de accionistas que hacen un buen negocio y del Tigre al que le permite tomar el poder del nuevo monopolio). Así se crea Televisión Satelital de México…o Televisa.
Desde ese momento se ha caracterizado por ser una televisión de informativos manipulados (encabezados por el todavía en activo Jacobo Zabludoski…) y programas de entretenimiento zafios en el contenido y poblados de casos de corrupción de menores, drogas, sensacionalismo barato…en el backstage.
Casos como la ocultación de la gravedad del terremoto del 85 con miles de víctimas que fueron oportunamente ocultados para evitar que afectara al mundial del 86 que era la gran apuesta de Televisa o la campaña contra el Gobernador del DF, por primera vez izquierdista, Cuauctemoc Cárdenas (hijo, por otra parte, de uno de los presidentes más emblemáticos de México) al que, de manera torticera, defenestraron. Como anécdota, entre las mujeres del Tigre destacó una edecán, Adriana Abascal (la tigresa) que posteriormente se casó con uno de los ínclitos amiguitos de Aznar que tanto daño han hecho a este país…Villalonga.
Pero es el hijo, Azcárraga Jean el que ha llevado a Televisa a su máximo apogeo. Como si de crear una nueva estrella televisiva (hay que recordar que Televisa tiene experiencia en crear monstruos como Thalía o la defenestrada Gloria Trevi…¿tendrán algo que ver con el fenómeno Leticia Sabater que nos asustó en nuestra niñez?…), el nuevo Azcárraga decidió crear un Presidente como se crea un nuevo galán televisivo: guapo, joven y fotogénico, lo de menos es que fuera inteligente; primero lo proclamaron para Gobernador del Estado de México y, posteriormente, fue a la grande y salió elegido en las elecciones del año pasado a pesar de las dudas sobre su capacidad (no sólo política) y su pasado convulso. Así se crea un éxito marketiniano…y aquí está Peña Nieto gobernando el país e, imagino, devolviendo favores.
Dejando esto de lado, he de reconocer que lo que ha hecho EPN en estos pocos meses de mandato, cuando menos, parece más acertado que sus desafortunados antecesores del PAN, que en su interesada mal llamada “guerra al narco” convirtieron al país en un cruento campo de batalla. Parece, sólo parece, que se ha desactivado en cierta medida esta situación y se ven pasos positivos en aspectos como la desarticulación de los hasta ahora intocables sindicato-mafias corruptas (véase la caída de Elba Esther, la maestra) y las amenazas vertidas hacía el máximo dirigente del sindicato de Pemex…pero esta es otra batalla…veremos