Chiapas, tercera jornada y despedida: Cañón del Sumidero y Chiapa de Corzo.

Al día siguiente, hice la imprescindible excursión al cañón del Sumidero. Esta se hace en lancha desde la pequeña población de Chiapa de Corzo, recorriendo los 42 kms del río Girijalva hasta la presa de Chicuasen. La parte más alta de eleva 1.000 metros por encima del nivel del río (bastante más que el del Colorado) y desde allí se lanzaron los indios Chiapas suicidándose para evitar ser capturados por los españoles. El difícil acceso hace que el río, a pesar de la cercanía a la civilización que se aprecia por las muchas botellas de plástico flotantes, esté poblado por  enormes cocodrilos, iguanas y preciosas garzas. También se pasa por la isla de los zopilotes (buitres).

Por cierto, se aproximan las elecciones presidenciales y el país se ahoga en publicidad electoral. En Chiapa de Corzo pude presenciar un acto de fuerza del PRI (que casi seguro volverá al poder después de 12 años terribles del PAN); alrededor de la oficina municipal del partido (el edificio más importante de la plaza principal) numerosos indígenas se arremolinaban a la espera de que les regalaran botellas de Coca-Cola…me recordó a cuando los grandes partidos en España meten en autobuses a jubilados que, a cambio de presenciar el mitin del líder de turno, reciben un bocata y una lata de bebida y, aparte, pasan el día de «fiesta».

Eso sí, a pesar de que Chiapas está actualmente gobernada por el PRD, seguro que el “güero” Velasco, candidato del PRI, sale elegido como próximo Gobernador del Estado. Como me decía el taxista: “mis respetos al PRI, robaban pero daban…no como estos…”

Buen fin de semana.

Segunda etapa en Chiapas: San Juan Chamula.

Fundamental es la visita a San Juan Chamula; los chamulas son una variedad de los Totziles (no sé si variedad es la forma de definirlo pero queda mejor que tribu…). Se caracterizan (en general todos, pero los chamulas quizás en mayor medida) por una curiosa forma de ejercer la religión; si bien son católicos, son animistas y evangelistas pues adoran a San Juan Bautista por encima de Jesús. Se podría decir que sus ritos han reinterpretado la religión de sus ancestros, junto con las imposiciones religiosas de los conquistadores.

El sincretismo se observa nada más entrar en la iglesia de San Juan; los santos se exponen en vitrinas a lo largo de toda la nave y son venerados por los fieles. Para ello, encienden cientos de diminutas velas, queman incienso generando nubes, les ofrecen comida y  Coca Cola y algún que otro sacrificio de pollos. La nave está desnuda, no hay bancos,  y todo el suelo de la iglesia está lleno de hojas de pino como ornamento. Los fieles se agrupan en torno al mayordomo (cargo similar, por lo que entendí, a un sacerdote) y se dedican a compartir una botella de un trago mortífero que llaman posh. Como lo hacen sentados en el suelo, ellos con una especie de túnica de lana de borrego negra y ellas con sus chales coloridos y los niños revoloteando, parece más un botellón que un acto religioso.

Entablé conversación con un hombre que estaba sentado en lo que parecía un confesionario y me confirmó que, cuando un santo se porta mal, le dan la vuelta y lo castigan mirando a la pared. Este hombre estaba eufórico (primero pensé que de hablar conmigo pero en breve me di cuenta el porqué). El mayordomo de su grupo se acercó con una botella de posh acompañado del que hacía las veces de monaguillo que traía una cesta colgada con vasos, y se puso a ofrecer posh a todo el grupo. Por supuesto, no pude negarme ante tanta hospitalidad y os aseguró que la graduación alcohólica es alta. Lo toman tipo chupito, de un trago. Mi amigo (que a pesar de casi no hablar español se llamaba Andrés Jiménez Gómez) seguía muy entretenido conmigo y escupiendo al suelo cada 2 palabras. Todo el grupo, incluyendo mujeres cuchicheaban y se reían por lo bajo de la situación hasta que el mayordomo se puso serio y todos se levantaron y empezaron a rezar en lengua totzil perfectamente alineados delante de la imagen de la Virgen de Guadalupe….he de decir que entre el posh, la penumbra de la iglesia, el monótono ritmo de la oración y la humareda producida por el incienso me pareció un momento muy, muy místico….¿era eso lo que vine a buscar a Chiapas?.

Chiapas, llegada y visita a San Cristobal de las casas.

Hacía mucho tiempo que quería conocer Chiapas; es un estado que tiene un toque mágico, místico, que lo hace muy diferente al resto de Estados mexicanos.

Para empezar es uno de los estados más pobres de México junto con Oaxaca, con una comunidad indígena maya muy particular cuya discriminación fue el germen del levantamiento zapatista del EZLN en 1994. Hasta este mismo movimiento tiene un toque misterioso pues nunca se supo la verdadera identidad de su mítico líder: el autoproclamado Subcomandante Marcos; sin duda es un ídolo local, fundamentalmente en las comunidades indígenas de los alrededores de San Cristobal de las Casas.

El avión aterriza en la capital, la poco interesante Tuxtla Gutiérrez que te recibe con una bofetada de calor húmedo propio de las tierras bajas. Un recorrido de 80 kms que se realiza en menos de una hora nos lleva a San Cristobal de las Casas.  Supone un cambio radical ya que ésta se encuentra situada a 2.300 mt de altitud con temperaturas  mucho más bajas (sobre todo por las noches). La pequeña ciudad se ha convertido en un centro de peregrinaje de bohemios y jubilados americanos y bulle de vida por el turismo acaudalado que contrasta con la pobreza de los indígenas. Estos, agrupados en varios mercadillos, venden artesanía (manteles, hamacas, huipiles de algodón, animales hechos con lana….).

Un par de andadores o calles peatonales recorren la ciudad cuyo centro histórico se encuentra en torno a la catedral y la plaza 31 de marzo. Curiosa la mezcla de multitud de indios (fundamentalmente Toztiles y Teztales, ambas variaciones de indios mayas) que a duras penas hablan español, con la comunidad de bohemios  y jóvenes buscavidas con estética colorida. Me pareció interesante la visita al mercado municipal con sus pollos sacrificados perfectamente alineados y los gallos vivos paseándose con las patas atadas.

Al ser un centro turístico importante existen una gran cantidad de hoteles tipo boutique. Yo me quedé en Casa Morada; agradable pero un poco alejado del centro; lo mejor la chimenea en la habitación.