Siguiendo con el tour que me llevó por todas nuestras operaciones latinoamericanas y que me hizo recorrer unos 40.000 kms en 10 días. Uff…se me hizo intenso de salida pero es que tenía que aprovechar el viaje y estar de vuelta para el Summit de Modaes (imperdible) no me quedaba más remedio. Así me lanzo a recorrer Chile, Colombia, Panamá y México. Y vuelvo loco al equipo obligándole a movilizarse para poder cuadrar citas incluso en festivos… ¿Cómo lo veis; consejo en México el día de la Revolución…?. Así de revueltas están las cosas.
Y aterrizo el lunes por la mañana en Santiago. ¡Qué maravilla es llegar Santiago en pleno mes de enero!!! Cuando en el hemisferio norte nos morimos de frío y ellos están empezando a saborear el verano, bueno, están en pleno verano pero me tocaron unas temperaturas de lo más suaves.
Estamos con un proyecto muy interesante que puede suponer un cambio radical de nuestras operaciones en Chile, país donde llevamos casi 10 años pero que nos ha costado mucho más que en otros sitios despegar. Aunque la situación del país es complicada, lo cierto es que el consumo todavía está tirando (y se nota en los restaurantes, especialmente el Osaka en el hotel W que llevo varios viajes queriendo volver y no hay manera).
El tema del cobre afecta, y mucho, pero recordemos que en Chile están los grandes retailers sudamericanos Falabella, Ripley, París. Cruzo los dedos y espero poder daros en breve la noticia que puede suponer una facturación importante y un proyecto global con uno de los grandes retailers locales de productos de hogar. Y en esto estamos trabajando y esto me ha permitido conocer al equipo del cliente/partner con el que hemos conectado de inmediato. Desde la propiedad, el directorio y la gerencia de logística hemos creado un equipo con muchas ganar de sacar el proyecto adelante y muchas sinergias.
Entre otras en el mundo del running del que Tomás es fanático y nos llevó a Pere y a mí por la calle de la amargura (especialmente por el desalmado de su entrenador que se frotaba las manos con la imagen de los 2 españolitos que venían con su alumno (aventajado) a su clase de running del lunes por la tarde en el parque del Bicentenario. Qué chulo para correr y qué ambientillo más sano pero que…dejémoslo en desalmado….todavía tengo agujetas en músculos insospechados.
Eso sí, comimos y bebimos como Dios manda. Como no, nos pasamos por el Due Torri donde no dejé de probar la albacora y cenamos, después del trajín del entreno, en el Temple del mismo hotel Intercontinental; asiático con pretensiones que se queda lejos del Osaka…
Y la guinda del pastel vino el martes por la noche en la que Mauricio nos invitó al Km0 también en el W (sin duda mucho más de moda que mi hotel). Espectacular la ensalada de centollo sobre capa de palta (aguacate) y el brazo de cordero (tierno no, lo siguiente). Rico vino chileno y de ahí directamente para el aeropuerto porque teníamos vuelo para Colombia a la 1 de la mañana…
¡Gracias Chile! Qué éxito de viaje y que bonito que lo pasamos…
Foto Parque Bicentenario Thisischile.cl Foto