Del Asia profunda bengalí a la hiperdesarrollada

IMG_3825La llegada a Hong Kong fue un poco rara, después de la noche en Dhaka ciertamente surrealista con la cena bañada en Johnny Walker (reitero lo dicho no puedo entender como mi vecino de mesa se pimpló 5 whiskies uno tras otra durante la cena y se levantó como si hubiera bebido agua) y el vuelo a las 2 de la mañana que recuerdo entre brumas. Al ser sólo un vuelo de 4 horas, la llegada a Hong Kong fue extraña, con la boca pastosa y la cabeza embotada pasamos del Asia profunda bengalí a la Asia hiperdesarrollada de la ex-colonia británica. Y todo este proceso lo decidimos saborear desayunando en un restaurante muy cuco que hay en la zona de llegadas donde José María me volvió a demostrar que tiene un estómago a prueba de bombas.

Tras echar una cabezadita en el maravilloso Airport Express llegamos sobre las 10 al Lanson Place Hotel en Causeway Bay. Hotel, dicho sea de paso, reservado a través de una web (app) de la que recibo desde hace años y puntualmente emails todos los lunes con ofertas que no había prestado atención y a la que ahora me estoy aficionando para conseguir buenas ofertas en hoteles boutiques en capitales de todo el mundo.  Todo fue bien –el hotel estaba espectacular para los 120€ que había costado la habitación en un sitio tan caro como HKG– hasta que la amble recepcionista nos comunicó que no estaría lista la habitación hasta las 13 horas 😲 😲…era domingo y el hotel estaba a tope y los check outs se retrasaban y blablablá. Qué bajón, con las ganas que traíamos de meternos en la cama y echarnos una siestecita. Pues nos la echamos en unos sofás muy cómodos sitos en el salón del hotel, hasta el punto de dar  pena (y mala imagen para el resto de huéspedes) que a las 11 ya nos habían dado las habitaciones y pudimos echarnos esa siesta que antes se llamaba del cura (la de antes de comer).

IMG_3824Con otro cuerpo, me enteré de que el famoso por sus » Xiao Long Bao» (dumplings), el restaurante Din Tai Fung estaba a la vuelta de la esquina. Dicen que es el restaurante con estrella Michelin más barato y probablemente el más cutre al que he ido, pero los dumplings de cerdo con trufa son espectaculares.

Como hubo que echarse otra siesta no dio para mucho más el domingo. Bueno para la enésima discusión ¡qué manía en Hong Kong con seguir la premier y no interesarse por la Liga ni aunque se jueguen el campeonato! con un Sports bar donde me habían asegurado que si cenábamos me pondrían el fútbol. No pudo ser allí y tuvimos que buscar otro bar para ver perder al Atleti en Levante y echar por tierra todas las opciones de conseguir el campeonato. Eso sí con una maravillosa pinta de Mahou de barril… ¡Qué nivel!

El lunes, tras un intenso día de trabajo y visitas a almacenes con la humedad sofocante del trópico (me niego a contar la historia del francés, insultantemente bello, que nos enseñó uno de los almacenes y mientras se gustaba explicándonos esto y aquello se le cagó una gaviota encima de la chaqueta Armani  😝😝) cruzamos la frontera hacia Shenzhen. Y si, volví a mi hotel preferido, el que tanto me gusta de la parafernalia española con toros por todas partes, botones con sombrero cordobés, recepcionistas en traje de lunares y un galeón español en medio de la piscina y lo más gracioso, el restaurante chino del hotel que se llama “El Chino”…por lo menos a mí me parece muy gracioso. No me detengo en más detalles del Intercontinental de Shenzhen porque le he dedicado varios posts.  Eso sí, teníamos el cuerpo rumbero Jose María y yo y lo que iba a ser una visita al Cocopark (zona de bares y restaurantes) se convirtió en una salida en toda regla. Y eso que era lunes y que al día siguiente nos esperaba una jornada intensa. Es lo que tiene la juventud…

IMG_3827El martes visitamos a uno de nuestros partners en el puerto de Yantian que es el más importante de Shenzhen y uno de los más importantes del mundo (aunque sólo en Shenzhen hay 4 o 5 puertos más grandes que el de Barcelona). Llegamos a mala hora (la una de la tarde) a conocer al Presidente de la compañía (en China normalmente las empresas siempre pertenecen a grandes corporaciones de negocios muy diversos que suelen generarse cuando se privatizan empresas estatales….son privadas pero no del todo o estatales pero con parte privada, quien sabe…). A la hora de la comida, bajan la luz y los empleados se pegan unas siestas apoyados sobre los escritorios que dan envidia pero es que el Presidente se había tumbado todo lo largo que era (que no lo era mucho) en el sofá de su despacho. Le dimos un tiempo para que se reacomodara y acicalara y nos sentamos a departir en el mismo sofá como si tal cosa.

Me quedé con la sensación como que estábamos profanando algo. 😬

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Haciendo un poco de turismo por Shanghái

Recién acabada la semana tomábamos Paula y yo el vuelo para China donde tenía asuntos  pendientes antes de comenzar las vacaciones en Vietnam. Y estaba peleando un upgrade para Paula cuando se dio la paradoja que al que se lo hicieron (error mayúsculo de Emirates) fue a mi sin pedirlo y, sin comerlo, ni beberlo y por primera vez en mi vida, me vi viajando en First…

Lo malo es acostumbrarte a estas cosas…después del Dom Perignon, me trajeron un plato de caviar y me abrieron una botella de Vega Sicilia Único que pedí dejaran directamente en mi compartimento (por una vez en la vida había que aprovecharlo…). Eso si, como un caballero que soy le llevé a Paula una copa de champagne (y buena bronca me echaron por mezclarme con los de detrás de la cortinilla), incluso dudé en ofrecerle el cambio (lo hice con la boca pequeña) pero…hubiese sido malo para nuestra relación 😉

Juan en Yu Yuan ShanghaiMe gustó aprovechar el domingo para visitar los sitios turísticos de Shanghai que hacía mucho tiempo no veía. A pesar del calor húmedo que te hacía sudar a chorros, paseamos por la “French Concession”; la Concesión Francesa de Shanghái es una zona histórica en el centro sur de la ciudad que se denominó así tras la II Guerra del Opio, cuando los franceses ocuparon esta zona tras ganar la guerra, junto con los británicos, contra los chinos. En esa época la Concesión Francesa era gobernada por los franceses como si fuera parte de Francia, desde 1849 hasta 1946, cuando la Francia de Vichy firmó un acuerdo en Nankín. Fueron los primeros distritos residenciales y comerciales de Shanghái, y fue también el centro del catolicismo en Shanghái.

Luego paseamos por  Xin Tian Di, que literalmente significa  «Nuevo Cielo y Tierra» es una zona peatonal llena shikumens tradicionales (puerta de piedra) de mediados del s. XIX reconstruidos en callejones estrechos y algunas casas adosadas que ahora funcionan como librerías, cafeterías, restaurantes y centros comerciales, nos acercamos al centro y a los jardines de Yu Yuan (donde tomamos un té en la famosa tetería en medio del lago) y finalmente el Bund.

Bund ShanghaiBund es el nombre que dieron los británicos a la zona del malecón de la ciudad de Shanghái, es la zona de edificios situados a orillas del río Huangpu, justo enfrente del barrio de Pudong. Aquí están situados algunos de los edificios más emblemáticos de la etapa colonial europea. A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, esta zona fue uno de los mayores centros financieros de Asia.

Posteriormente nos fuimos a relajar con unos masajes  en mi local preferido, el Dragonfly. (¡Como le está cogiendo Paula el gusto!) y acabamos el día con una cena en el Fu1015 que está en el ranking nº 16 de restaurantes de Asia pero, aparte de que nos pegaron una clavada de campeonato (ya podían haber devaluado antes el yuan) me pareció frío y …¡ni fu, ni fa!

logisfashion ChinaAl día siguiente después de un largo día de trabajo nos fuimos al Shanghái fake market    (mercado de las imitaciones) donde Paula se puso las botas, y de allí partimos para Hong Kong en otro viaje relámpago. No me cansaré de repetir (porque ya lo he dicho muchas veces en este blog) que las vistas de la isla de Hong Kong desde el vestíbulo del hotel Intercontinental son una de la más impresionantes que se puedan ver. Además esta vez nos quedamos en el hotel por lo que pudimos embobarnos con las mismas durante muchos, muchos minutos (incluso desde la habitación). Aprovechamos también para subir al Victorias peak (madrugando porque la cola para el vetusto funicular si no superaba las 2 horas) y pegarnos buenos homenajes de dumplings en el estrellado Din Tai Fung (impresionantes pero difícil de entender la facilidad con que la Guía Michelin otorga estrellas en Asia, sobre todo si se compara con su cicatería con los restaurantes españoles), el Hutong con unas vistas también espectaculares y el Nobu del hotel Intercontinental, caro, caro pero rico, rico…Además se me fue la olla con el tema del vino y por querer ahorrar y no pedir una botella me tomé 2 copitas de un vino francés que estaba delicioso pero que valía 30€ cada copa!!!!

¿Por qué coño es tan caro tomar vino en los restaurantes fuera de España?

hong kong desde intecontinental

Otra vez en el hotel kitsch por excelencia…

Pasamos el fin de semana después de Carnavales en Madrid porque celebrábamos el cumpleaños de nuestro añorado Luchito. Ya se que la palabra celebrar no parece la más apropiada para recordar el cumpleaños de una amigo que ya no está pero Lili quiso que el ambiente fuera de celebración y no de tristeza.IMG-20140316-WA0000_resized Y allí estuvimos con un gran éxito de convocatoria (más de 30 personas muchos recién llegados de carnaval!) abarrotaban la sala reservada en un restaurante, como no, peruano. Así nos reimos acordándonos de los pisco sours que preparaba Lu (incluso cuando él ya no podía degustarlos…) y los tiraditos o la causa limeña que tanto disfrutaba y, como no, de ese suspiro limeño que ha de coronar cualquier cena peruana. Exitazo!

De Madrid directo para China haciendo escala en Dubai. Llegué a Hong Kong en un viaje extraño pues hasta las 10 de la noche no llegué al hotel y, sin haber dormido mucho por las muchas posibilidades de entretenimiento que ofrece el flamante A380 (incluso con un bareto en la parte de atrás donde te puedes tomar desde unas cañitas (de lata) hasta una copa de Moet Chandon…to gratis total!).

imageY si bien el hotel de Hong Kong no es, precisamente, muy glamouroso, si que es verdad que tiene una terraza (la llaman tropical) donde poder fumar un buen puro y tomarte una Qingdao. No tiene mucho más pero es barato y no está mal situado.

Al día siguiente trámites, visitas a partners y constitución de la sociedad en Hong Kong que necesitamos para poder dar de alta al chaval que tenemos allí, curiosa comida en un centro comercial malayo, autobús hacia China, follón en el paso de la frontera, taxi y atasco, mucho atasco y….por fin, llegada a ese remanso de paz que es mi hotel fetiche, la gloria de los amantes de lo kitsch, la horterada hecha hotel; mi hotel preferido sin duda, el Intercontinental de Shenzhen, con sus chinitos vestidos de lunares ellas y con sombrero cordobés ellos, con sus toros y cornamentas a gogó, con su restaurante chino que se llama “El Chino” y sus salones grande (da en chino) España y pequeño (xiao)image Barcelona (generará un problema diplómático si reciben visitas de la Generalitat?

Imagino que la de protocolo se va a la puta calle al día siguiente si los mete allí!) y, como colofón, el bar galeón en la piscina que, efectivamente, es un galeón a tamaño natural donde disfrutar de magnífica cerveza de trigo y amenas actuaciones en directo de grupos de versiones rock (buenos bailes nos pegamos durante el comité de Logis hace un par de años!)

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Claro que está al lado del parque temático wonders of the world donde se pueden visitar (a lomos de un cómodo monorraíl que, por cierto, pasaba muy cerca de la ventana de mi habitación) casi todos los monumento mundiales a escala reducida (también hay otro de China relativamente cerca….y un hotel que construyó un millonario enamorado de Venecia….). vamos que hay para elegir…

Y en el próximo post os contaré sobre Shanghai (otra vez pero es que últimamente no varío mucho de destinos). Y escribo esto con el Atleti líder…que dure!

Din Tai Fung: dumplings con estrella Michelin en Hong Kong

Comer dumplings es una actividad muy corriente en el sur de China (hablamos de esa especie de empanadillas cocinadas al vapor y rellenas de todo tipo de cosas). De hecho, como para nosotros sería ir de tapas, para los cantoneses o hongkonitas el Dim Sum es casi una religión. Esto es una especie de brunch (generalmente acuden los domingos) en que los camareros van pasando con carritos con diferentes tipos de manjares (generalmente los socorridos dumplings pero no exclusivamente). Pues bien, resulta que en Hong Kong además, puedes comer dumplings con estrella Michelin, y todo gracias a la cadena taiwanesa de restaurantes Din Tai Fung que tiene 2 locales en Hong Kong y la que acudimos con Alvaro y nuestro hombre en HK (Steven) durante mi último viaje.

Como Singapur, Hong Kong es un centro culinario de primer nivel donde puedes encontrar restaurantes de chefs renombrados (mucho francés pero también algunos españoles como Paco Roncero) a unos precios de escándalo (nunca, repito nunca pidáis vino en estos restaurantes…bueno en HK en general…). También los hay más locales para turistas que están muy bien como el que ya os he comentado alguna vez el Hutong en Kowloon (impagables las vistas!). Eso si, barato, barato ninguno. Donde hay pasta…ya se sabe!

Empiezo diciendo que el Din Tai Fung merece la pena, y mucho, pero no os esperéis mucho más que un restaurante donde tomar dumplings con cerveza y mesas sin manteles. Especialmente el de trufa y cerdo es espectacular. Eso si, no esperéis otra cosa que el típico restaurante chino donde te sirven de inmediato ya que la preparación de los dumplings no es trabajosa (lógicamente están hechos cuando llegas) y atiborrado de turistas. Precios muy razonables y en 45 minutos fuera y rotación de mesa. Nosotros llegamos a las 9.30 al que está en la isla (Yee Woo Street) por lo que no hubimos de esperar pero cuidado porque cierran a las 10!.

Es una eterna queja a la que me uno contra el chauvinismo francés: ¡Qué fácil es dar estrellas a restaurantes en Asia no competidores directos de la desfasada cocina gala (fácil ver el ejemplo de Japón donde en Tokio hay más estrellas que en toda España) y que difícil en España (valor al alza y competidora directa de la casa madre en turismo de lujo gastronómico!).

IMG-20140108-WA0003Otra buena elección en este viaje fue el hotel. El recién abierto Indigo de Hong Kong es muy recomendable con un diseño muy moderno a unos precios razonables para HK. Impagable la piscina en el piso 20 que sobresale el edificio con el suelo de cristal!

 

 

Por cierto, fuimos a tomar una copa en la IMG-20140108-WA0004famosa calle de bares de Lan Kwai Fung y me hizo gracia el cartel que avisaba de lo que te podía pasar si bebías…  todo muy gráfico!

Y yo que venía con la resaca de los pisco sours de la noche anterior en el Ceviche de Shanghai con los Alvaro´s

24 años de Tiananmen

Acabo de volver de China y Hong Kong en un viaje en que no os puedo traer muchas novedades ya que ha sido bastante poco fructífero en descubrimientos suculentos. Eso si, me ha dado tiempo para ver que uno de nuestros socios nos está haciendo un 12/13 saltándonos para atacar directamente a nuestro cliente. Esto, que a mí me indigna, me da la sensación que dentro de la forma de pensar de un chino es algo bastante normal…estoy contigo porque me interesa pero si me deja de interesar te pego la estocada y tan amigos…incluso se extrañan de que me indigne, posiblemente porque me consideran amigo…curiosa forma de pensar.

Siguiendo con esta forma de ser y el culto por el dinero, el otro día leía una noticia sobre una feria de casamientos que se celebró este fin de semana en Shanghai. No se trata de una feria donde se busca adquirir los enseres para una boda o donde hacerla, No!, se trata de una feria donde, como su nombre indica, se busca novi@. Los interesados ponen anuncios en carteles (rosas para ellas, azules para ellos) indicando sus datos personales y una foto; por supuesto, uno de esos datos es el trabajo y el sueldo (elemento este que no es nada tabú en la sociedad china, es muy normal conocer a alguien y preguntarle como se llama y cuanto gana…).

Todo esto me lo esperaba,  lo que más gracia me hizo es que una parte importante la llevan a cabo los padres de los casaderos que deambulan por la feria con una foto de su hij@ buscando otros padres con fotos del sexo opuesto que puedan emparejar.

En cualquier relación china, tan importante es la opinión de los futuros contrayentes, como la de los padres que darán el ok definitivo si no serán, incluso, los que entablen la relación. Bueno, de algún caso similar exitoso me estoy acordando también en casa….

Como noticia destacada en Shanghai, el nuevo hotel en que me quedo, el Ruijin Intercontinental que, aparte de estar en el cogollito de la French Concession y me queda todo a un paso, es una mansión colonial que perteneció a la “riquísima” familia Morris. Posteriormente, con la revolución, quedó en manos de la élite del partido hasta que, finalmente, se convirtió en un hotel chino…ahora reconvertido en Intercontinental. Impresionantes los jardines en pleno corazón de Shanghai donde pude presenciar una verdadera boda china.

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El viernes comí con el equipo para celebrar que estaba yo allí…me llevaron a un local de una cadena que se llama Grandma’s en inglés (Waibo en chino; que por cierto no es abuela sino la abuela por parte del padre….la de la madre tiene otro nombre: Nai Nai). La comida no fue memorable pero eramos 8 y con cervezas pagamos 40€!!!

Y en Hong Kong, aparte de avanzar de manera provechosa en nuestro proyecto de JV con nuestros socios italianos (avanti!!!) presencié la manifestación, más bien velada, por los hechos de Tiananmen (de los que ya hace 24 años….que mayores nos hacemos!). Obviamente, estos actos están prohibidos en China pero Hong Kong es China pero no…de hecho me llamó la atención algo que, hasta la fecha no había constatado. Siempre, tanto taiwaneses, como Hongkonitas me había parecido que, ante todo, se consideraban chinos y que para ellos era más importante el “hecho diferencial” de la raza que otros asuntos (políticos, económicos…). Sin embargo, esto que es así entre los mayores, entre los jóvenes de Hong Kong ha cambiado de manera radical. Se consideran básicamente hongkoneses o, en el mejor de los casos, chinos hongkoneses pero nunca chinos a secas. Esto está muy relacionado con el temor que tienen a la irrupción del gobierno chino en su apacible vida aunque, me da la sensación, también está relacionado con cierto “racismo” hacia el vecino pobre y su “invasión” del estatus adquirido; ¿no os suena aquello de: “vienen a quitarnos los puestos de trabajo y a utilizar nuestra sanidad”?. Pues eso…

Un poco más sobre Tsingtao o Qingdao

Los grandes atractivos de la ciudad, aparte de la bahía que permite disfrutar de unas vistas espectaculares y con unas bonitas playas (para China) que en verano se deben de poner hasta el bote, son las construcciones del centro de la ciudad con ascendencia alemana.

No olvidéis que de aquí es la famosa cerveza china (Tsingtao o Qingdao…).

Y esto es así porque la ciudad fue entregada a los alemanes a finales del siglo XIX por 99 años después de que fuera ocupada por el Kaiser Guillermo tras el asesinato de 2 monjes alemanes (en esa época era bastante habitual aprovecharse de los chinos con cualquier excusa y quedarse partes de su territorio en concesiones…véase Hong Kong o las concesiones francesas, japonesas o británicas en Shanghai).

De hecho,hay una curiosa iglesia protestante, una horrorosa iglesia católica (que con buen criterio medio destruyeron en la revolución cultural de Mao) y un, este sí, espectacular castillo al estilo centroeuropeo que fue la casa del gobernador durante las 2 décadas de ocupación alemana (que acabó con la invasión anglojaponesa al acabar la I guerra mundial y que se concretó, la salida alemana y entrada japonesa, en el Tratado de Versalles). Parece que el coste de construcción del palacio fue tan elevado que, cuando el Kaiser recibió la factura, destituyó de inmediato al gobernador. Impresiona ver los salones de baile con los que cuenta y es fácil imaginar las pantagruélicas fiestas que se debían de organizar.

Posteriormente, tras la revolución, fue utilizada por mandatarios de países amigos para estancias estivales (aparte de Mao que estuvo en el 57, por allí pasaron Ho Chi Minh y Sihanouk de Camboya entre otros).

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En cuanto a la comida, aquí se come mucho marisco; marisco de ese que ves en China que parece sacado de una película de ciencia ficción y que, dicho sea de paso, tiene más bien poco sabor. A pesar de los antecedentes, e imbuido por el estado fluído, me dejé llevar por lo típico y degusté unas almejas gigantes (muy gigantes) y una especie de gambas mezcla de cigalas y elefantes (ya que tenían trompa) y las bañé con unas buenas jarras de cerveza local…maravilloso!!!!

Impresiona el paseo marítimo que, desde el centro de la ciudad se estira hacia el norte por más de 20 kms (lo puedo atestiguar porque los corrí por la mañana entrenando y sudando la cerveza a pesar del frío que hacía…)

El domingo por la noche tomé el vuelo a Hong Kong. Como no, cenamos en el que, por ahora, es mi restaurante favorito de Koowlon, el Hutong; chino de diseño situado en la Torre Peking 1 y que, aparte de la comida, sólo por las vistas merece la pena la visita.

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En cuanto a Logis China, seguimos adelante con la posibilidad de fusionarnos con los partners italianos de los que ya os hablé. Si se concreta (cruzo los dedos) puede suponer un acelerón importante de la operativa en China ya que alcanzaríamos una facturación superior a los 3M€ y gestionaríamos almacenes en Shanghai, Donguan y, en breve, espero que también en Hong Kong…

Hong Kong y Camboya, negocios y placer

Hong Kong y Camboya

Llegamos a Hong Kong en el ferry rápido que une el puerto de Nansha en la desembocadura del Rio Perla con la terminal de Koowlon. Durante una hora entera, metidos en la habitual bruma china, recorres instalaciones portuarias y te cruzas con interminables barcos y barcazas que llevan mercancías arriba y abajo con un ritmo frenético. En un área de menos 100kms de costa cruzas 3 o 4 terminales portuarias que están entre las 10 más transitadas del mundo (Hong Kong, Yantian, Chiwan, Shekou, Guangzhou….) ¡Impresionante!

En HK teníamos cena con John Lau, dueño de Cargo Services. Esta es una empresa logística hongkonesa por la que, hace un par de años, el banco HSBC pagó 100M€ por un 10% de su capital, es decir que la valoró en 1000M€. Pues bien, con su dueño, uno de los tipos más ricos de Hong Kong (y eso es ser muy rico) nos había invitado a cenar para seguir hablando del proyecto conjunto de montar CS Logisfashion como una joint venture al 50%.Este tipo se jacta de trabajar 20 horas al día (sólo necesita dormir 4) y doy fe que lo hace; su equipo dice que tiene la costumbre de llamarles en cualquier momento, si bien parece que, adicionalmente a las 4 horas que duerme, de 2 a 6 de la mañana, la franja horaria de 12 a 2 también suele respetarla (qué detalle!).

Durante este viaje me he reunido 3 veces con él, el día que llegué a Shanghai desayunamos en mi hotel a las 7:30 porque tenía que coger un vuelo a las 10; el día en que llegamos a Hong Kong cenamos en un restaurante de marisco junto con mis socios (Carlos y Juan que, como es normal, quedaron muy impresionados de que un personaje así nos dedicara tanto tiempo) y a la mañana siguiente, el día en que nos íbamos. En esta reunión cerramos los términos del acuerdo (creo que muy favorables o interesantes para nosotros) y eso que nosotros acudimos un poco resacosos porque la noche en HK es durilla (Lai Kwai Fong, Dusk till Dawn…). El nos dijo nada más llegar que ese día se había acostado a las 4 trabajando en un tender (le encanta hablar de lo mucho que trabaja y lo poco que duerme); yo me callé pero lo cierto es que ese día había dormido bastante menos que él….

Bueno, sin liar más el tema, esa tarde dejaba a mis compis de Logisfashion que se volvían para España después de la dura semana de trabajo, y me fui para Camboya a conocer la tierra de los jemeres.

Phnom Penh es sorprendente; desde el coqueto aeropuerto de Pochetong que te retrotrae al caos de la evacuación de extranjeros tras la entrada en la ciudad de los Jemeres rojos en 1975, se toma un tuktuk (elemento de transporte habitual que consiste en moto pegada a carricoche) que se inmiscuye en el caos urbano de motos, bicicletas, muchos más tuktuks y, sorprendentemente, Lexus de gama alta (muchísimos…no me preguntéis por qué).

Me alojé en el hotel Pavillion (recomendación del gran viajero Coché). Muy céntrico, agradable, con trato exquisito y barato (indispensable las suites con piscina privada y darse el gustazo de un buen masaje a 35$ la hora). Paula llegó esa misma tarde y nos fuimos a cenar al Malis. Si vais no dejéis de probar las ancas de rana. Otra buena recomendación son los restaurantes de la cadena Friends con su obra social dando empleo a niños de la calle. Otro restaurante de la cadena, el Romdeng tiene como especialidad (y están muy ricas) las famosas “deep fried spiders” o tarántulas fritas; dan asquillo pero están muy ricas ¿no sé si el paso de Paula por el hospital viene de la obligación de haber probado algo que nunca tuvo intención de pedir?

Después de cenar, en el Riverside hay multitud de locales para tomar una copa con vistas gracias a 2 ríos que allí se juntan, el Ton Lep que viene del lago más famoso de Indochina y el gran Mekong.

Respecto al Tonle Sap, el lago que recorre longitudinalmente el país, hay que contar que de la época de lluvias (de junio a noviembre) a la seca (de diciembre a abril) hay una diferencia de caudal que hace que varié de una profundidad de 1 mt a una de 10 en su momento álgido. Esto es debido a que la fuerza de bajada de aguas en el Mekong durante la temporada de lluvias, empuje al Tonle variando su curso y llenando el lago.

En el lago hay mucha pesca lo que lleva a que una gran cantidad de personas se hayan instalado en el mismo y, para evitar desaparecer con este cambio de orillas, viven en poblados flotantes que, lógicamente, suben y bajan según el caudal.

Prometo más sobre Phnom Penh en el próximo post…

El viaje que no fue, ¿y si hubiera llegado a Hong Kong?.

Por la mañana me levanté (básicamente porque sentía un terrible malestar) y me di cuenta que lo que tenía no era una gripe, que estaba mucho más hecho polvo que jamás me hubiera encontrado en mi vida. Con buen criterio, me fui a urgencias y me confirmaron que tenía neumonía…así que ingresado con antibióticos y a ver qué pasa en unos días. La neumonía es una infección en los pulmones por una bacteria (en mi caso la más normalita, neumococo) que normalmente afecta a personas mayores o niños y que en ese caso puede ser muy grave. En mi caso, seguramente la estaba incubando durante la maratón y, después, al estar bajo de defensas, me pegó muy fuerte…Pasé 2 días en la clínica Teknon bien fastidiado y después de convalecencia en casa…

De todas maneras, me quedan 2 conclusiones:

La primera es que menos mal que no me fui a China; el viaje podía haber sido terrible pero no me quiero ni imaginar lo que podía haber ocurrido llegando a Hong Kong; una de las cosas que te hacen en la aduana es la temperatura corporal y yo he sido testigo de un vuelo en el que abrieron las puertas del avión y entraron 3 tíos vestidos de blanco en plan emergencia nuclear y se llevaron a una chica llorando (imagino que habían reportado que tenía fiebre). De la chica nunca más supe (lógicamente pues no la conocía de nada) y siempre ha alimentado en mi cabeza las más truculentas historias sobre lo que los chinos pudieron hacer con ella…Incluso, en la mejor de las soluciones, que me hubieran llevado a un hospital chino, un escalofrío me recorre la espalda…

La segunda es que en la categoría de corredores con neumonía de la maratón de Barcelona 2012, seguramente gané…

Saludos y buen finde.

El viaje que no fue, maratón y vuelo inicial.

En este preciso instante, deberíais estar conmigo, viajando por Camboya. Tenía previsto pasar Semana Santa recorriendo el Reino de los Jemeres aprovechando uno de mis viajes de trabajo a China y Vietnam (de ambos hemos hablado en varios posts). Sin ir más lejos, hoy debería de estar dejando Phnom Penh con destino Siem Reap (Angkor wat) para acabar en Battambag y Bursat.

Es un viaje al que le tengo desde hace tiempo muchas ganas de hacer  y que, sin duda (entre otras cosas por los compromisos ya adquiridos) he de hacer este año.

Sin embargo, y he de reconocer que afortunadamente, este viaje nunca se hizo.

El lunes, tras correr la maratón de Barcelona el 25 de marzo, tenía billetes para ir a Hong Kong vía Zurich el lunes 26 por la noche y dar el salto a Phnom Penh en desde Cantón el jueves 29 por la noche donde para comenzar el periplo.

Sin embargo, el viernes anterior a la partida, cuando esperaba para correr la maratón, una seris de  compromisos empresariales ineludibles me obligaron a cambiar completamente el planning. Y es que la semana siguiente debía de estar en Madrid pues era la fecha tope para la firma de una serie de mejoras importantes en nuestras instalaciones.. Con gran pena en el corazón hube de cancelar vuelos y hoteles esperando poder arreglar rápidamente los trámites e intentar reengancharme en unos meses.

Si bien corrí la maratón con una buena marca (3.10.56), es verdad que los últimos 7 kms se me hicieron extremadamente largos (recordáis el post de la maratón de Chicago y el “muro”); pensé que era por haber ido demasiado rápido al principio y quedé algo decepcionado pues pensaba mejoraba mi marca de NYC con claridad (3.10.21). …no lo conseguí.

El lunes por la noche me hubiera tocado subir al vuelo a Hong Kong pero por la tarde me empecé a sentir un poco regular. Me tomé el pertinente pastillazo y me metí en la cama pensando que la mañana siguiente me iba a Madrid al tema de las firma y a visitar a mi “hermanito” al hospital. Pero…… me desperté horas después con escalofríos, fiebre altísima, tos, flemas con sangre, dolor de cabeza….vamos un cuadro…y recordad que según el plan inicial es la noche que tenía que haber pasado en el avión con destino a Hong Kong…

 

Hong kong para fanáticos.

Hola, no hace mucho escribí un post sobre Hong Kong, como vengo muy a menudo y es una ciudad que me gusta mucho, en este post pretendo ir a los lugares poco comunes que sólo los fanáticos y no los turistas de 2 días visitarían.
Para empezar diría que, si o si, el que venga a Hong Kong se ha de quedar en Kowloon.  Esto es básicamente porque la vista de la isla de Hong Kong desde Kowloon  es imbatible y los hoteles son algo más baratos que en Central. Sin duda, mis preferidos son el Península (por el toque colonial) y el Intercontinental por las vistas desde su bar. Es verdad que te pegan buenas clavadas pero…no estoy hablando de relación calidad-precio. Si se busca otro hotel (hay opciones más baratas como el otro Intercontinental o el Marco Polo en cualquiera de sus  versiones) siempre se puede ir a tomar una hamburguesa al bar del Intercontinental y disfrutar de la vista (de nuevo, te la cobran en la factura pero…). Si vais sobrados, os recomiendo encarecidamente el Nobu (franquicia del gran cocinero japonés donde trabajó mi cuñadito Gonzalo y que ya tiene 23 restaurantes en todo el mundo), que está también en el Intercontinental, no es barato pero no importa porque a mi “siempre” me invita mi gran microcliente Cristobal…jejeje.
Como sitio muy interesante que acabo de descubrir está el Temple St night market en Mong kok donde se pueden comprar cachivaches curiosos para los niños y cenar muy barato. Por supuesto se ha de subir en el funicular al pico Victoria (es un trayecto que mola mucho).


Otra excursión diferente es ir a comer a la isla de Lamma (el ferry se toma en Central pier y tarda media horita). Se puede comer buen marisco (aunque si os digo la verdad yo me metí en un restaurante chino) y hacer una excursión entre las 2 ciudades de la isla donde no hay coches (el ferry te deja en una y puedes volver desde la otra). En total una horita de trayecto durante el cual se cruza una playa que me habían vendido como paradisiaca y de la cual os ruego opinéis viendo la foto…


saludos