O soy muy oportuno o la familia Villa celebra y celebra y no deja de celebrar…
Después de pasar por México a comprobar la buena salud de la operación y de un viaje relámpago a Medellín donde visitamos a nuestro ya cliente Crystal con el que operamos en México y China y esperamos en breve también tener la oportunidad de trabajar con ellos en Colombia, llegué a Bogotá un viernes por la tarde.
En Medellín tuve ocasión de presenciar la llegada al hotel la noche anterior de un equipo uruguayo (Defensor de noseque) que acababan de ganar al equipo local (Nacional de Medellín) en las semifinales de la Copa de Libertadores. Se les veía contentos…muy contentos….y venían escoltados por un grupo muy festivo. Yo, que soy muy vivo, ya me vi algo venir mientras me tomaba una cervecita. Al día siguiente algo le comenté a Pere sobre la fiesta que se habían corrido….y efectivamente, tal fue así que salió en los medios locales…drogas, sexo y rock&roll en el Intercontinental de Medellín…con fotos bastante explícitas de lo ocurrido (creo que me pareció ver a la escultural aunque madurita mujer del Presi en los brazos del portero y figura del equipo).
Como decía, llegamos a Bogotá y después del atasco de rigor, Carlos nos confirmó el plan para el fin de semana que consistía en: Viernes por la noche; recepción en el Museo del Tequila donde su primo George (el gran George que tantas alegrías nos dio durante su estancia en Barcelona) celebraba su cumpleaños. Cabe aquí decir que, después de 2 días en México todavía no había pisado restaurante mexicano alguno pues por h o por b ambas noches había acabado en restaurantes españoles (de los que soy cero fanático cuando viajo). Pues tocó en Bogotá y, si bien pensaba que el primo George se nos había domesticado, fue que no. Cayeron una tras otra botellas de Herradura reposado por lo que no me preguntéis por la comida (decían que no valía mucho pero después de la quinta botella…que quieres que te diga…). Ocho cayeron, ocho y no eramos ni veinte con las esposas (que creo que beben menos).
Este primer evento dificultó, sin duda el segundo que tenía lugar a la mañana siguiente. Me cuesta entender los horarios colombianos; comunión de la niña de Carlos a las 9 am!!! Menos mal que Carlos, con buen criterio, tuvo la amabilidad de invitarme sólo a la comida en el gran Andrés Carne de Res. Costó llegar porque se come pronto y se atasca uno mucho.
Con George de punta en blanco después de la mala cara que le vió acabar la noche anterior (nada comparable a la de su amigo Pacho…el borracho…) acabamos llegando una hora tarde pero…vaya homenaje nos pegamos!!!
No me extiendo sobre el Andrés porque ya lo he hecho anteriormente y es, posiblemente, el restaurante más curioso del mundo. Hay que ir para verlo pero he de decir que lo de menos es la comida (y eso que no se come nada mal) sino toda la parafernalia alrededor de la misma…
Y para el domingo lo mejor…o eso pensaba yo….ver como el Atleti se proclamaba campeón de liga lo que nos permitiría pegarnos una gran fiesta bogotana (para variar). Para eso había que ganar al Málaga en casa y que el Barça no ganara en Elche. Además lo vería con Pere que, como todo catalán con el Rh adecuado, es culé a muerte (como todos sobre todo cuando ganan…) y no me olvido que Carlitos me guarda las apariencias pero tiene un pasado oscuro…
No saldría bien el día hasta el punto que resultó ser el día de la madre (no debe de ser un asunto muy serio porque cada país lo pone cuando le sale de las narices pero parece que en Colombia es cuestión de estado) y Carlitos se negaba a abandonar el hogar familiar ante la amenaza por parte de María Isabel de todo tipo de represalias.
No pasa nada Carlitos…nos plantamos en tu casa como 2 campeones! Con camisetas del Atleti para dar y tomar…fueron cayendo las cervezas y el tema se fue animando; y marca el Málaga…pero empata el Atleti…y el Barça sigue empatando…y acaba el partido en Elche y queda el descuento y si el Atleti marca es campeón y…se queda sólo Adrian y chuta a la escuadra….y la saca el puñetero portero del Málaga….bluffffffffffff!
Pues nada, más alcohol y ya seríamos campeones la semana siguiente en el campo del Barça y más gintonics…y un puro de los que le regalamos a Carlos por su boda (hace 5 años ya y ahí siguen!!!).
Vaya que nos hicimos fuertes y nadie nos movió de allí hasta las nueve de la noche…