Un viaje cargado de «experiencias» en México y Colombia

Y es que estoy enfrascado en mil proyectos, entre otros se me ha ocurrido volver a las aulas para revivir, 20 años después, mi experiencia en el IESE que, cuando menos, me permitió montar Logisfashion junto con Carlos y Juan. Si señor, me he metido a hacer un Programa de Desarrollo donde todos son (somos) muy mayores. Mucho mayores que yo, pensé el primer día, pero pronto me di cuenta que siempre me trato con indulgencia, que ni mucho menos era el benjamín del grupo…

Veinte años no son nada, pero a veces miro a mis compañeros y es ahí donde de verdad tomo consciencia del tiempo transcurrido. Ahí y cuando acaba la clase y la gente sale en estampida al baño…hace 20 años ni sabía donde quedaba el baño en el IESE. Eso sí, es verdad que nos miman mucho y nos dan de comer y beber en abundancia, lo cual ayuda a que la gente salga en estampida. ¡Así estamos, haciendo concursos de quien va más veces y quien llega más lejos…como niños!

Pues bien, del IESE directo al aeropuerto para cruzar el charco de nuevo…y en turista, premium, pero turista, al fin y al cabo. Me hago mayor, pero sigo teniendo el espíritu del emprendedor ahorrador…que las cosas están muy difíciles. Mira por donde que la economy te sirve para departir con el prójimo e, incluso, sacar algún que otro contacto que tal vez sirva para el futuro.

Primera parada México donde Yuri (el optimista) va como una bala. No importa que algún cliente díscolo se vaya por las ramas, él tiene cola en la puerta para trabajar con Logis. Enhorabuena al equipo comercial con la siempre dispuesta Iris. Acabamos de empezar un proyecto inhouse con Decathlon y los comentarios por parte del cliente son inmejorables (aunque he de decir que en la comida miraba de reojo la tele donde el Atleti perdía en Sevilla ☹).

También estamos desarrollando el segmento de las empresas de juguetes con Bandai y el que más me impresionó, Distroller, con cuyo CEO cenamos en el magnífico Dulce Patria ese mismo día. Fue un día largo, pero mereció la pena que Yuri pagara la apuesta que hace tiempo le gané. Con buen tequila y los platos típicos de Martha Ortiz (que rico el extraviado) nos explicó el proyecto de Distroller liderado por su fundadora Amparín, que tiene que ser todo un personaje. Diseñadora y dibujante, recrea historias que le ocurren traspasándolas a personajes típicos de la tradición mexicana. Así, su recreación de la virgen de Guadalupe en accesorios con su Virgencita plis (que esta mochila se convierta en Gucci…) con peticiones extravagantes fue toda una sensación.

 

Distroller

Aunque el éxito de verdad le ha venido con los relojes fetales que crecen con el agua y que los niñ@s han de llevar a la tienda al cabo de una semana para que la enfermera, apoyándose en una máquina que recrea el útero humano del Dr. Bacterio, ayuden al nacimiento de la muñeca que será adoptada por la niña a la que los papás compraron la experiencia. Porque de eso se trata, y todo en la tienda está preparado para recrear esa experiencia, desde la enfermera (Tania en nuestro caso) hasta un sanatorio con incubadora donde las niñas dejan a sus bebés hasta que se recuperan de las terribles enfermedades que les aquejan. Toda una experiencia que me hizo visitar la tienda al día siguiente; fundamentalmente por la emoción que le ponía Eduardo (su CEO) al contárnoslo. Chapeau y seguro que tienen mucho éxito a nivel internacional, como el que han tenido en México. Ya han abierto un par de tiendas en EEUU y su plan de expansión (espero que con nosotros) va viento en popa.

Y como el viaje era relámpago, a las 6 de la mañana para Bogotá. Eso sí, no pude resistirme a comprar un par de botellas del Herradura Ultra que me regaló Yuri y que supera con creces a mi preferido, hasta la fecha, reposado. Llegando al control de pasaportes de Bogotá me di cuenta que me las había dejado en el avión. Carrera deshaciendo lo andado que había sido bastante y adrenalina a tope para llegar a la puerta de salida cuando lo abandonaba la tripulación. Hube de rogar a la de seguridad, pero finalmente las recuperé. Uff, suerte tuvieron Fede y Carlos que para ellos eran…

Colombia

No es Colombia un país fácil para vender (o no conseguimos que los clientes valoren el servicio de Logisfashion con lo que vale). Y desde luego no será por las capacidades y compromiso del equipo que nuevamente me demostraron (Fede, Yeymin, Eva…). Me fui optimista, como no puede ser de otra manera con la energía que desprenden. Más aún después de conocer finalmente el famoso Leo Cocina y Cava.

Y es que no cae bien la mediática dueña (Leonor) y me costó convencer a Carlos de acudir. Finalmente, no sólo vino, sino que tuvo el detalle de invitarme con maridaje y todo (Grande Villa). El maridaje si que fue un poco raro con fermentado de guayaba, licor de corozo, café anisado, ron Parce (espectacular) y algo de vino. Como bien decía Carlos, si el vino ya está inventado para que se meten en esas historias. El menú me pareció a partes iguales original y sabroso, con elementos típicos de los indígenas colombianos. No entendí casi nada de los platos, pero me entusiasmó un atún con polvos de hormiga culona y un ceviche con pirarucú, el segundo pez de agua dulce más grande del mundo que recordaba de cuando fuimos con Paula al Amazonas (no me supieron decir cual era el más grande).

Muy recomendable pues triunfa en su empeño de publicitar la tradición indígena y precolombina que, sin duda, es extraordinaria y poco apreciada por el esnobismo de las clases altas (vaya frase más pedante me ha quedado…). No es fácil encontrar en Bogotá (ciudad donde han proliferado como hongos restaurantes de corte mediterránea con una cocina aseada pero difíciles de diferenciar unos de otros) esta apuesta por lo tradicional con tanta calidad. Sin duda pienso volver, a ver si de esta manera pillo algún nombre más allá de los mencionados….

Los «Café con piernas» de Santiago

Hacía tiempo que no pasaba un fin de semana en Santiago de Chile. Últimamente he retomado el placer de ir a Santiago (especialmente en el verano austral) y es una ciudad que me atrae mucho. Es un gustazo llegar del frío y desembarcar en un ambiente de relajo estival.

Es incluso más notable que si vas a países tropicales donde siempre hace buen clima. Donde sufrimos el frío y los días cortos invernales disfrutamos más la llegada del verano. Como contrapartida es muy duro ir en invierno cuando tu vienes de un “mood” completamente diferente.

Centro de Santiago, Chile

 

Hubo una época, cuando se puso en marcha Logismoda, que sí que tenía que viajar mucho a Santiago. Hablo de 2005-2006 pero luego, por razones varias, relacionadas con cómo se gestionaba el negocio en Chile (que no cuadraba con nuestra forma de verlo), estuve un buen rato sin viajar.

Ahora, lo he retomado con entusiasmo pues hemos apostado de nuevo fuerte por el país y estamos construyendo un gran centro de distribución de 14.000m2 pegado al aeropuerto que será la joya de la corona de Logisfashion en LATAM.

 

Ante todo, decir que para mí Chile no es Latinoamérica. Hay muchas cosas que me llevan a pensar eso, pero es que casi les veo más europeos (con lo bueno y con lo malo) que los españoles….

La primera vez que fui a Santiago

 

Y claro está, Santiago me recuerda mucho a Luchito. Ahora, paseando por Santiago un domingo de enero (casi febrero que es como agosto) me acordaba de la primera vez que aterricé en Santiago allá por el 97. Empezábamos Logis y me tomé mis primeras vacaciones reales. Nos fuimos tres semanas con Paula a recorrer Chile con mi añorado Lu de cicerón ya que llevaba 3 o 4 años viviendo allí. No recuerdo bien porqué, yo aterricé antes que Paula y Lu me recogió en el ya modernizado para los estándares aeropuerto.

cafe con piernas, Santiago de Chile
Ni corto ni perezoso (tápate los oídos Lili) me llevó directo a conocer lo que para él pensó sería mi gran «highlight» de Santiago: ¡los cafés con piernas!!!!

Y uno en especial, allí por el centro por el Paseo Ahumada, donde servían los mejores cafés de Santiago. Vamos, que necesitaba un café para despertar el espíritu después de tan largo viaje. Y, como siempre, no me decepcionó.

Qué mejor sitio para levantar el espíritu que ese escondrijo en unas galerías donde en no más de 10m2 de superficie 2 chicas con la falda muy corta y el busto muy marcado servían el café (nada de alcohol) y compartían charla con los pocos clientes que miraban a hurtadillas desde la barra (unos más y otros menos disimuladamente) las piernas de las jóvenes.

Probablemente, la cotidianidad del momento restaba dramatismo a la situación. Los clientes podían ser los habituales de cualquier bar de barrio que se acercaban a hacer el cortado y fumar un pitillo matutino. Y así era el estatus del lugar…dejando de lado lo casposo de la situación. Yo, que he viajado mucho, nunca vi nada igual.

El domingo que pasé en Santiago quise conocer como estaba el centro y sus cafés con piernas 20 años después de mi primera visita. Empecé el día subiendo al Cerro; carrerita de 18 kilómetros en una horita y media para despertar el instinto guerrero.

Aquí mencionar que Chile se está quemando vivo. No se sabe bien quién lo provoca, pero este verano está siendo criminal en ese aspecto.

Mucho calor y humo por todas partes que llega desde los incendios 800 kms al sur y que envuelve Santiago en una bruma irrespirable ¡Esto no es bueno nada bueno!

 

El Mercado Central, un clásico

 

Comí en el Mercado Central; ¡Si!!! También volví al “Donde Augusto” al que Lu me llevó hace 4 lustros…y como soy un hombre de costumbres, pedí lo que siempre he recordado había pedido en su momento (si bien esto es probablemente algo parecido a cuando crees recordar una situación a raíz de una foto…y es la foto la que te hace vislumbrar lo que ocurrió).

En fin, que pedí Locos la parmesana (son un molusco típico chileno, junto con las machas y los picorocos), que realmente no tiene mucho sabor pero la textura es agradable y el parmesano le da un toque curioso. Y por supuesto, caldillo de congrio; siempre el caldillo, aunque fuera estuviéramos a 40 grados.

Y resuelto el tema de la comida. El café, en un «café con piernas», esto era innegociable. Paseé por Ahumada y no encontré las galerías ¿seguirán tan escondidas? y me paré en el Caribe que compite en localizaciones con el Haití.

No era lo mismo, fue como recordar una tasca donde probaste un jamón con queso y vino espectacular y encontrarte en un Burger King 20 años después. En fin, todo cambia, hasta los cafés con piernas. ¡Qué diría Lu si levantara la cabeza!!!!

De manjares mexicanos y panameños

Por fin consiguió Yuri llevarnos al restaurante Porfirio’s  “alta cocina mexicana” según reza la web. Muchas veces lo intentó y, debo de decir que finalmente nos lió y la experiencia no fue espectacular. Tal vez porque me pilló destrozado recién aterrizado en México, tal vez porque hacía frío en la terraza donde Yuri (viciosillo él) nos colocó para poder fumar un cigarro tras otro o fue tal vez la comida que no se pasaba. No lo sé.  

«Con las manos en la masa»

La verdad es que al escribir esto ya he pasado nuevamente por Bogotá. Llevo una racha de viajes que se me hace difícil planificar los posts y llevar una bitácora  accesible para quien me siga. Siento, por ello, mezclar historias o restaurantes que pertenecen a viajes diferentes. Puede ocurrir y tampoco me preocupa demasiado pues el orden no ha sido nunca el objetivo de este humilde blog.

Así, puedo hablar de 2 visitas al precioso hotel de la Ópera en Bogotá (uno con el Comité y otro con el Consejo…); justo al comienzo del Centro Histórico la Candelaria y a 2 pasos de la Plaza Bolívar donde se sitúan los edificios más representativos de Bogotá: la Catedral, el palacio de gobierno, el ayuntamiento, la casa Nariño (hogar del Presidente) y el Palacio de Justicia. Éste último totalmente remodelado tras ser destruido en 1985 tras la toma del mismo por el grupo guerrillero M19 y el posterior asalto que no hizo sino aumentar la carnicería del ejército colombiano que no dejó vivo ni al tato (bueno, alguno que luego fue alcalde de Bogotá sí que salió vivo). En total más de 100 muertos con varios desaparecidos que, muchos años después, fueron reconocidos en fosas comunes…no suena bien, ¿verdad?

en-la-candelariaAhora intento darle forma porque esto me lleva a muchas historias apasionantes que son hitos del psique colombiano. El primero, como no, me hace enlazarlo con el reciente referéndum (justo mis viajes fueron 2 semanas antes y una después del fiasco). Lo que iba a ser la fiesta de la paz se convirtió en una pesadilla para muchos colombianos de buena fe. Nadie entiende desde fuera que se vote NO a un proceso que traería la PAZ después de 50 años de barbaridades. Por muchas concesiones que se hagan y después de una campaña donde las voces en contra eran mínimas aunque poderosas (Uribe, siempre Uribe…), por sólo 50.000  votos y en unas elecciones donde hubo casi un 60% de abstención, los colombianos, en todo su derecho pero de manera, reitero, poco comprensible lo rechazaron.

Esto abre un periodo de incertidumbre que ha generado una movilización popular nunca vista en Colombia que podría llevar a que se llegara a una solución final empujada por el pueblo y no por los políticos. Y esta podría ser una de las causas del rechazo al proceso: la baja popularidad de sus políticos y, especialmente de su Presidente Santos que, a lo Cameron, pretendió jugarse al todo o nada el Proceso de Paz y le salió cruz…bueno, al menos se llevó el Nobel que algunos opinan era lo que realmente buscaba.

carlos-y-toniAhora está la plaza llenándose de acampados que protestan en general (vi incluso pancartas anti taurinas) y llegan hasta la misma esquina donde se puede visitar la Casa del Florero.

Es este uno de los puntos clave de la Independencia de Colombia (la historia siempre se cuenta como se quiere o como es más divertida). Parece que el robo del susodicho florero o la no cesión por parte de unos hacendados españoles, generó revueltas que fueron el detonante o la excusa para el comienzo de las refriegas que llevaron a la liberación de Bogotá. No es que le de mucha verosimilitud a la historia que, por cierto, me recuerda a una en México con los franceses y unas tartas.

En la peatonal que sale entre el Palacio y la casa del florero, mataron a Gaitán; ese prócer colombiano de los años 50 asesinado por las oscuras fuerzas reaccionarias  (podría haber sido el Kennedy colombiano). Esta sí que es una historia interesante perfectamente relatada por el escritor colombiano (uno de mis tops) Juan Gabriel Vásquez  en su última novela “La forma de las ruinas”. Un imprescindible que también mete en el cóctel la muerte, en la misma zona, del General liberal… Uribe Uribe (siempre Uribe) manejando nuevamente la teoría de la conspiración común en las 2 muertes anteriores. ¡Apasionante!

Es esta Avenida la que lleva al Museo del Oro. Muy interesante (imprescindible un guía) para entender el manejo que del oro hacían los indígenas precolombinos y como debió ser el choque de culturas con los materialistas conquistadores.

con-las-manos-en-la-masaNo me voy sin antes contaros el Curso de Cocina que hicimos con el Comité en la escuela del argentino Mariano Moreno en Bogotá. No cabe duda que este tipo de trabajo en equipo genera un espíritu que no se consigue de otra manera.

Ver como Gonzalo con su afán gallego de la carne cruda destrozó la posta cartagenera (punta de anca sellada y cocida en su salsa aderezada con panela o el azúcar de los pobres) a pesar de los esfuerzos de Toni que, eso sí, prefirió hacerse su propia tortilla de 20 claras de huevo.

Fue sin duda el arroz con coco uno de los platos más sobresalientes de la terna aunque hicimos tanta cantidad que podíamos haber dado de comer a un regimiento.

No faltó el grupo de las chicas con un patacón con hogao. Sencillo pero sabroso. Tal vez nos debíamos de haber atrevido con un sancocho o un ajiaco pero la experiencia estuvo divertida (sobra decir que cuanto más vino tomábamos más divertida se volvía).

 

Toni se nos queda en Bolonia

2016 es el año de Italia; entre una cosa u otra ya llevo 4 viajes a Italia en lo que llevamos de año. Firenze, Milano, Venecia y, finalmente, el que nos toca a Bolonia.

BoloniaHacía tiempo que no venía a Bolonia; conocida como la ciudad roja (rossa) tanto por motivos políticos (muchos años tuvo alcaldes comunistas), como por sus famosos soportales para resguardarse de la lluvia en piedra roja. De hecho el actual primer ministro Renzi, es originario de Bolonia.

Juan y ToniNo será la ciudad más bonita de Italia pero tiene detalles que hacen que su visita (que se hace rápidamente) sea interesante…y con muchos menos turistas que en otras ciudades italianas. La universidad más antigua de Europa (¡del siglo XI!!) con su sala de autopsias que hizo las delicias de Toni…, su curiosa basílica de San Petronio (que de lo bonita que es parece hasta fea o a medio derruir) me encanta cuando tienen este rollo románico de piedra desnuda, las torres que medían según la altura el poder económico de sus dueños y, como no, la coqueta e impresionante “Chiesa de Santo Stefano” que no es una iglesia, sino 4 en una (llegaron a ser 7) de forma genialmente laberíntica. Realmente es algo que recuerda mucho más al mundo prerrománico que al gótico que impera en ciudades cercanas…una delicia.

antipasto, boloniaPues como viene siendo la norma, fue viaje relámpago; vuelo a las 6 de la mañana desde Barcelona, visita al cliente con el que estamos negociando para manejarles la logística a nivel europeo (cruzo los dedos a ver si nos llevamos otra gran marca de lujo para España) y paseíto por la ciudad antes de tomar el vuelo de vuelta por la noche. Agotador, intenso…pero satisfactorio; un día bien aprovechado sin duda.

Comimos muy cerca de la catedral, en un restaurante llamado Rosa Rose, en una pequeña callejuela donde encontramos una terracita al lado del mercado (remodelado rollo mercado de San Miguel en Madrid) y donde pudimos degustar las especialidades de la zona:como no la mortadela (que entre tomarla buena o la del bocadillo de niños hay la misma diferencia que entre el jamón serrano y el jabugo) y los tortellini. Regadito con un San Giovese y un tiramisú de postre antes del ristretto. Todo muy trendy…todo muy italiano.

Y como a Toni este tema le va, se me quiso quedar en Italia y montar un restaurante con sus especialidades. No sé yo si encontrará muchos clientes que sólo quieran tomar arroz a la cubana y pollo a la plancha 😉

trattoria tony

“Si se trabaja y se quiere, se puede!»

Nadie dijo que los comienzos fueran a ser fáciles. Con un crecimiento como el que llevamos en 2015 por encima del 50% a nivel de grupo y con aperturas permanentes (Colombia, Panamá, Miami…) las situaciones se vuelven a veces complicadas y afloran las tensiones dentro y fuera del equipo. Es normal en situaciones de alta exigencia y altos niveles de estrés. Las operaciones necesitan rodarse, los sistemas afinarse, los procedimientos ajustarse, las personas formarse…

Quiero aprovechar estas líneas para mandar ánimos a todo el equipo de Logisfashion; a aquellos que están desplazados dando servicio a los almacenes que se están montando, a los nuevos clientes y a aquellos que, desde Central, ponen también todo su esfuerzo en apoyar el desarrollo de las nuevas operaciones. Este es un gran proyecto con un gran equipo. ¡Que no decaiga el ánimo ante las dificultades muchachos!

Como decía el Cholo: “Si se trabaja y se quiere, se puede…¡ánimo muchachos!”

Y no quiero establecer paralelismos extraños pero escribo todo esto mientras el mismísimo James Bond llega a la ciudad de México. De hecho veo desde la ventana de mi hotel su llegada a la premier de su nueva película Spectre en el Auditorio Nacional. Parece que es fin de semana de acontecimientos (será por ser el día de los muertos) pero el otro día me crucé con Fernando Alonso en el hall del hotel. Y corría huyendo de los fans mucho más de lo que acabó corriendo en el Gran Premio… ¡perra vida!

equipo Logisfashion Colombia

Ya os digo, semana intensa de trabajo donde nos habría venido de perlas un par de 007s. No paramos entre negociaciones con clientes, partners, proveedores. Eso sí, dio para conocer un buen restaurante (como siempre actuó Carlitos de Cicerón). Acaba de abrir el cocinero asturiano Koldo Miranda el restaurante “El Gamberro” en Bogotá y me pareció un restaurante con alma, con sabor, algo que no es fácil de encontrar en los nuevos restaurantes de Bogotá que todos están muy bien pero que, al final, todos son muy parecidos: modernos, aseados…y un poco insípidos para mi gusto…ahhh…y caros, todavía muy caros a pesar de la devaluación del peso (y no os cuento si pedís vino).

¡Ayyy la devaluación del peso!….todo el mundo llora, como si se pensase que la era de las materias primas, que había convertido a países parias en los amos del universo, fuera a durar eternamente. Se creó ese espíritu típico de las burbujas que hacia crecer riqueza como hongos. Pero amigos, la riqueza que se crea de manera artificial desaparece igual que viene y sólo los de siempre sacan rédito de la misma; ¿Serán aquellos mismos los que las crean para sacarnos el dinero del bolsillo?

Bueno, vuelvo a la realidad que me voy por los cerros de Úbeda, lo dicho, el restaurante me pareció muy bueno porque, extraño en estos proyectos que ponen el apellido pero los chefs no están encima, consigue crear algo diferente, algo que sorprende, algo con “armonía” (aquí guiño a Paula).

También tuvimos ocasión de cenar con el equipo, con el que se va formando en Colombia/Panamá (donde en breve seremos ya más de 70 personas) y con el que se está desplazado apoyando con gran esfuerzo la puesta en marcha…Eva, Quim, Pere…y en breve Hector, Gonzalo, Oscar, David…todos contribuyen a este proyecto y sin él no seríamos nada.

Cenamos, nada más y nada menos en la versión capitalina de mi adorado Andrés carne de res…el Andres DC que impresiona por el tamaño (un edificio entero de 4 plantas remedando al original en Chía) con capacidad para 700 personas que llena día sí y día también. ¡Madre que negocio tiene el amigo Andrés! Eso sí, difícil trasladar el carácter y la personalidad del original. Se ve como lo que es, una copia perfectamente ejecutada.

Y aunque uno ya no da para muchas alegrías nocturnas y esa semana estaba especialmente cansado, no dejamos de ir a tomar la penúltima en la zona T en un sitio muy chulo de conciertos con una terraza espectacular (Armando Records) donde acababan de tocar los Planetas. Ese Fer se las sabe todas por la noche…

Key West y Miami beach…entre jubilados y DJ´s

Después de la peripecia con la policía, llegamos a Miami justitos para la cena. Eran sólo las 9:30 pero nos pusieron cara rara en el hotel «The Marquesa» cuando preguntamos por un sitio donde cenar a esas horas; ufff, aquí no se suele trasnochar mucho, nos dijo el amable conserje del hotel mientras nos ayudaba trabajosamente con las maletas. Y lo hacía de esa manera por su avanzada edad; cualquiera hubiera pensado que tenía edad más que suficiente para disfrutar de un merecido descanso en forma de jubilación. Claro, que en ese momento no vimos ni un alma en la coqueta piscina del hotel pues, como nos dimos cuenta a la mañana siguiente, la edad media de los huéspedes hacia que nuestro amable recepcionista fuera todavía un yogurín.

IMG-20150624-WA0008Pero vuelvo al tema de la cena, donde, tras varias gestiones conseguimos que nos atendieran en el restaurante anexo al hotel (también llamado The Marquesa pues, como la mayoría de las casas en Key West (o Cayo Hueso como curiosamente se traduce en castellano), era una mansión con ese nombre construida a fines del siglo XIX.

Como podéis imaginar, es Key West más un sitio de retiro para jubilados adinerados, que no una bacanal en forma de fiesta permanente. Sin playa pero con un puerto deportivo que permite disfrutar de la pesca y el submarinismo en la zona; hay que recordar la cercanía con Cuba de la que no dista más de 100 millas. Vaya, que para un día holgazaneando en la piscina da pero no para mucho más, así que a media tarde tomamos los bártulos hacia Miami Beach.

Paramos por el camino, en la isla de Marathon, a comer en un sitio curioso famoso por el marisco, en particular las langostas (ya se sabe que la langosta de la zona no es muy sabrosa y es a la gallega como el prosciutto  de Parma al jamón de Jabugo) que puedes degustar en cantidad al borde del mar y a precios populares. El sitio se llama “Key Fisheries” y creo que en fin de semana se pone hasta arriba así que conviene ir a horas intempestivas para las costumbres culinarias americanas (por ejemplo a las 3 de la tarde que para ellos no es ni chicha ni limoná…).

IMG-20150624-WA0004Claro que la llegada a Miami beach con nuestro Mustang descapotable fue a todo trapo. Gracias a Jorgito, que luego nos falló por motivos domésticos indeterminados, nos alojamos en el Shoreclub, vaya, en el mero, mero…  Hotel icónico en la zona norte de Collins con un diseño Zen que contrasta con el Art Deco de la mayoría de los hoteles de la zona. Como coincidía fin de semana la piscina se ponía buena desde prontito con un ritmo endiablado animado por los DJs y salpimentado por ellas y ellos luciendo tipo y bañadores minúsculos. Camareras hacendosas se afanan en saciar la sed y ganas de fiesta del personal lo que da lugar a un ambiente curioso (por lo menos para nosotros no acostumbrados a este percal) y bullicioso. Eso sí, cuando te has tomado 3 mojitos las cosas se ven de otra manera y te olvidas de la clavada que te van a pegar con los susodichos.

Para suplir los duros días de piscina  y las cenas memorables de la que luego hablaré, todas las mañanas a correr por Ocean Drive; 5 kms para abajo y 5 de vuelta con el caloret y la humedad te daban para lo que te echaran el resto del día.

IMG-20150624-WA0007Restaurantes; parto de una obviedad, los de moda todos caros, muy caros; especialmente si se te va la olla y pides vino (no lo hagáis, 3 veces lo que vale en un restaurante en España…en un restaurante de moda me refiero). Dejando de lado el aspecto precio, me gustó mucho el Zuma al que acudimos sobre todo por la promesa de Carlitos Gil de encontrar lo mejor de lo mejor en cuanto a público femenino (japo fusión en los bajos del Hotel Epic en el puerto de Miami, no en Miami beach), aceptable el Juvia (más japo fusión todavía, con unas vistas espectaculares y gente guapa) y normalito el Barton G donde ya había estado y que tiene más gracia la parafernalia alrededor de la comida que la comida en sí, muy normalita.

IMG-20150624-WA0009Me quedé con ganas de probar el famoso Versalles en Little Havanna, aunque si aproveché para dar una vuelta por Coconut Grove y tomar una cerveza con vistas a la bahía desde la encantadora terraza del pequeño hotel Gibraltar, sito en una pequeña isla residencial cuyo nombre no recuerdo pero que me pareció muy adecuada para despedirme de esos días de derroche y entrar de lleno en la vorágine de trabajo que me esperaba al día siguiente en la zona industrial de Miami. Y todo empezó con una cena en un restaurante italiano de polígono que parecía situada en otra galaxia comparada con el glamour del fin de semana…

Bucarest, auge y caída de los negocios, y un poco de fútbol.

Es la segunda visita que hago esta ciudad; la anterior hace ya unos 6-7 años, en pleno auge de negocio de la capital rumana.

En aquel primer viaje vine a comprobar con mis propios ojos el descomunal desarrollo inmobiliario, que en efecto existía pero daba ya síntomas de “burbuja” clara, múltiples posibilidades, precios disparatados, multitud de intermediarios con poco valor añadido y en general de baja catadura moral, poca claridad y si una gran cantidad de compradores interesados en comprar simplemente porque se “ganada dinero seguro y en cantidad”.

La ciudad ya me pareció poco atractiva en general, una extraña mezcla de desarrollo acelerado, viejos edificio “mole” estilo comunista, algunas zonas con algo de encanto y un aspecto todavía en general que definiría como muy “campestre”, sin servicios (no vi casi tiendas ni comercio),  casitas al borde de las carreteras, con su huertito y sensación de que la gente cultiva para subsistir ellos mismos, y eso a 15-20 km del centro de la ciudad, al lado de lo que sería en meses, según los inversores, grandes polos de desarrollo de todo tipo.

Si estaban ya instaladas en muchas zonas de la país un montón de nuevas empresas de confección y textiles, que si eran de mucho interés de conocer para nuestra empresa, con la que estamos siempre estar al tanto de la evolución de mercado y sus oportunidades.

Ahora, en plena crisis y sin crédito, no sé muy bien que quedará, aparte eso sí, de la que dicen es la tierra agrícola más fértil de toda Europa.

Como os decía esta segunda vez, desde México directo en Bucarest para ir a la final de la UEFA Europa League entre los 2 atléticos.

Llegué un martes por la noche y para empezar, la primera en la frente: el taxi que cogí, después de que un policía me dijera que no subiera otro por ilegal, me cobró 3 veces más de lo que debería de ser la tarifa estándar. Lo peor es que ya venía avisado del último viaje y me di cuenta de que algo no funcionaba cuando le pregunté lo que costaría y el taxista (eso si en perfecto inglés) me dijo que trabajaba con taxímetro…que que me creía…el taxímetro estaba estratégicamente colocado detrás del cambio de marchas por lo que, por más que me esforzaba, no conseguía saber cuánto marcaba en ningún momento.

Es Bucarest y probablemente toda Rumanía un lugar donde parece que en algunos aspectos siempre se bordee la legalidad, donde ciertos usos y costumbres del desarrollo que llevan aparejados el desarrollo de los servicios no han llegado todavía, pero bueno, también ocurre en varias zonas de España y en muchos otros países.

Me alojé en el Hotel Intercontinental a la espera de la llegada de mis amigos; la tarifa se había multiplicado por 3 con la excusa del partido.

Como era tarde pedí en la recepción que me aconsejaran un restaurante típico cercano y me recomendaron el Vatra con un patio muy acogedor y donde comí una especie de hojas rellenas de  pollo a la parrilla que estaban deliciosas, todo ello regado con la cerveza local Ursus ¿alguien me puede decir algún país donde no haya cerveza local? Debe de ser el único elemento culinario universal…bueno, por supuesto alguno musulmán no la tenga pero…poco más.

De los edificios que vi, destacar el “despampanante” palacio de los pueblos que mandó construir Ceaucescu y que es el segundo edificio más grande del mundo después del Pentágono. Os podéis imaginar….mega avenida majestuosa que desemboca en la colina donde se asienta el palacio….imagino que para construir una y otra tiraría abajo media ciudad pero…eran otros tiempos.

En fin, se nota que no se trata de uno de mis destinos favoritos, pero hay que viajar y viajar y aprender y aprender: es el viaje lo bonito, no el destino!

Buen fin de semana  a todos.

 

Rumbo a Querétaro.

¿Os acordáis del mundial 86?, ¿la famosa goleada de España sobre aquella potente Dinamarca..?, pues allí fue, en el estadio de “la Corregidora”, en Querétaro, situado a 250 km al norte del Df.

Es ésta una ciudad con un bonito barrio colonial alrededor de la Plaza de Armas, donde se sitúa el palacio de la ya mencionada Corregidora, que no fue sino la valerosa Josefa Ortiz que alertó a los insurgentes en la figura de Ignacio Allende que la conspiración había sido descubierta. Este hecho propicio el triunfo de la misma y llevó a la Independencia final de México.

Otro hecho histórico se produjo en el Cerro de las Campanas donde fue ejecutado el único Rey en la historia reciente de México (Maximiliano) impuesto por los franceses tras invadir México con la excusa de la guerra de los pasteles.

Es muy recomendable dar la vuelta a la ciudad en el trenecito que pasa por todos los lugares turísticos, incluyendo el primer acueducto en funcionamiento  en México que traía agua potable a la ciudad desde la Sierra próxima.

Salimos el fin de semana y el DF nunca perdona; cruzarlo de sur a norte para tomar la autopista nos llevó 2 horitas (en un sábado por la tarde!!!). Al menos, viajar por carretera en Mexico siempre tiene cosas interesantes….

Una vez alllí nos quedamos en el mismo hotel donde me alojé la primera vez que vine a México: el Hotel Mesón Santa Rosa una maravilla arquitectónica, situada en el mejor lugar (en plena Plaza de Armas, equivalente en las ciudades españolas a la Plaza Mayor), pero con una gestión desastrosa que está permitiendo que el hotel se caiga a pedazos; una pena que está maravilla tenga los cuartos decrépitos y, probablemente, el servicio menos atento y eficiente de todo México…La habitación 203 es una joya, con su terraza y su patio privado con fuente incluida.

Cenamos con un buen amigo, Emilio que vino a esta ciudad hace 14 años desde Bilbao y ya tiene la nacionalidad mexicana….aunque siendo de Bilbao ya se sabe. El domingo por la mañana, bien prontito, ya estábamos en movimiento, jugando un rato al golf y luego degustando una magnífica comida  con carnitas y escamoles en el clásico de los clásicos de la ciudad: la magnífica Hacienda de los Laureles.

La verdad es que pasamos un maravilloso fin de semana; ya de vuelta en el DF retornamos crudamente a la realidad y  al tema inicial de esta serie de posts, pues veo por la tele el debate de candidatos a la Presidencia….puf, lo mismo dicen en todas partes, os lo aseguro.

Pero bueno, lo importante hoy era hablaros de esta ciudad, muy interesante, que sinceramente, a todos aquellos que viajéis a DF y podáis,  os aconsejo pasar a conocer. La llegada desde México impresiona por la horrenda pero entrañable figura del Indio Colín que, desde su majestuosidad, protege la entrada de la ciudad.

Celebrando las cifras de negocio de Logisfashion Mexico: buena gastronomía y una vueltecita por Xochimilco.

Viernes a trabajar: tuvimos Consejo en Logisfashion Mexico y, que narices, da gusto sentarte a ver números con crecimientos del 50% con respecto a 2011 y nuevas cuentas como Levi’s. Cuando uno viene de la tristeza y el ambiente de estancamiento que se respira en España, esto es  balsámico. La verdad es que reitera y refleja una verdad que me gusta recordar: el mercado es el mundo, ya no es ni España ni Europa y no se trata de una opción, es mera lógica o incluso supervivencia incluso para algunas empresas; en esta empresa supimos verlo hace años y el tiempo recompensa; tras un duro trabajo y nuestra capacidad  de anticipación y decisión recogemos los frutos de una internacionalización bien planificada y ejecutada.

Para celebrarlo, luego del trabajo, alimentar el cuerpo es lo suyo ¿no?; nos fuimos de comida con el equipo gestor en Tepotzotlan, en Los Virreyes con escamoles (huevas de hormiga) y gusanitos de maguey….deliciosos.

Por la noche fuimos a cenar con mi padre, que anda por estos lares, al Izote de Patricia Quintana,este restaurante  que fue referencia hace años, está lamentablemente ahora  en franca decadencia …pudimos conseguir mesa el mismo viernes por la tarde.

El sábado, tras mi carrerita de rigor por el Bosque de Chapultepec (12 kms duros por la altitud), nos fuimos a desayunar a la Colonia Roma. Junto con la aledaña Condesa es el barrio bohemio de la ciudad, donde están los bares y restaurantes más trendies. Allí desayunamos en el restaurante-deli que ha abierto otra de las divas de la cocina mexicana, el Delirio de Mónica Patiño; son altamente recomendables los huevos en cualquiera de sus variedades; magnífico sitio para el brunch del fin de semana.

A mi padre, que es de gustos particulares e ideas fijas, se le metió en la cabeza acudir a Xochimilco. En este pueblo al sur pero dentro del DF están las famosas lagunas donde los mexicanos acuden los fines de semana a pasear en una barquitas de madera coloridas muy características (las trajineras) y degustar tacos de todo tipo con cervezas y, como no, buen tequila. Pero esto no toca hoy; mi padre se planta en ir a la plaza de Xochi a tomar pulque. El pulque, cuentan, era la bebida que tomaban los Dioses en la época prehispánica. Hace años las pulquerías se contaban a miles en México pero ahora es difícil de encontrar, ya que el licor sólo se fermenta de manera casera en algunas comunidades indígenas. Encontramos la pulquería donde te lo sirven como si fuera horchata en vasitos de plástico de un cubo con una especie de cucharón; como es barata es lo que utiliza la gente humilde para emborracharse. Una vez catada, tiene un gusto similar a la sidra pues no deja de ser Maguey (cactus de donde se hace el mezcal) fermentado. Dicen que tiene propiedades curativas….veremos que “milagros” obra en mi cuerpo.

El martes seguimos y os llevo a conocer Queretaro. Buen fin de semana.