3 países, 8 ciudades, 13 aviones y 6 hoteles en 10 días

El viaje en cifras

Ha sido éste del que acabo de volver un viaje extraño, un viaje con muchos hechos, pero pocas historias. Me explico, un viaje donde han pasado muchas cosas, pero poco reseñables. Como resumen:

  • He visitado 3 países (EEUU, México y Colombia)
  • He tomado en 10 días un total de 13 aviones
  • Me he levantado 4 días a las 5 de la mañana o antes, dos días a las 4:30, casualmente dos días en Colombia gracias al “maravilloso” trato que siempre me prodiga Fede (conocedor de lo poco que me gusta madrugar…)
  • He dormido en 6 hoteles diferentes + una noche en el avión
  • He visitado 8 ciudades diferentes (especialmente memorable el miércoles pasado que estuve el mismo día en Bogotá, Cali y Medellín…recorrido express por Colombia)
  • Me leí 3 libros; el interesante thriller sobre el mundo del fútbol que me dedicó su autor el periodista ecuatoriano Jaime Cevallos, un ensayo sobre la figura del emperador Maximiliano que “reinó” en México durante 3 años en el siglo XIX apoyado por Napoleón y el estudio sobre el sexo de Talese basado en las investigaciones del voyeur profesional de Colorado que se compró un motel con tal propósito (El Motel del Voyeur). Adicional me dio tiempo para comenzar la última novela de Cercas sobre su tío falangista fallecido en la Guerra Civil.
  • He visto 6 películas en los vuelos; ninguna para el recuerdo.
  • Eso sí, he tenido alguna comida memorable que explicaré luego pero también muchas cenas en hoteles, destruido por el tute que llevaba.

 

Respecto al tema cenas, sin duda,  uno de mis favoritos; destacaría la cena inicial recién bajado del vuelo que me llevó a Miami vía Londres con nuestro socio en USA, mi amigo asturiano Javier, que tuvo el detalle de llevarme al Gabbiano en una terraza con vistas a la bahía de Miami y donde nos bebimos un par de buenas botellas de Cabernet del Valle de Napa. Espectaculares los papardelle con bogavante que nos sirvieron para digerir el vino….

También disfruté como un enano la comida en Guadalajara con Gustavo nuestro abogado que siempre nos trata de lujo. Espectacular el corte de carne de casi un kilo que nos metimos al buche en el Corazón de Alcachofa. Por cierto, magnífica la recomendación de vinos mexicanos que nos dieron (lo apunto para recordarlo: Santo Tomás Único). Hacen magníficos vinos en México, aunque caros. Es un viaje que tengo pendiente, visitar el Valle de Guadalupe y las bodegas en la Baja California Norte. Por no hablar del tequila Reserva de la familia D. Julio con el que acabamos la comida.

Con Jorge y Pau cenamos en México…como siempre en el sitio de moda; ahora debe de ser el Centralito en la calle Anatole France.

 

Finalmente, por curiosa, entre reunión y reunión, no dejo de mencionar la única comida en la fría y lluviosa Bogotá en el Restaurante Pórtico hacía Chía.

Pedí un rico ajiaco que me asentó el estómago.

Y yo tenía a Yeymin por gran gourmet hasta que se pidió la paella valenciana…

 

 

 

 

 

 

Disfrutando y trabajando en Miami …

Acabamos el viaje a Colombia dando el salto de Barranquilla a Miami. Logisfashion tiene una operación interesante en Miami con un potencial de crecimiento inmenso. Para 2020, nuestro Plan Estratégico tiene a EEUU como uno de sus pilares de crecimiento y la puerta de entrada será Miami donde ya estamos haciendo operaciones de ecommerce para marcas españolas.
 

Logisfashion a la conquista del gran EE UU

Año ajetreado el 2015. No contentos con poner en marcha Colombia y Panamá donde tenemos al Pere sudando la gota gorda y restructurar totalmente China con Jose María y Ying sufriendo lo suyo, se me ocurre que estratégicamente Estados Unidos debe de ser la pieza angular del plan estratégico de Logisfashion a 2020. Y en eso llevamos todo el año, dándole vueltas a ver de qué manera somos capaces de entrar en un mercado tan complicado, tan maduro y tan enorme como el norteamericano.

Llevamos meses evaluando cómo, con quien y, sobre todo con qué dinero lo financiamos que no es baladí. Parece claro que el puerto de entrada será Miami pues es donde más relación hay con las marcas europeas que entran en EEUU y donde más van los latinoamericanos a comprar o a intentar vender…y ambos son nuestros clientes.

Queremos conocer las marcas americanas que ahora son grandes desconocidas para nosotros y, de esta manera, ser capaces de venderles nuestros servicios globales: en México o Colombia o Chile o bien en Europa o, como no, en China donde seguro que hay muchos servicios de Control de Calidad o de logística que les podemos vender…pero para eso hay que conocerlos…y por ello tenemos ya a una persona dedicada a recorrer el país, a conocer el mercado, a visitar a los clientes y definir qué haremos.

Porque será caro, no sólo valdrá Miami donde ya tenemos bastante definido como lo haremos. También necesitaremos estar en el área de Nueva York y en California porque si no estás allí no abarcas EEUU…..y este país es muy, muy grande.

Vengo de estar la semana pasada en Miami. Definiendo con nuestros socios actuales y conociendo potenciales partners para el desarrollo futuro. Es verdad que es un mercado muy competitivo donde, a diferencia de otros países latinoamericanos, existen muchos competidores especializados en logística fashion. Es un mercado maduro pero con un potencial muy alto y al que las marcas europeas están llegando en masa y creciendo mucho (no sólo los Inditex y H&M, también Primark, Mango, Desigual…y otros seguirán llegando pues aunque muy competitivo es un mercado enorme donde gusta la moda europea, un buen ejemplo es nuestro amigo Papo Kling que está vendiendo todo lo que produce y más…

miamiComo no, aunque nos quedemos en la zona más industrial de Doral (donde tenemos varios clientes, empezando por nuestros  amigos de Perry Ellis y el gran Joseph que siempre tiene a bien invitarme a conocer los mejores restaurantes de Miami beach) es menester dejarse caer por la península que constituye Miami Beach y admirar los edificios Art Deco ahora todos hoteles.

Así, el primer día (con un jet lag tremendo especialmente de Jose María) cenamos en el recién inaugurado Matador dentro del hotel Edition, marca boutique de la cadena Marriot. Todo muy trendy, (as usual), y la comida aceptable…especialmente el guacamole con guisantes, curioso pero rico. Acabamos tomando un cocktail en un hostel hípster «The Freehand» que está muy de moda, en su terraza llamada The Broken Shaker y en el que nos dijeron que los cocktails eran “excepcionalmente” baratos…mmmm…a 12$ el cocktail tampoco es que fueran tan baratos pero … ¡Miami ya se sabe!

Otro día, invitados esta vez, cenamos en el Casa Tua del que me habían hablado y que empezó siendo un club privado hasta que se reconvirtió en restaurante italiano de moda. Ambiente megapijo, mucha gente guapa y precios en consonancia. La comida no es memorable pero se deja comer…

Y para poco más dio el tema porque fueron 3 días de reuniones intensas  donde, sinceramente, creo que avanzamos mucho en la definición de la estrategia que nos tiene que llevar a los objetivos de Visión 2020 (no lo mencionéis delante de alguien de Logis que os tirará el móvil a la cabeza ;))

Ahh…se me olvidaba, la mejor comida sin duda, en un japo de estos fusión peruana en un polígono industrial regentado por unos venezolanos…de lo mejor que he estado en mi vida.

Había rumores de que iban a abrir en Barcelona…a ver si es verdad …Kamiko sushi bar en el Doral.

 

Key West y Miami beach…entre jubilados y DJ´s

Después de la peripecia con la policía, llegamos a Miami justitos para la cena. Eran sólo las 9:30 pero nos pusieron cara rara en el hotel «The Marquesa» cuando preguntamos por un sitio donde cenar a esas horas; ufff, aquí no se suele trasnochar mucho, nos dijo el amable conserje del hotel mientras nos ayudaba trabajosamente con las maletas. Y lo hacía de esa manera por su avanzada edad; cualquiera hubiera pensado que tenía edad más que suficiente para disfrutar de un merecido descanso en forma de jubilación. Claro, que en ese momento no vimos ni un alma en la coqueta piscina del hotel pues, como nos dimos cuenta a la mañana siguiente, la edad media de los huéspedes hacia que nuestro amable recepcionista fuera todavía un yogurín.

IMG-20150624-WA0008Pero vuelvo al tema de la cena, donde, tras varias gestiones conseguimos que nos atendieran en el restaurante anexo al hotel (también llamado The Marquesa pues, como la mayoría de las casas en Key West (o Cayo Hueso como curiosamente se traduce en castellano), era una mansión con ese nombre construida a fines del siglo XIX.

Como podéis imaginar, es Key West más un sitio de retiro para jubilados adinerados, que no una bacanal en forma de fiesta permanente. Sin playa pero con un puerto deportivo que permite disfrutar de la pesca y el submarinismo en la zona; hay que recordar la cercanía con Cuba de la que no dista más de 100 millas. Vaya, que para un día holgazaneando en la piscina da pero no para mucho más, así que a media tarde tomamos los bártulos hacia Miami Beach.

Paramos por el camino, en la isla de Marathon, a comer en un sitio curioso famoso por el marisco, en particular las langostas (ya se sabe que la langosta de la zona no es muy sabrosa y es a la gallega como el prosciutto  de Parma al jamón de Jabugo) que puedes degustar en cantidad al borde del mar y a precios populares. El sitio se llama “Key Fisheries” y creo que en fin de semana se pone hasta arriba así que conviene ir a horas intempestivas para las costumbres culinarias americanas (por ejemplo a las 3 de la tarde que para ellos no es ni chicha ni limoná…).

IMG-20150624-WA0004Claro que la llegada a Miami beach con nuestro Mustang descapotable fue a todo trapo. Gracias a Jorgito, que luego nos falló por motivos domésticos indeterminados, nos alojamos en el Shoreclub, vaya, en el mero, mero…  Hotel icónico en la zona norte de Collins con un diseño Zen que contrasta con el Art Deco de la mayoría de los hoteles de la zona. Como coincidía fin de semana la piscina se ponía buena desde prontito con un ritmo endiablado animado por los DJs y salpimentado por ellas y ellos luciendo tipo y bañadores minúsculos. Camareras hacendosas se afanan en saciar la sed y ganas de fiesta del personal lo que da lugar a un ambiente curioso (por lo menos para nosotros no acostumbrados a este percal) y bullicioso. Eso sí, cuando te has tomado 3 mojitos las cosas se ven de otra manera y te olvidas de la clavada que te van a pegar con los susodichos.

Para suplir los duros días de piscina  y las cenas memorables de la que luego hablaré, todas las mañanas a correr por Ocean Drive; 5 kms para abajo y 5 de vuelta con el caloret y la humedad te daban para lo que te echaran el resto del día.

IMG-20150624-WA0007Restaurantes; parto de una obviedad, los de moda todos caros, muy caros; especialmente si se te va la olla y pides vino (no lo hagáis, 3 veces lo que vale en un restaurante en España…en un restaurante de moda me refiero). Dejando de lado el aspecto precio, me gustó mucho el Zuma al que acudimos sobre todo por la promesa de Carlitos Gil de encontrar lo mejor de lo mejor en cuanto a público femenino (japo fusión en los bajos del Hotel Epic en el puerto de Miami, no en Miami beach), aceptable el Juvia (más japo fusión todavía, con unas vistas espectaculares y gente guapa) y normalito el Barton G donde ya había estado y que tiene más gracia la parafernalia alrededor de la comida que la comida en sí, muy normalita.

IMG-20150624-WA0009Me quedé con ganas de probar el famoso Versalles en Little Havanna, aunque si aproveché para dar una vuelta por Coconut Grove y tomar una cerveza con vistas a la bahía desde la encantadora terraza del pequeño hotel Gibraltar, sito en una pequeña isla residencial cuyo nombre no recuerdo pero que me pareció muy adecuada para despedirme de esos días de derroche y entrar de lleno en la vorágine de trabajo que me esperaba al día siguiente en la zona industrial de Miami. Y todo empezó con una cena en un restaurante italiano de polígono que parecía situada en otra galaxia comparada con el glamour del fin de semana…

Miami y los Keys

Pues sí, este es el año de la expansión de Logisfashion. No sólo vamos a crecer en España por encima del 40% y otro tanto en México, sino que acabamos de empezar en Colombia , en Panamá (como os conté hace poco) y  en Miami donde estamos operando vía un partner desde comienzos de año. Veo claro que el desarrollo de Logisfashion en el futuro pasa por una expansión importante en EEUU que va a vivir unos años de intenso crecimiento y de desembarco masivo de marcas europeas. El que hasta la fecha era un mercado vetado (o cuando menos difícil) para éstas, se está convirtiendo en objeto de deseo y esto lo demuestra los planes de expansión que allí tienen empresas como Inditex, H&M, Primark o Bestseller…y allí quiere y tiene que estar Logisfashion. Por otro lado también nos interesan las marcas americanas, con muchas de las cuales trabajamos en otros países pero que no tenemos el acceso para ofrecerles nuestro servicio global…ya sabéis aquello de ¡one stop to shop….desde Asia a todo el mundo!

Es cierto que hay marcas como Express, Bath & Body Works, Loft o Chaps por poner ejemplo de clientes en México que son auténticas desconocidas fuera de EEUU pero que son verdaderos monstruos y a las que tenemos que poder acceder….plan ambicioso, como debe de ser…

LOCATED IN THE MIDDLE OF THE OLD SEVEN MILE BRIDGE TRAVELERS VISIT THE MUSEUM ON PIGEON KEYAsí que, en medio de la vorágine de negociaciones con nuestro socio en Miami para ver de qué manera encaramos conjuntamente el crecimiento (hay feeling y eso es lo más importante, al final lo que necesitamos es, sobre todo, equipos y líderes que nos permitan crecer y a este socio le veo como Logis hace 10 años…pequeño pero con muchas ganas de hacer cosas), me dejé caer por Miami con objeto de conocer un poco la zona. Había estado un par de veces pero casi no había tenido tiempo de ver nada más que Miami beach y el recorrido en barco por la bahía y las casas de los famosos.

En fin que me llevé a Paula (siempre es glamuroso el viaje a Miami), nos alquilamos un Mustang descapotable (nos quitaron en el último momento el amarillo chillón por lo que optamos por un rojo carmín) y nada más aterrizar nos encaminamos hacia Cayo Hueso o Key West (no  es fácil entender el porqué de la traducción).

IMG-20150609-WA0003Esto merece un aparte; obviamente Florida es un destino turístico de primera en EEUU y el aeropuerto es un hormiguero de viajeros, muchos de los cuales alquilan coche y que buenos son los americanos para simplificar los trámites que en otros sitios tanto se complican y hacer los procesos eficientes. Y lo digo por el sistema para alquilar el coche. Accedes a un megaparking donde están todas las compañías (que son muchas) y desde que llegas al mostrador donde has reservado entras en un proceso rollo Disneyworld donde todo es sencillo, desde hacer un upgrade de coche (si te place), hasta elegir tú mismo el coche en el parking (dentro del grupo que has elegido y pagado) y posteriormente salir por unas casetas donde vinculan el contrato con el coche y fuera. La entrega ¾ de lo mismo…para tontos pero, eso sí, tontos pragmáticos. Chapeau!

Con Waze, que lo clava, nada más salir del parking, a eso de las 6 de la tarde que eran las 12 de la noche para nosotros, me marcó que estábamos a 300 kms de nuestro destino, el hotel Marquesa de Key West…ufff…a ojo de buen cubero pensaba que no más de 100 kilómetros o una horita…y como la autopista que cruza los cayos (que realmente son islotes) no permite correr mucho, me marcaba que no llegaríamos hasta las 10 de la noche…

Entre eso, el tráfico de salida y que la llamada autopista de los caimanes acaba siendo un poco sosa, fui poco a poco desesperándome y pisando nuestro “convertible” por encima de lo reglamentario. Parece que, además, cuando anochece la ruta se llena de cocodrilos cruzando (los everglades están pegados) lo cual debía de hacer aún más emocionante el trayecto. Cayo Largo, Marathon, la isla de los ciervos (curiosamente plagada de ciervos, no sé bien por qué…). Fuimos avanzando mientras anochecía y el conductor se desesperaba por el cansancio, el hambre, la certidumbre de que no llegaríamos a tiempo de cenar…hasta que cruzamos el famoso puente de las 7 millas y lo que era un coche aparcado a nuestra izquierda se convirtió en un parque de atracciones y comenzó nuestra persecución.

“Mierda…nos han pillado con el carrito del helado”

A partir de aquí, todo muy americano. Aparcamos en el arcén mientras el coche de policía camuflado para detrás nuestro con toda la parafernalia. Policía tipo armario rubio con linterna en la mano izquierda y mano en la culata de la pistola, luz que me  ciega mientras yo, por prudencia, pongo ambas manos en el volante, preguntas de rigor sobre el motivo de la alta velocidad (75 millas por hora cuando el tope era 55); “I didn’t realize”; papeles y pasaporte y policía que se vuelve a su coche donde se parapeta durante un buen tiempo.

Cuando ya estaba convencido de que dormiría entre rejas porque superar por 20 millas el limite…, en eso que vuelve el agente del orden y me entrega la documentación, a la vez que me entrega la denuncia y el procedimiento para efectuar la reclamación pertinente o, en caso de estar de acuerdo, proceder al pago de la misma. Me pareció excesivamente complicado para ser EEUU, tenía que llamar a un teléfono para que me dijeran la cantidad y luego mandar el dinero por correo. Fue en ese momento cuando me di cuenta de que no lo iba a hacer bajo ningún concepto así que dije que si a todo (me insistió, imagino que por procedimiento interno, en si tenía alguna duda y, aunque las tenía todas, le dije que no). Finalmente pudimos continuar nuestro trayecto ya de noche cerrada. Espero no saber más del asunto…

Ay…y ahí me acordé de lo fácil que se cierran estos temas en México, cuando los policías tienen su propio código interno y se “olvidan” el libro de multas cuando salen a poner multas…

Un compañero ruidoso en Miami

Os dejé en el último post de camino a Miami donde Yuri y yo nos reuniríamos con nuestro nuevo partner con el que queremos desarrollar el mercado americano. Hay bastantes empresas españolas intentando entrar en EEUU vía Miami; les recogemos el producto en nuestros hubs de China o Hong Kong y desde Miami distribuimos a toda la costa este y parte de Latinoamérica. Es curioso ver lo importante que para las empresas latinoamericanas en general supone tener algo en Miami; aunque sea una tienda de mala muerte, el poder poner en el catálogo que cuentan con tienda en Miami, pesa mucho de cara a la valoración que se hace de la marca. Esto lleva a que se hagan verdaderas tonterías en cuanto a gasto y localización de tiendas simplemente por el hecho de tener algo en Miami. Yo casi creo preferible no tener nada y poner que se tiene que las barrabasadas que se hacen para ponerlo….

En fin, que creo que fue muy productiva la visita y vimos un potencial importante en poder hacer cosas juntos. Empresa en manos de segunda generación, con muchas ganas de crecer y conocedor de sus limitaciones y las ventajas de poder trabajar con Logisfashion. Por nuestro lado, partner que nos recuerda a Logis cuando empezó (poca tecnología pero muchas ganas y sapiencia empresarial…).

Una vez acabado el meeting y en manos de la conductora que nos había puesto nuestro socio. Cubana ella, como los orígenes de la empresa, y sin hablar ni papa de inglés, nos hizo un recorrido por (casi) todos los barrios de Miami buscando la dirección del hotel (que estaba en el mero downtown). A todo esto nos había tenido 1 hora esperando en el aeropuerto y luego no encontraba el coche en el parking. Todo esto lo digo con cariño porque la mujer:   Uno;  era un encanto y pretendía agradar , dos; a mí me pasa mucho lo de perder el coche en el parking. Finalmente, con algún que otro contratiempo, llegamos al hotel y, como veníamos en fase ahorro total…compartiríamos, ahora si, habitación…y reconozco que Yuri me había advertido por lo que traidor, desde luego, no se le puede acusar de ser…

2mexicoCenábamos con la gente de Perry Ellis ya que mi amigo Joseph quería devolverme la invitación en el Dulce Patria del DF. Y como quería agradar…y es un encanto de persona…nos llevó a un curioso y gracioso restaurante en Miami Beach, el Barton G.

Llegamos de casualidad porque no os imagináis la tormenta que cayó. Bloqueó uno de los puentes que apoyándose en islas (todas artificiales construidas en el siglo XX por la poca profundidad de la bahía para ganar terreno al mar).

3mexicoY es que el tour más interesante de Miami (fuera del recorrido discotequero) es el crucero que recorre la bahía y te van mostrando las casas de los famosos en las diferentes islas artificiales con rollito veneciano (Little Venice y todo eso…). Imagino que para los frikis del famoseo será la repera; a mi, a pesar de la emoción que le echaba el guía…pues que os voy a contar?…ni frío, ni calor. Graciosas las de Banderas, la de Shakira por el rollo Piqué y, como no, la de Electra (una de las vigilantes de la playa y miembro de la mansión de Playboy que, por cierto, celebraba fiesta…)

1mexicoLa cena a la que nos dirigíamos, empezaba con un Martini helado que echaba humo y que, mientras más se derretía el hielo, más alcohol tenía ya que el hielo contenía nosequé destilado. A partir de aquí, cada plato era un derroche de imaginación, sobre todo en la presentación con tenedores gigantes, sables de samurái y trampas de ratón…Lo destacable es que la comida estaba buenísima (imagino que también carísima) y culminamos con un par de botellas de Muga que mejor no saber cuánto valieron…

4mexicoAcabada la cena, y con todo el equipo de Perry con ganas de irse a dormir porque al día siguiente a primera hora empezaba la feria…Yuri y yo buscamos un local para poder fumarnos un puro mientras tomábamos una copa y te dedicas al deporte nacional de ver pasar a la gente. No le acabo yo de coger el truquillo a Miami y, además, no nos dejaban fumar en ningún local…ni siquiera en las terrazas por lo que a una hora prudente…derechitos al hotel donde Yuri demostraría que no era traidor pero…hay que ver como ronca!!! Un jabalí me despertó a las 3 de la mañana y no hubo manera de domesticarlo en toda la noche…traidor no es porque advertido estaba pero

Resulta que…llegamos a los 100 posts!

Este viaje fue previo a la maratón de Boston y lo tenía medio escrito pero los hermanitos chechenos me hicieron cambiarlo y tratar de convertirlo en una crítica a los fanatismos religiosos. Ahora vuelvo sobre lo que hice previo a llegar a Boston, entre otras cosas, y por mucho que algún socio descreído me critique por…ejem…, lo poco que trabajo, porque me he quedado sin temas de actualidad…así que, como los programas de la radio de agosto, utilizo posts en conserva…

Resulta que pensaba empezar este post contando los 3 días pasados en el DF; la cena con mis buenos amigos Jorge, Octavio y Rodrigo en el Novecento (el nuevo local de moda en Polanco); los nuevos contratos de Logisfashion México con La Martina, Do Rego, inhouse con Adolfo Domínguez y las maravillosas perspectivas que me tienen encandilado con México…

Resulta que luego pensaba contar el viaje a Miami con Yuri para visitar a Perry Ellis International (uno de los clientes más importantes que tenemos en México con marcas como Nike swimwear, Callaway, Ben Hogan…)

Resulta que pensaba contar la tarde en South Beach con cena en el Nikkis Beach Club y las copas (con intento de puro) con las que Yuri pretendió arruinar mi inminente maratón; y al día siguiente la visita a las instalaciones del cliente que pensaba iba a ser una pequeña oficina y resulta que es una empresa que factura ya más de mil millones de dólares…¿para que se necesita el inglés en Miami?…hasta de Falcao me hablaba el taxista colombiano que nos llevó del funcional hotel typical American donde nos alojamos a la sofisticada Ocean Drive en el corazón de Miami Beach, eso si, echando la culpa al equipo de su bajo rendimiento este año…

Y resulta que luego me deje caer por NYC pero eso os lo contaré más adelante en otro post…aunque no dejo de recomendaros 2 grandes restaurantes recomendados por Miguel (el japonés de bond Street en pleno SOHO, donde ya estuve con mi amiga Cristina y Lorenzo en 2010, previo a mi primera maratón (maravilloso el tartar de atún) y el Tai Jaiya…pero esto ya es harina de otro costal…Meatpacking district, the High line, el Soho…

Pero creo que es mejor contar que este Viajero de la Moda y la Logística tiene ya en su haber  100 posts y es algo que queremos celebrar con todos vosotros y con el gran Lu que seguro nos sigue leyendo y, de vez en cuando, nos hace soltar alguna lagrimita…

No te preocupes Lucho, que en breve hacemos las maletas y te traigo cosas nuevas…para que se te haga más llevadero el veranito.

viajero