Inicio hoy una serie de 3 posts sobre el sur de Chile; os cuento en este primero mi visita a la que se llama la región de la araucanía y también zona de “la frontera”, situada a unos 800-900 km al sur de la capital.
Es en esta zona de Chile donde habita una mayoría de los que los españoles llamaban araucanos pero que llamaremos por su nombre, los mapuches o “gente de la tierra”, los habitantes originarios de gran parte de lo que hoy es Chile.
Viajar al sur desde Santiago se puede hacer de 3 maneras: en coche por la panamericana sur, en avión (volando a Temuco) o en autobús; ésta última opción, incluso por la noche, en uno de los muy cómodos buses cama de varias compañías. Yo lo he hecho de todas las maneras y la verdad es que en bus se va muy cómodo, es más económico y además si tienes suerte te puedes ganar, como yo, una botellita de tinto chileno en el bingo que se juega antes de dormir.
La capital y ciudad más importante de la zona es Temuco, pero no ofrece mucho de interés la verdad.
Yo suelo pasar más tiempo en Valdivia, bonita ciudad en la desembocadura del río calle-calle, famosa entre otras cosas por el brutal terremoto (se dice que el mayor de la historia) que sufrió en 1960; es recomendable dar un paseo en lancha, se disfrutan bonitas vistas de la ciudad y además podréis ver, entre otras, cosas techos y chimeneas de casas anegadas por el terremoto, que modificó profundamente la geografía del lugar. Es Valdivia una ciudad pequeña, coqueta, con influencia alemana en muchos de sus aspectos (costumbres, arquitectura, comida y bebida). De hecho una de las cosas que más me gusta y repito siempre que paso por ahí es visitar la cervercería Kuntsmann y degustar, junto con algo de comer, una de las cervezas cuasi artesanales que allí se elaboran.
A unos km de Valdivia hacia el interior (la cordillera de los Andes) está otra zona preciosa para conocer; llena de bosques frondosos, el lago Pucón, con el volcán Villarrica, y los dos pueblos con los mismos nombres destino de mucha gente de Santiago para las vacaciones de verano. Hay muchas actividades: senderismo, rafting, deportes náuticos en el lago…a mí el paisaje ya me llena lo suficiente, pasear mirando el volcán y el lago es difícilmente mejorable.
Además, cerca de Pucón está el magnífico Hotel Antumalal, uno de mis favoritos del mundo mundial, con su imagen kitsch de los 50-60, su arquitectura vanguardista para la época y sus vistas inigualables de la naturaleza.
Ya lo decía Pablo Neruda, nacido en esta zona de Chile, “…bajo los volcanes, junto a los ventisqueros, entre los grandes lagos, el fragante, el silencioso, el enmarañado bosque chileno….”.
Saludos.
Estimado,
Sólo dos precisiones: (1) La cerveza de Kunstmann es totalmente artesanal. El Sr. Armin Kunstmann es uno de los pioneros en la elaboración de cerveza artesanal, comenzando lo que luego se transformó en una pujante industria en Chile. Si bien es cierto tiene una línea masiva, comercializada a través de su alianza con CCU (el equivalente a Estrella Dahm), siempre podrás encontrar variedades únicas en la Cervecería; (2) El lago al que te refieres es el Lago Villarica, con su famoso pueblo lacustre Pucón. Para quienes gustan de evitar las masas durante sus viajes recomiendo ir en diciembre o marzo. Enero y Febrero son imposibles, con una población flotante que supera varias veces la normal, con tráfico, altos precios, etc.
Saludos!
Muchas gracias y un abrazo.